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Azulejos
A lo lejos los cielos tejían las lejanías sin fin Interdictos Intermitentes ¡Tétricos azul sangre! Tripulando las derramadas mareas.
(Creyendo... Que la lengua la historia borra.) En La Cruda carne de promesa____Sencilla fiera sigilosa Con Todo Y al fin___En el cielo___Ilusionado... El tiempo se quedó rodando___Diestro, círculo. Es Pi Ral.... ¡De dalle daifa! ¡Grabado por cielo, mar y tierra! Y por la eternidad... En la progenie...
A Zul Ejos...Al querer desoxidar el desovar ¡Jarcia del jaleo... Jarcia, jarcia vana!
Azulejos enredados En los dados dedos qué desconocen Los destinos qué las sombras tejen Los destinos qué le seguirán por siempre En los relojes transitorios Enredaderas visitantes En__Ar__En__Hados___Reme,di,os...
¡El tiempo de C,a,o,s! ¡El tiempo sin C,r,o,n,o,s! ¡¡El hombre sin cara!!
___Dónde las cosas aparecían desapareciendo___ .......Y eran solo lo que habían sido.......¡En el mismo cielo!
En el mismo cielo___¡Prisionero del infierno! Al Mar... ¡Lanzó en una botella! Si, sí, si... ¡Al mar en una botella! Y Los caminos de mariposas bañados Vidriosa vírgula Las espumas en rebanadas En la cueva cálida del pecho... (Infame y mísero)
A Zul Ejos...¡De usagre, usgo, y el usucapir estorio!.
A lo lejos, en la brújula fallecían, abajo del todavía, los muebles y las paredes, y por la consciencia, nuevas consecuencias.
Esferoides, esgrimas y eslabones ¡Por todo el ripiar pasado! Y el mohín mojado Y el grumo gruñido ¡Dónde la compasión se hizo meras sombras! Y Cada Día...Puede repasarse como el último ¡Bien, sabe, la ira, del amor la lira!.
En la forma sin esencia abadejo y abanto En la esencia sin existencia bagazo y baladrón En La lejanía sin fin... Los cielos, los cielos.
¡Tejían las lejanías a lo lejos tétricos!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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LOS AMORES ELEMENTALES
¡Multiplican los ángulos de la circunferencia, en el número natural de los recuerdos, ecos de los extremos húmedos amores.
Aquí, junto al continuo, de la razón primera, gravitar de la nada, en el amor expresado, en decimales, aquí.
¡En la realidad sin abreviarse, con la magnitud gráfica, del alma y sus latidos.
¡Amor qué no puede ser explicado!. Ni medido en paralelo, en la serie potencial, de los suspiros, químicos, magnéticos.
Como. Tampoco. Está siendo. ¡Cómo asaltan al espíritu, los silencios más enrojecidos!
Ni En La esperanza de un viaje flotando abajo del sí mismo.
¡Más allá de los conceptos!. Del Movimiento Circular y la probabilidad del cara o cruz. Como una sombra, núbil vaga, sin ancla, en las ópticas barreras sin regreso.
Los Amores Elementales
Con el amor de interruptor abierto. Con el dolor de la corriente. Cuando. Las espigas no quieren germinar. Cuando. El tiempo tiembla inmóvil. Cuando. Los ácidos son binarios. Con el fraguado fácil. Con el enlace apolar.
Son Solo Amores Elementales.
El amor no es matemático. Ni tiene equilibrio químico. Ninguna ecuación lo resuelve.
Solo es el átomo algebráico de la vida, el ajuste de las órbitas elípticas, el momento cuántico del vivirse, auténtica proporción recíproca, con la disolución amalgamada.
En Los Amores Elementales
¡Matemático, no es, el amor!.
En el amor genuino, las palabras, son solo símbolos arbitrarios. En el amor genuino no hay destilación fraccionada. Y los elementos solo son coincidencias. La esencia del amor. Es el átomo divino. Y nada puede. Dividirlo. Ni separarlo. La esencia del amor no tiene elementos, y es lo que es en sí.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Instantes congelados
Instantes. Congelados, instantes, congelados. Instantes. El instante congelado en el aire. Se encuentra inmóvil en el lago. Pasando la luna qué muere de vida. Prendida en su frágil figura de vida.
¡Helados--- Insípidos--- Helados!.
Instante de las primeras albas. Albas de la cara el sol y una vaga sonrisa. Del bosque, alfombra de sombra dormida. Tendidos los brazos, cubierto de sueños.
¡Helados--- Inexpresivos--- Helados!.
El instante abriendo las velas al viento. Se encuentra recogiendo estrellas al cielo. Pasando la máscara qué muere de rostros. Prendida en su nombre ninguno de rostros.
¡Helados--- Insignificantes--- Helados!.
Instante de las últimas preguntas. Preguntas de la niebla el agua y una flor saluda. Del amanecer, rumor de orillas sorpresa. Tendidos los rincones, cubierto de polvos.
¡Helados--- Inanimados--- Helados!.
¡Oh, instante demasiado recuerdo!. ¡Oh, instante demasiado distante!. ¡Cuánto después no se olvida!. ¡Cuánto siempre no se queda!.
¡Helados--- Insensibles--- Helados!.
¡Ah, profundo mensaje fugaz!. ¡Ah, silencio pupitre solitario!. ¿Cómo las cosas pasan en filos!. ¿Cómo los casos quedan en filas!.
Instantes. Congelados, instantes, congelados. Instantes.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Esa boca que guardas al sur de tu cara me provoca cruzar el horizonte de tu quijada me provoca de a una de a dos de a cuatro y siete saltar de tu pecho hasta por debajo de la punta fría de tu nariz esa boca que sostienes con las mejillas sonrojadas me provoca de a rato me provoca de a largas esa boca que guardas al sur de tu cara me llama.
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Poeta
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Alguna vez, andando por la vida, por piedad, por amor, como se da una fuente, sin reservas, yo di mi corazón.
Y dije al que pasaba, sin malicia, y quizá con fervor: -Obedezco a la ley que nos gobierna: he dado el corazón.
Y tan pronto lo dije, como un eco, ya se corrió la voz: -Ved la mala mujer ésa que pasa; ha dado el corazón.
De boca en boca, sobre los tejados, rodaba este clamor: -¡Echadle piedras, eh sobre la cara; ha dado el corazón!
Ya está sangrando, sí, la cara mía, pero no de rubor; que me vuelvo a los hombres y repito: ¡He dado el corazón!Argentina
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Poeta
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