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Un corazón desnudo
Así Uno, dos, tres, estamos. Aves, a veces volando. Bajo Nublados serenos del después del olvido. Fundidos. Con Helados relojes en las venas. Y el ardor amoroso, anidado en la memoria del cielo. De tormentas pasajeras y manantiales.
Desnudos palpitares en almíbar. Mieles del pasado presente.
Como mar, sin olas, ni espumas, burbujas en el horizonte curvo. Con aire, maduro de recuerdos sin viento. Y Una Esperanza desnuda en el corazón. De Tempestad de ilusiones, canto silencio. Rosado el camino en sandalias gastadas. Dolor lento y desgraciado, sin amor. Es arenoso el ojo sin lágrimas. Sin amor que lo ilumine, que de calor.
En Un Corazón desnudo, de volátiles ayeres mañana.
Como tú a mí. Desvistes las pestañas de una mirada. Siendo. Mujer dormida en mis sueños, desnudo un corazón. Entre, sueños de dulces mañanas, diáfana pasión sin pena.
Corazón... Gloria de tierra fértil, Desnuda agua protectora. Latiendo. Lágrima y labio. Un desnudo corazón. Piel con piel por la vida. ¡Cultivando y librando batallas!. Palpitando, palpitando, esperanzas.
Como Un Sientiendo lejanías. Un desnudo corazón, soñando, viviendo, sintiendo. A veces, amando soledades.
Un corazón, desnudo, vestido de recuerdos.
Alfombrando mañanas. Entre Un Sinfónico elixir. ¡Qué...! Es martirio y gozo en cada latido. Como Una lenta felicidad que agoniza. Un corazón desnudo, que anuda, nublados. Y Despierta cada día, sin saber del después. Un corazón, desnudo, vestido de recuerdos.
Entre una lluvia de dolores y pasiones, desiertas las tardes. La noche. Al corazón sigue. Y sigue enlunando. En el hombre que goza y sufre. ¡Qué es uno consigo, y es lo qué es!. ¡Qué ha sido capaz de vencerse a sí mismo!.
Buenos tiempos esperados, tal vez alguna vez queden diálogos del aliento eterno con su arcilla en la transitoriedad de su existencia desnuda en un corazón, por el tiempo, por el mundo.
Y Allá Bajo el desnudo tiempo. El corazón sin piel. Cultive caminos y puentes entre nubes. Como una ilusión, un sueño, un humo. Reales. Como es en la eternidad, un puro segundo.
Un latido Desnudo Un Corazón.
¡Que solo se palpita!. Y es tejido por el tiempo de un espacio silencio.¡Qué se ha vencido a sí mismo!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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DESPRENDIMIENTO
En la luz se sintió perdido, ninguna otra partícula estaba ahí, y su labor redentora, quedó paralizada. El plomo ardía, nada sabía de los dia mantes, menos, menos aún de la hemoglo bina... Un poco más allá, en la última órbita, las cargas eléctricas saltaban, silenciosas, teñidas y caóticas. Las condiciones cambiaban lentamente, flotaban, ahora burbuja, mañana espuma, ¡El futuro nacía y retrocedía!.
Como el aliento un día de verano, en alas de mariposa, encarnada chispa, fuego divino bajo su piel, un cosmos dentro, microcosmos individual, único, irrepetible, pensaba, sentía, existía. En lo más profundo, luz y sombra, fácil, flujo del espacio elástico, esférico, y bañado por la ola primordial del tiempo.
La realidad, era y no era, simultáneos caos y orden, y el principio tejía finales. Así fue registrado, de pronto, en el enorme microscopio atómico. Y él, ciego de naci- miento. ¡Soñaba ver!. Nada raro, con- siderando su inusual capacidad dermo-óptica bien desarrollada.
¡Estaba perdido!. El antiguo "Acelerador de Hadrones" cambió su Teoría de la Vida, ahí mismo. ¡Quién lo creyera!. Después de tantos años, anudando moléculas, modificando genes, trasplantando codones, y aminoácidos. Las espirales, en partículas dobles, fotones y quarcks, antineutrinos. ¡En fin, caos y orden!.
El día había sido, difícil, muchos alientos habían cambiado sus lugares vitales. Pero él, en ése preciso instante, ahí mismo, y en la intimidad de un cloroplasto... ¡Si, la intimidad de un cloroplasto, donde la luz verdosa libera vida, crea tiempo y espacio, se reproduce y cambia!. Sentía su piel rugosa, y la franja de un sol, aparecía en palabras malévolas, ruines, inolvidables, le recordaban la inmen- sidad de la ignorancia en la chispa divina. ¡Del alma, que se apaga, y se desprende!. Y al final, lentamente, rápido, espontaneo y pulsátil, en el centro del espacio-tiempo. ¡Se desprendió y abandonó la materia!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Busco alejarme del sol, que quema mi blanca piel, casi muero de insolación, casi me quedo sin agua.
Busco una sombra, apacible y quieta, busco la brisa de tus labios, busco la gelidez de tus caricias, para calmar mi alma atormentada.
Espero la lluvia, lagrimas del cielo que caen, busco la brisa de tus besos, el jugo de tu amor, para estar contigo mi amada mujer.
Sombra acogedora, pacifica y confortante, sana estas quemaduras del sol, sana estas heridas, mi querida niña.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Durazno tibio
El durazno al calor del día, rostro y atavío, deja, tendiendo al sol mensajero, vegetal del manto tibio, con las mejillas en la cintura. ¡Las caricias de la brisa!. Jardines, encarnados, del durazno.
***Sin disyunción empalagosa*** Atardeceres de gala, cereza en jarro. ¡Licor, durazneándose___Endatilado!. Con las huestes enmanzanadas, sin el tapíz del cielo ofendido. ¡Del pulso generoso que se oculta!. En el palacio del impulso.
*Con lozana efervescencia*
Castillo profundo en el durazno tibio. ¡Delicia de las entrañas mismas!. De los bordes sin trampa. ¡Con el plato del apetito plata!. Cabalgando los manjares compartiendo, y dando ardiendo a los zafiros. ¡Con todo el tañir del rubí al aliento!.
*Sin inerte indiferencia* En las mejillas de las plantas. En los párpados dos lechos. ¡Flecha qué la pasión sacia!. Destejiendo las vasijas de las ausencias. Durazno de virginal fragancia, tibio, tibio. ¡Siempre!. ¡Aún después de cualquier antes!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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El veneno dulce
Lanzando Al cuerpo El placer enfermo El Veneno Dulce ¡La sed del firmamento! Con la fuerza, indiferente, burdamente ¡Sin el límite del calor de los rechazos! ¡Quedan, quedan, los palacios agotados! Dejando Las coronas, creadoras, vacías, muy vacías Con El recurso del recuerdo anticipado, dulcemente. ¡Oh!__Dulce es, ése veneno del olvido
Del tiempo Con el domicilio intolerable ¡La música, esperando, respirar! El húmedo terreno, espléndido desierto. Al calor del hielo, bajo el zapato ¡Del alba impetuosa!___¡Siente anublado! Con el albedrío, del alarido, alborotado ¡Confin, estrecho y obstinado!
___Dulce, dulce, es el veneno olvidado___ Enferma la nube, del azucarado nácar
En la piel del susurro del camino En el dulce, dulce, no pensarlo ¡Al pescador campestre, con espejismos! Del sueño, envenenado dulcemente, amor fugaz. Bebiendo al incienso apenas, dorado en ceniza.
Con el Dulce veneno Al sosiego, un capullo virginal, centinela ¡Del mástil volcánico, en latas caballerete! Forastero de fragata fácil tilda al tiesto ¡Del encuentro aprisionado! Dulce al cuerpo, envenenado, sin sentirlo.
Veneno, veneno, dulce, ya olvidado.
Pierde al paraíso a cada instante ¡Al tejer sin orden ardientes olas! ¡Al desdeñar, las velas, una flama! La sed atravesando La tormenta amando ¡Dulcemente al laberinto! Lanzando exuberante todo aliento.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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En un corazón desnudo
Así estamos. Abajo del después del olvido. ¡Helado y ardor amoroso!.
Como mar sin olas, aire sin viento. Tempestad de ilusiones, canto silencio. Dolor lento y desgraciado, sin amor. Sin amor que lo ilumine, que de calor.
Como tú en mí, mujer dormida en mis sueños. Sueños de dulces mañanas, pasión sin pena.
Gloria de tierra fértil, agua protectora. Lágrima y labio, piel con piel, por la vida. Palpitando, palpitando, esperanzas.
Sintiendo lejanías, amando soledades.
Es martirio y gozo, en cada latido. Una lenta felicidad, que agoniza. Despierta cada día, sin saber del después.
Entre tanta lluvia, de dolores y pasiones. El corazón sigue, y sigue, caminando. En el hombre, que goza, y sufre.
En la mujer adorada, en el hijo, y en los viejos sueños.
Buenos tiempos esperados. Bajo el desnudo tiempo. El corazón sin piel, es una ilusión, un sueño, un humo. Que es en la eternidad, un puro latido. Un latido que solo se palpita.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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SENTIR DE FUENTE
Y la fuente siente. ¡Sentir de fuente!. Sí, sí, sí. La fuente siente. Sentir de fuente. Regret fountain. Eco de fuente dulce y doliente.
********** Al calor del sentimiento. Triste, trémula y afligida. Springbrunnen bedauern. ¡Fuente y sentimiento!. ¡Oh!. Lamentando el tiempo se pasa. Se olvida, se oculta.
********** Dolor y dolor del adiós. Revelación de sombra entre sombras. Fuente luciente y marmórea. El sonido. ¡El sonido acuoso! Di rammaricarsi fontana. Lamento de fuente
********** En la fuente que llora. Su antigua pasión y pesar. El eco escrito en el chorro. El sentimiento amargo. De bron, fontein, sentimenteel. Fuente sentimental.
********* ¡Oh!. Fuente dulce y doliente. ¡Oh!. Triste tiempo. ¿Qué pasa?. ¿Qué se oculta?. ¡El adiós de sombra marmórea!. Fuente dulce, fuente doliente.
********** El eco apacible, alma y rubor. Rumor de nube soleada. ¡Es el agua misma, y la misma fuente!. Fontaine regretter. Di rammaricarsi fontana ¡Oh, sentir!. ¡Oh, sentir de fuente!.
********** Del cielo, del cielo cielo. Cielo del eco apacible. En el agua, el agua misma. Dulce y doliente eco. Eco de fuente, eco de fuente dulce y doliente.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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