Poemas de amor :  Antes, suspiro...
Antes, tu nombre,
atrapado entre mis labios solitarios,
condenados a la sed de tu recuerdo;
antes, tu beso,
fruto bendito de tu boca,
puerta de todas mis ilusiones,
antes, yo,
sin ti, sin ser yo despues de ti,
ignorante de pasiones, secreto,
antes, tu,
iluminando habitaciones,
sin tu testigo, sin mis ojos atrapando tus miradas,
antes, un recuerdo,
telaraña eléctrica de mis sentidos,
sonrisa silenciosa de aquello que hemos hecho,
antes, tu cuerpo,
campo eterno de mis guerras perdidas,
aire de mi piel de mi tacto asfixiado,
antes, silencio,
cuando no existías,
cuando no me sentía vivo...
antes, suspiro.
Poeta

Poemas de amor :  DULCE DE AMOR

Dulce de amor es tu boca,
suave, tierna y jugosa,
donde empieza esta locura,
al disfrutar de tus besos,
pues se posa con ternura,
y recorriendo mi cuerpo traviesa,
me enamora y me provoca!

Provoca deseo,
provoca amor,
provoca ansiedad.

Provoca que te quiera....
....una eternidad|||.....


Claudia Alhelí Castillo

Poeta

Poemas de amor :  Amor fugaz
Amor fugaz
Amor de un momento
que vas a mi encuentro,
eres un fragmento
de lo que llevo adentro.

Amor que me inspiras
estás escondida,
cuando tú me miras
florece mi vida.

Amor ilusionado
serenas mi alma,
mi corazón has llenado
de tu deliciosa calma.

Amor fugaz, me has encantado
con tu cariño y ternura,
eres un sueño realizado,
eres mi tierna locura.

Julio Medina
Poeta

Poemas :  TE REGALO UNA POESIA
[img align=center]http://www.latinopoemas.com/uploads/img4d5047904ef92.jpg[/img]
Me siento como un niño,
sin saber que le puedo regalar
en este día del cariño,
a esa bella dama que tanto he de amar.

He pensado en un ramo de rosas,
como se hacía en la antigüedad,
grandes y hermosas,
pero no es suficiente en realidad.

Quizá una caja de chocolates,
de esos que tanto le han de gustar,
rellenos de nueces y cacahuates,
pero tu figura quiero cuidar.

Tal vez un oso de peluche,
grande y esponjoso,
envuelto en hermoso estuche,
pero eso sería muy costoso.

A lo mejor una rica fragancia,
de esas que tanto han de anunciar,
pero caería en discrepancia,
si la misma no le llega a gustar.

Pero analizando mejor la situación,
es solo una fecha comercial,
que si bien nos llena de emoción,
es tan solo superficial.

Lo que importa es un amor sincero,
puro y sin condición,
donde se brinde un verdadero te quiero,
que nazca del corazón.

Nunca esta demás un presente,
pero cuenta más la actitud,
el estar siempre consiente,
que el amor se entrega con rectitud.

Por ello no te ofrezco la luna y las estrellas,
ni cosas del cielo o el mar,
tan solo cosas sencillas,
que tu puedas atesorar.

Te ofrezco un corazón usado,
pero que no sabe fallar,
que en ti ha encontrado,
la fuerza para volver a amar.

Te doy todo mi ser
sin pedir nada en compensación,
un verdadero querer
que te llene de ilusión.

Te regalo una poesía,
llena de locura y pasión,
bañada en la fantasía,
en la cual por ti vive mi corazón.
Poeta

Poemas de amor :  mi amor vive en tu corazon
mi amor vive en tu corazon
de espiritu clandestino
de tenerte y no tenerte
de amarte siempre
amor desvencijado que planto
la semilla de mi tristeza ,con tu partida
vuelve a mi
dame de nuevo aquellos besos que nos hicieron felizes
en tu deseo en tu pasion
Poeta

Cuentos :  El amor como consecuencia
Quién sabe con qué motivo Gerónimo tiene esa tan divina rutina, separa los párpados casi al unísono con el inquieto repicar del despertador que yace en la mesa contigua a su camita individual, lanza manotazos al aire contra aquel tortuoso invento de la tecnología, se sienta en la orilla de su mini cama mientras lucha por mantener la mirada fija advirtiendo (o disfrutando) cada pequeño síntoma de dolor inquietante proveniente de sus iris. Se termina de levantar mientras va casi arrastrando los pasos al baño, se asea, divisa en el aún más pequeño espejo de su cuarto de baño todas las marcas de su rostro, alguna arruga, ojeras, o quizás se fija en lo tenebrosa que puede llegar a verse su barbita de días, sale del cuarto de baño casi corriendo pues piensa que es un lugar en el que no se debe durar mucho tiempo, no vaya a ser que Hitchcock se antoje de hacer presencia en su cuarto y así vengarse por la ausencia de una novela de verdad en su repertorio. Gerónimo vivía en un pequeño apartamento en plena Plaza de su ciudad, trabajaba de noche en una paupérrima clínica recibiendo las más cruentas emergencias. Luego del típico y diario baño y aseo él se dirigía al mismo café, compraba el mismo diario de noticias en el mismo lugar, se sentaba en la misma silla, todo esto de manera automática, sin excepción alguna.

Uno de esos tantos días de repeticiones constantes del sagrado ritual, Gerónimo pudo advertir que una muchacha de ojos hermosísimos lloraba dos mesas frente a él, sin saber como proceder más allá de ese instinto vouyerista que lo obligaba a ver, a disfrutar aquella sensación tan ajena, a admirar su frondosa cabellera color azabache, sus hombros al aire, sus piernas preciosas pero sobretodo; sus lágrimas. Sin querer dejó enfriar su café e ignoró blasfemamente el diario de noticias que seguramente no tendría ninguna crónica positiva – como todos los días. Había dejado de pensar en la vida y sus utopías, había dejado de leer el noticiero y de beberse religiosamente su café, y aún no le hablaba. “Es increíble como una mujer te cambia hasta las buenas costumbres sin siquiera mover un dedo” Exclamó al notar lo insípido y congelado que estaba su café expresso y al notar el diario crucificado en el mismo doblez que tenía cuando cambió de dueño. Él se atrevió y olvidando los protocolos se le acercó, opacando el rayo de sol que incendiaba sus cabellos, se paró tras ella y con un movimiento de cisne sacó de su chaqueta un pañuelo que secara aquellas incesantes lágrimas, que ya armaban una canal en sus pómulos, no esperó la invitación y enseguida tomó asiento frente a ella, él tenía un rostro armonioso y diáfano, sin marca alguna de desconfianza.

- No pretendo entrometerme, llora todo lo que quieras pero quiero que sepas que no estás sola –Comentó con el miedo a recibir una grosería o improperio aceptable debido a su imprudencia. Pero fueron diez minutos de silencio incómodo para Gerónimo.

- ¡¿Qué haces aquí?! – exclamó la misteriosa chica sin siquiera alzar el rostro, con una voz chillona y desafinada.

Él notó en el grito que ya las lágrimas habían cesado y que la joven se mostraba más estable, incluso haciendo uso de las razones de cualquier mujer que se siente acosada. Entonces, mostrándose fastidiado se puso en pie, le lanzó una mirada tierna, encendió un cigarrillo.

- Señorita, las lágrimas nos obstaculizan la vista, nos evitan conseguir soluciones. Espero que tenga un buen día, quédese con el pañuelo.

Y Gerónimo con esa última frase decidió marcharse, continuar con su vida, sin poder olvidar las bellas lágrimas de aquel rostro tan hermoso, << espero que sus problemas disminuyan >> se dijo así mismo para fulminar las ganas que tenía de regresar y pedirle matrimonio a aquella hermosa fémina.

El día continuó, llegó la noche y con su entrada ¡las emergencias!, el asqueroso olor a alcohol y desinfectante, alguna tibia fuera de su sitio, algún balazo en el tórax de algún desgraciado mal ubicado o alguna golpiza familiar, todo eso pasó por la indiferente mirada de Gerónimo que solo se encargaba de ser el canal paciente-médico. Salió a las 3 de la mañana, fue a su pequeño apartamento que se encontraba a quince minutos de su trabajo e intentó dormir sin saber qué pasaría.

Sus ojos se abrieron y el repetitivo método volvía a su cause, los manotazos al despertador, el temor al cuarto de baño, el paseo madrugador por las calles hasta llegar al café de siempre, ¡todo marchaba como siempre!, la diferencia vino luego de absorbido el primer sorbo del café expresso de siempre, cuando, al disponerse a leer las noticias de un mundo tan jodido sintió una mano que chocó con su hombro tieso y flexible a la vez.

- Fuiste muy atrevido ayer, ¿Me permites? – Dijo ella mientras tomaba una silla, ahora con una cara cubierta de maquillaje, más hermosa, con un semblante totalmente distinto al mostrado el día anterior en ese mar de agua salada que vertían sus ojos.



Conversaron, se miraron, se disculparon y se agradecieron: se conocieron.



Ella se sintió atraída por ese acto de heroísmo que –sin él saberlo- la había salvado de un acto más radical y terrible. Añadida dicha aventura a sus maneras sutiles, sus ojeras marcadas y sus grandes manos, ella vio en Gerónimo una esperanza de amor que hasta los momentos solo formaban parte de una utopía para ella. ¡Alicia, qué nombre más bonito! ¡Yo en cambio lo detesto! ¡Alicia me arrecha que me pellizquen! ¡Pues te la calas, fue tu culpa por meterte en mi vida!



Él tan metódico y lógico, planeando todo en su vida; desde las visitas al baño hasta las veces que debía tomar agua, trazando en plan de cada cuánto encender un cigarrillo o en qué parte de la noche arroparse. Ella, tan alocada como un volcán en erupción, dando el primer beso, siendo la primera en tocar poblaciones íntimas, encaramándose sobre los tiesos muslos de Gerónimo, ella que no veía malas noticias y que a cada mañana estropeaba el sistema matutino de su caballero al atravesarse en el cuarto de baños y durar ¡horas!. El lo planeaba todo y ella no creía en los planes.

El amor los resurgió, él dejó de creer en las estadísticas y ella empezó a darle horas aproximadas a sus aventuras de alcoba, el amor los cambió, o ¿Ellos cambiaron por el amor?

Se conocieron más y empezaron a compartir sus miedos, ella lloró de la risa al escuchar sobre sus piernas el continuo miedo de su caballero a durar mucho tiempo en cualquier cuarto de baño, pensando que algún escritor inglés lo mataría a apuñaladas mientras él, escuchaba atontado como un niño, las historias del padre muerto de Alicia, sus hazañas en el cuadrilátero hasta que un día, de esos malos, un accidente automovilístico apagó sus latidos.



Se estaban amando con tanta pasión que no eran capaces de visualizar las radicales diferencias que los marcaban, el amor cruzó esa pequeña salita donde él leía algún capítulo de La fiesta del Chivo y ella en la otra esquina pintaba sus uñas de un color rojo tan apasionante como todas y cada una de sus locuras. Ella en un arranque de melancolía soltó una lágrima al pensar en lo que la afligía en aquella trágica mañana en la que el osado de Gerónimo se acercó a su mesa, sus manos temblaban pintando sus dedos (más que sus uñas) y fue cuando en un susurro ininteligible, quien sabe si con la intención de ser escuchada o de escucharse ella misma dijo “Ya llegará el momento ideal para contarte aquella aflicción, gracias por sacarme del infierno”.



Héctor L. González
Poeta

Poemas :  C(A)o(S)digo Binário (ou o cogumelo do amanhã)
C(A)o(S)digo Binário (ou o cogumelo do amanhã)
Parem de girar!
Parem de gerar!
Parem! Parem! Parem!
Parem de girar!
Parem de gerar!
Parem! Parem! Parem!
Parem de girar!
Parem de gerar!
Propagandas e informações!

Parem de gerar idéias!
Parem de girar conceitos!
Eu não preciso disso.
shiiissssssssssssssss
Eu preciso é sair!
Tomar uma chuva...

Parem de girar
Códigos binários
E numerologia infomercial.
Não contemos a defasagem mercadológica!
E a lógica me vem ao prover.

Parem de girar!
Parem de gerar!
Parem! Parem! Parem!
Parem de girar!
Parem de gerar!
Parem! Parem! Parem!
Parem de girar!
Parem de gerar!
O caos dos números irracionais!

Dor louca na mente, A mente louca tem dor
Louca na mente, a mente louca tem dor
Louca na mente louca tem dor louca tem dor
Na mente louca que tem dor...



Parem as maquinas!
Tragam meu calmante,
Joguem a coca-cola fora,
Parem as maquinas!
Para depois trazerem
Um semáforo para eu beber.
Parem as maquinas!

Tirem o fio da tomada,
Esta trovejando,
Eles vem ao meu encontro...
Subindo em min.

Parem de girar!
Parem de gerar!
Parem! Parem! Parem!
Parem de girar!
Parem de gerar!
Parem! Parem! Parem!
Parem de girar!
Parem de gerar!
Vamos vetar à criação!

E antes que morra...
Desliguem os geradores!
E antes de derrubarem meu castelo,
Por algo que tentei e tentei e tentei avisar mais a euforia pela minha descoberta era tamanha que...]
Vamos vetar a criação!
Parem de gerar!
Vamos impedir a concepção!
Parem de girar!
Deixei eu provar o que eu inventei.
Antes que esse mundo seque,
Vamos repetir os mesmos erros,
Vamos saciar no ânsia pétria e compulsiva
E se banhar nu! Nu! No caos do cogumelo do futuro.
Poeta

Poemas de amor :  Hasta que me olvides
Hasta que me olvides
Hasta que me olvides
no soltaré esos lazos,
ni desecharé los abrazos
que con insistencia me pides.

Hasta que me olvides
no borraré de mis labios,
aquellos besos que a diario
pensando en ellos vives.

Hasta que me olvides
no romperé el acuerdo,
del amor en mi recuerdo
por si otra cosa decides.

Hasta que me olvides
mi corazón seguirá atado.
a la mujer que yo he amado
y dentro de mi alma reside.

Hasta que me olvides
enloquecerás en mi pensamiento,
ese noble sentimiento
que a tu corazón prohíbes.

Hasta que me olvides
no te dejaré de amar,
mi amor no podré ocultar
así como tú me exiges.

Julio Medina
6 de febrero del 2011
Poeta

Poemas de introspectíon :  diálogo
Dialogo
(con elementos geográficos)

( I )

Tu...
de pié
absoluta y perfecta bajo la exquisita luz
pubis negro sobre mármol de Carrara
no eres más que una pregunta sin final ni olvido
Emerges desde los ojos oscuros de la noche
como desde el fondo de algún lago flameante y lejano
para ser mí descanso sin reposo

( II )

Te preguntas
Qué buscarán sus dedos en las cavernas de mi vientre

Mi piel volcánica responde
Lo esperado desde los Inicios
también lo prohibido
y lo negado
Una vez allí seré ciudadano de tus fiordos
y tus oteros conocerán por mí
amaneceres con lluvias preñadas por mareas
Se disfrazará con relámpagos la absoluta noche
para estudiar mis aullidos de lobo solitario
y elegirte reina del país en que nació la luna
Hallada la ojiva de tu pubis
serás la ansiedad que me roerá como a un pequeño sol
para robarme una estría de luz y crecerás
lenta y pálida
como un tentáculo de día
con largas lenguas ígneas buscadoras de planicies
de elevaciones rectas
o de grietas
y de los húmedos habitantes de mis túneles secretos
Entre gemidos y susurros intentarás un tierno ataque
para hurgar en mis archipiélagos
investigar mis viejos puertos
tentar a mi cíclope latiente
y serás amable y cruel
y dulce
dolorosa
cual tres clavos en los pies

Al influjo de tus manos me dilato
hasta ser una cascada por el borde de tu grieta

(III )

Y somos aplastados por nosotros mismos
girando
etéreos espirales de gritos y aliento entrecortado
asomamos hasta el borde mismo del abismo
y una edad de sudor y hielo nos lleva hacia el propio olvido
y por un instante no existimos.

Frans Gris-Abril 2007
Poeta