Poemas :  Túnel de la desgracia
Túnel de la desgracia

Me adentré en tu túnel misterioso que surcan los sueños y mis lánguidas imaginaciones
Y encontré vacío y profundo el palpitar de tus corazones
Así como impávida y muda la fluidez de tus conversaciones
Así como estaban cerrados como muros y fríos tus besos, sin la emoción de tus pasiones
Y allí en ese túnel tenebroso, conocí la oscuridad, sin el perdón de mis razones
Me azotó tu tormenta huracanada con rayos y centellas que destellaban en todas direcciones
Mostrándome entre tinieblas, la loza de la sepultura entre miedos, caos y confusiones
Túnel siniestro y sombrío, de llantos, lágrimas y desesperaciones
Intenté contigo enfriar las cenizas del infierno y callar el grito de tus maldiciones
Quise sanar las heridas sangrantes de tu traición y evitar tu soberbia en las discusiones
Te bajé el sol para que calentara tu cuerpo y alejara tus malas intenciones
Te arrope con la luna esplendorosa para que tu alma se llenara de amor y de ilusiones
Pero seguiste en las sombras, toda iracunda e ida en otras dimensiones

Túnel de la desgracia, en la soledad de tu oscuridad, que me arropaste ocultándome la salida
Corazón rodeado de sombras y penumbras, que están acabando con la lucidez de mi vida
Silueta macabra, que se desplaza en tinieblas como fantasma de repente aparecida
Ya no sonrío, ni te quiero al rostro mirar, ni quiero pensar que una vez fue mi amante, mi moza y mi querida
Se marchitó tu capullo y se te cayeron los pétalos de tu vanidad y de egos creída
Se te agotaron las municiones de tu escopeta oxidada, sin pólvora de bandida
El túnel de tu desprecio arde en llamas sin tizón, en lenguas de fuego encendida
Se te acabó la faena, sacrificando al toro sin arena y sin esperar el fin de la corrida
Acabaste con mis sueños, dejándome sólo pesadillas, con la felicidad muerta y dormida
Nunca atravesaré el túnel, porque tu silueta pasa como espectro y nunca se olvida
Túnel de la desgracia, el desespero de mi soledad, por nadie entre la oscuridad comprendida
Quise atravesar tu cuerpo y tu corazón, pero mi alma en tu túnel macabro, fue sorprendida
Quise escuchar la última canción y la triste melodía en la soledad de mi despedida
En los estertores de mi agonía, la muerte en una túnica negra, al final del túnel se escondía
Quise desaparecer y abandonar aquella terrible oscuridad, pero mi alma a la tuya estaba poseída
No sé si la vida se me fue de día o de noche o entre las sombras de amanecida
O si el túnel de la desgracia fue real y con mi muerte, la vida al final fue vencida.

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga abril 22-2023
Poeta

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