juank0905041

Poemas, frases y mensajes de juank0905041

Selección de poemas, frases y mensajes mais populares de juank0905041

Natural de La Yuraguana, San Andrés, Holguín, Cuba.
Graduado de Maestro Primario.
Lic. en Educación en la Especialidad de Física y Astronomía.
MSc. Nuevas Tecnologías para la Educación.
Radiaficiona con indicativo(CO7JZ)

La vida sin ti

¡Qué amargos son los días sin ti!
cuando al despertar en cada mañana,
a mi lado tú no estás; como estabas,
como antes te tuve para mí.

¡Qué solas son las tardes sin ti!
cuando no llegas del trabajo como siempre,
nuestra casa oscurece más temprano,
y la comida ya no tiene igual sabor.

¡Qué tristes son las noches sin ti!
cuando en la cama a mi lado no te encuentro,
los desvelos me acompañan casi siempre,
porque ya no está el aroma, que allí estaba.

¡Qué fría son las madrugadas sin ti!
cuando mis piernas no te encuentra en la cama,
y despierto abrazando a nuestra almohada,
y al fin te recuerdo, allí tan lejos.

¡Qué horrible es la vida sin ti!
sin tenerte a mi lado como quiero,
pero tengo la certeza que al volver,
nuestras vidas viviran otros momentos.

Juan Carlos

A ti mi querida Pupita, que estás tan lejos.

El día que me quieras.

El día que me quieras será como el comienzo.
Será, despertar de un sueño profundo de en medio del infierno
y volver a tu mundo, que es mi mundo; y es más tierno.

El día que me quieras será como el universo.
Será, viajar enormes distancias en un solo momento
y doblegar al dolor, y arrancarte todo; todo tu sufrimiento.

El día que me quieras será vivir un nuevo intento.
Será, cambiar lo amargo de la hiel por el dulce de tu aliento
y liberar al amor y encerrar la tristeza, que aún llevas por dentro.

El día que me quieras será como yo pienso.
Será la luz de tu estrella, el astro que ilumine mis sentimientos
y tendrás de mi todo mi amor; el amor, que hoy por ti yo siento.

Juan Carlos

Porque sé que me amas…

Porque sé que me amas, estaré aquí,
Como el primer día que te vi partir,
Porque no importa la distancia y la soledad,
Si es contigo, que al final quiero vivir.

Porque sé que me amas, pensaré en ti,
Y siempre serás la Reyna de mi castillo,
Porque eres ternura y sensualidad,
Porque llevas contigo nuestro apellido.

Porque sé que me amas, me encontrarás,
Aunque ya sea tendido en nuestro lecho,
Porque sienta nostalgia y mucha tristeza,
Por no poder apretarte, contra mí pecho.

Porque sé que me amas, resistirás,
Aunque la vida sea dura y no te de aliento,
Porque sé bien que nuestro amor,
Por nada del mundo lo echarías al viento.

Porque sé que me amas, no fallarás,
Y estarás siempre fuerte a cualquier situación,
Porque tu alma es pura, y no te fallé,
Cuando me necesitaste en aquella ocasión.

Porque sé que me amas, pensarás en mí,
Y si te equivocas, rectificarás a tiempo,
Porque sé que me amas, te acordarás de mí,
Desde el día que te dije ¡no me arrepiento!

Porque sé que me amas, estaré allí contigo,
Porque sé que me amas, y aunque esté ausente,
Porque sé que me amas, estarás aquí conmigo,
Porque sé que me amas, me tendrás presente.

Juan Carlos.

Para mi adorada esposa que hoy se encuentra muy distante de mí en funciones de trabajo. Confío en tí mi amor.

Sembraré un jazmín para ti

Sembraré un jazmín en mi patio,
y comenzaré a regarlo cada mañana,
para que florezca y escribir tu nombre,
en todos sus pétalos y dibujar tu cara,
así podré mirarte toditos los días,
hasta que decidas venirte a mi casa.

Estaré pendiente que no le falte el agua,
que las malas hierbas no cubran su estampa,
cuidaré que el sol no dañe sus hojas,
y sus bellas flores no sean robadas,
para que el jazmín no pierda su encanto,
y sentir tu aroma cada madrugada.

Pero si no vienes se agotará el agua,
se secará el suelo y del jazmín sus ramas,
se marchitarán sus flores y se irán cayendo,
evaporando su olor al cruzar del viento,
morirá este amor y esta pasión que siento,
Y cuando eso suceda, yo, estaré muriendo.

Autor: Juan Carlos.

“¿Cómo apoderarme de tu corazoncito?”

¿Cómo podría dejar de pensar en ti?
si estás ahí siempre; en mi camino
y no te puedo evitar.

¿Cómo huir de tanta ternura?
que me atrae sin límites,
y me pone preso de tus encantos.

¿Cómo arrancar tu sonrisa de tu semblante?
y llevarla conmigo junto a mi pecho,
para a cada momento poder besarte.

¿Cómo andar en la vida sin tu presencia?
si el camino es tan largo y difícil,
y sin ti moriría al andar.

¿Cómo conquistar tu amor y tu belleza?
que frena mi inerte impulso,
y me activa los nervios, al estar frente a ti.

¿Cómo apoderarme de tu corazoncito?
y arrebatárselo a su dueño cuando esté ausente
y tenerlo solo para mí.

Autor: Juan Carlos.

¡Qué importa que me desprecies!

Qué importa que me desprecies si ya te tengo,
Te tengo prendida aquí en mi alma y no te puedo arrancar,
Tu desprecio me hace fuerte y por más que me desprecies;
Por más que me desprecies, más te voy a amar.

No importa que te escondas y no me quieras escuchar,
Si ya lo dije todo, ¿qué otra cosa va a pasar?
Si te escondes te recuerdo y si apareces me harás llorar,
Porque te amo desde adentro y eso nadie lo va a cambiar.

No te he pedido nada; porque nada te voy a quitar,
Solo te he pedido amarte, amarte de aquí para allá,
Te amaré yo solo, si es que tú no me puedes amar,
Te amaré por los dos juntos, pero te amaré hasta el final.

Y no me pidas que me calle, porque yo no voy a callar,
Gritaré al mundo entero que te amo y que te quiero,
Pero diré que eres cobarde o que tú no sabes amar,
Que fingiste y me engañaste y ya; no diré más.

Lucharé con gusto, ya lo verás; pero si por tu culpa muero,
Moriré luchando contra este amor que hoy no puedo olvidar,
Moriré por este amor testarudo que ahora siento, para luego ir al cielo,
Pero allá en el cielo; allí, aún amándote te voy a esperar.

Juan Carlos

Te voy a dejar en paz

Te voy a dejar en paz
aunque me duela perderte,
y tal vez no vuelva a verte
ni sabré dónde estarás.

Voy a hacer tu voluntad
como siempre me pediste,
y porque también me dijiste
que era solo una amistad.

Ya no serás mi Julieta
y no es lo que yo deseo
dejaré de ser tu Romeo
y también de ser poeta.

No tengas pena de mí
te lo pido por favor,
ya me sentiré mejor
cuando me olvide de ti.

No te puedo negar
que estoy loco por ti,
y que desde que te vi
se desmoronó mi hogar.

No hago más que pensar
en este amor imposible,
que ya no es, ni invisible
ni lo puedo ocultar.

No tendrás que preocuparte
por lo que me está pasando,
y pensar que me estás usando
y no puedes escaparte.

Te libero de esta situación
y de todo compromiso,
ya que usted nunca me quiso
ni tuvo ninguna intensión.

Yo sé que nunca quisiste
aprovecharte de mi bondad
y que no fue por maldad
las cosas que me pediste.

Tampoco tienes que temer
de una posible reacción,
a partir de la ocasión
en que nos volvamos a ver.

Las cosas van a cambiar
y no me lo vas a creer,
pero tú lo podrás ver
mucho antes de llegar.

Si en algo te puedo ayudar
y te interesa ocuparme,
no dude usted en llamarme
que nunca me voy a negar.

Mi deseo es muy bonito
y te lo digo de corazón,
que vuelva a ti la ilusión
y abra tu corazoncito.

Y aunque lo tengas chiquito
y no te sirva para amar
yo guardo, para ti un lugar
en el mío, que es infinito.

¡Esa lengua que tu tienes!

Con esa lengua que tienes
bien que te harían dos,
una para que comas arroz
y otra para otros bienes.

Con una no te es suficiente
andan diciendo por ahí,
que el día que comas maíz
se te van a caer los dientes.

Tienes una lengua bendita
suelta, larga y sin frenillo,
te haría falta un pestillo
cada vez que se te irrita.

Dios te bendiga esa lengua
y te la ponga en un altar,
para que dejes de criticar
a todo el que por ahí venga.

Denle alma a esta criatura
denle amor y tranquilidad,
pero quítenle la frialdad
que tiene en su dentadura.

¡Qué lengua más larga tienes!
llena de odio y de maldad
¿acaso serán verdad
esos amigos que tienes?

Limpia esa lengua maldita
y bendícela con amor
dale hisopo o brillador
para que hable cosas bonitas.

¡Esa lengua que tú tienes!
que te la puedes pisar
trátala de arreglar
o limpia lo que ella tiene.

Juan Carlos

Mi hija Karla

Mi hija Karla.

Eres lo mejor que me ha pasado en mucho años, eres mi orgullo de siempre, eres mi propio reflejo.

Por encima de todo y aunque muchos piensen lo contrario, te amo con toda la fuerza de mi corazón; el cual comparto con tu hermano John Carlos, al que también prefiero.

Pero tu mi hembrita querida, eres la estrella que brilla con luz propia y no habrá hueco negro en el universo que logre arrastrarte a las tinieblas del mal.

El destino te abrirá el camino al futuro y la suerte que te acompañe sera tu verdadero dios. Yo seré tu guardian esperitual; lo material, no será importante.

MSc. Juan Carlos Pérez Martínez

Homenajeando los resultados alcanzados por mi hija Karla al terminar su Tercer Grado, donde alcanzó 7 notas de Excelente y 2 de Muy Bien:

Lengua española E
Matemática E
El mundo en que vivimos E
Computación E
Educación Laboral E
Educación Plástica E
Educación Musical E
Educación Física MB
Inglés MB

El sueño.

Anoche estuve pensando.
mientras tú estabas durmiendo,
que yo me estaba perdiendo,
lo que tú estabas gozando.

Que tú me estabas tocando.
mientras yo estaba durmiendo,
y que tú te estabas riendo,
y yo sólo estaba mirando.

¡Y era yo el que estaba tocando!
y tú si te estabas riendo,
pero yo estaba durmiendo,
y tú me estabas mirando.

Anoche si estabas gozando.
y yo me lo estaba perdiendo,
porque tú no estabas durmiendo,
¡pero yo si estaba soñando!

Juan Carlos

Trabalenguas

Malditos celos

Dicen que el error de un hombre,
es hacer llorar a una mujer,
por desprecios y traiciones,
por engaños y por placer.

No creo que fue mi intención,
ni es lo que he hecho contigo,
sucede porque te amo,
y no porque sea un castigo.

Son cosas muy diferentes
con el mismo resultado,
por dudas y desconfianza,
y por celos infundados.

Dicen que amar es difícil,
sobre todo si es verdad,
que se ama intensamente,
y se quiere sin maldad.

El amor no tiene dueño,
cuando es un amor verdadero,
solo manda el corazón,
si es un amor puro y sincero.

Te he hecho llorar y lo sé,
y he llorado junto contigo,
todo por mis celos estúpidos,
que están acabando conmigo.

Perdón te pido otra vez,
porque sé que tu lo harás,
déjame empezar de nuevo,
y no te arrepentirás.

Hoy quiero secar tus lágrimas,
y confiar en tu lealtad,
olvidarme de traiciones,
y amarte con intensidad.

He ido lejos en caprichos,
en imágenes y desvelos,
he llorado y he sufrido,
todo por los malditos celos.

Fui egoísta y desesperado,
fui celoso y juzgador,
te lastimo casi siempre,
por no confiar en tu amor.

Perdóname ahora te pido,
entiende mi proceder,
son celos porque te amo,
y no te quiero perder.

Juan Carlos

Tus lindos ojos

Ayer descubrí que tus ojos,
brillan como una estrella,
ayer descubrí que entre todas,
eres la mujer más bella.

Al fin te pude encontrar,
sabía que tú existías,
ahora no podré dejar,
de pensar en ti, cada día.

Me gustan tus lindos ojos,
como me gusta tú fina piel,
tu boca con tanta frescura,
tus labios con sabor a miel.

Tu delicadeza femenina,
te hace una mujer muy hermosa,
que tienes tantos encantos,
como los tiene una rosa.

Te veo y no puedo evitar,
mirarte y disfrutar el momento,
discúlpame por ser indiscreto,
y decirte lo que siento.

Tienes tus ojos muy lindos,
tienes en fin muchas cosas,
eres la reina del mundo,
eres una mujer preciosa.

Autor: Juan Carlos.

¿Cómo decirte que te quiero?

¿Cómo decirte que te quiero?
En el pequeño espacio que encierra mi pensamiento, no encuentro mejor palabra para decirte que te quiero.

Tampoco encuentro mejor modo de reflejar todo mi amor, que no sea el mirarte fijamente a tus ojos tristes por naturaleza.

No alcanzaría el ocaso de todo un año para esconder la angustia y el dolor de sentirme atado a un amor imposible, tierno y dulce como el tuyo.

Alegre será el momento de nuestra despedida cada vez que la oportunidad colme mi esperanza con tus besos.

Triste serán los días en que tenga que conformarme con tu ausencia y viviré cada momento en que al despertar tenga la sensación de que he estado toda la noche respirando tu aliento.

Moriría con gusto si el destino quisiera que el fin de nuestros días fuera el comienzo de la vida eterna en el paraíso de tu cuerpo desposeído de prejuicios y verbos obscenos.

Autor: MSc. Juan Carlos Pérez Martínez

Para mi Reyna Pupita

Espero...

Espero que al acostarte,
en mi tu estés pensando,
que el tiempo vaya pasando,
y nunca dejar de amarte.

Espero cuando amanezca,
que pienses primero en mí,
igual que yo haré por ti,
todo lo que tú merezcas.

Espero poder besarte,
cuando vengas de regreso,
y dejar de ser yo, un preso,
y entonces poder mirarte.

Espero con emoción,
volverte a tener conmigo,
y tener un poco de trigo,
para darte mejor atención.

Espero con alegría,
y según mi parecer,
que tú vuelvas a ser,
aquella, La Pupita mía.

Juan Carlos

El por qué de mi indiscreción

Primero que todo quiero que sepas que cualquier cosa que haga, como esto que estás leyendo por ejemplo, la haré por el deseo inmenso que tengo de demostrarte todo el amor que siento por ti; y que trato en cada momento de controlar mis emociones para no cometer errores.

Me costó mucho trabajo pero al final he ido entendiendo como deben funcionar las cosas y es difícil, créelo; mas no puedo evitar en algún momento ser susceptible a tus reacciones.

Sé que he llegado más allá de lo permisible y te doy las gracias por haber soportado tantos acosos, que en otras circunstancias ya sé que no lo hubieras permitido, porque te voy conociendo y me has dejado la mejor impresión que de ti pudiera tener, por tu seriedad, por tu forma de pensar y de ver la vida; con profundidad y no superficialmente.

Hoy no sé si hago bien en alimentar un amor que apenas ha dado muestra de existencia, no por mi parte, sino por el lado opuesto y no te pido nada, porque siempre has sido bien clara conmigo; pero también me has dejado entrever que otra cosa pudiera pasar dependiendo de mí discreción. Quizás fui o soy indiscreto y no lo niego, lo evito; fui indiscreto y no porque te viera como a otras o vea las cosas fáciles contigo sino porque pensé que era mi oportunidad de amar sin límites y sin fronteras, pero luego me hiciste ver que siempre hay un límite para cada cosa. Es difícil de entenderlo, lo sé, pero quisiera que me entiendas y más que entender, que me creas y tengas la seguridad de que es cierto todo lo que te digo.

No veas este mensaje como una muestra más de mi desespero, pero sí me gustaría de ti un detalle al menos; un solo detalle tuyo me calmaría, un detalle pudiera ser que te sientes a mi lado y me aceptes el tema hasta el final y no lo evites. Hay tantas cosas que me gustaría conocer de ti y solo te estoy pidiendo una conversación, sin freno, sin límite, sin que me evadas el tema que te propongo. Seguramente voy a ser delicado contigo, no lo dudes; sin acoso y sin trampas. Me gusta ser delicado contigo, sí, trasmitirte todo mi cariño; sin tocarte, solo con mirarte. Déjame hablarte y mirarte a tus ojos que me gustan; tal vez tocarte con mis labios los tuyos que deseo, besarte con mi voz y al final podrás entender que eso es más importante que hacer el amor.

Quiero pedirte que confíes en mí, en mi amor por ti; en lo que siento por ti y no lo dudes nunca aunque pasen cien años, pero si en algún momento te percatas que intento alejarme y crees que es lo mejor para los dos, o para mí, no digas nada y calla; no lo evites. Si por el contrario albergas alguna esperanza para el futuro, no importa cual tiempo necesites; dímelo sin temor y esperaré todo lo que sea necesario; quizás ese sea el detalle más importante que he estado esperando, que me hables sin el miedo de que te malinterprete o de lastimarme, solo háblame y dime lo que te dice tu corazón; no seas tan egoísta. Yo siempre te voy a entender, pero nunca te voy a mentir…

¿Por qué me haces esperar?”

¿Dónde estás que no me llamas?
¿dónde te puedo encontrar?,
te entiendo; pero no comprendo,
¿por qué me haces esperar?

Déjame decirte lo que siento,
aunque sé que no me creerás,
si me dejas te convenzo,
pero dame esa oportunidad.

Tienes miedo, lo sé; mucho miedo,
es cierto, pero no te voy a juzgar,
te prometo ser sincero,
y decirte la verdad.

Que te amo, ya lo creo,
y me gustas cantidad,
te deseo y bien lo sabes,
¿que te quiero?, lo sabrás.

Autor: Juan Carlos.

Amar, temer y partir.

Amar, temer y partir
son los tres verbos modales,
sobre uno de los cuales
yo te quiero insistir.
Pero si por casualidad
a ti no te interesa,
no te rompas la cabeza
con lo que voy a decir,
yo, solo te quiero pedir
una oportunidad.

También pudiera pasar
no como una aventura,
que te arranques esa atadura
que yo te quiero cuidar.
Primero quiero decirte
para evitar el dolor,
que si alguien, te regale una flor
y te quiere confundir,
que no te vayas a ir
antes de despedirte.

Hace tiempo que aquí estoy
y tú lo debes saber,
esperando a una mujer
y cuando quieras, yo voy.
Quiero pedirte un favor
a ver si tú me complaces,
pero si puedes lo haces
trátalo, te lo pido,
ven pronto para mi nido
como la abeja a la flor.

El otro día traté
de decirte que te amo,
pero me pusiste un jamo
y dentro yo me quedé.
Y por si esto fuera poco
en mi cara te reíste,
yo no sé, por qué lo hiciste
no te pude responder,
¡Si pudieras entender!
que me estas volviendo loco.

Y pudiera suceder
como ahora estoy diciendo,
que por ti, yo estoy muriendo
pero tú, no quieres ceder.
Me gustaría convencerte
en este mismo momento,
al decirte lo que siento
te lo voy a repetir,
a tu lado quiero vivir
juntos hasta la muerte.

Temer, es otra forma verbal
de nuestra lengua materna,
dicen que la vida eterna
siempre está en carnaval.
Si tuviéramos que pasar
a esa forma de vida,
aunque sea, sola la ida
sin importarme el regreso,
te juro, que me confieso
para nunca regresar.

Es cierto que hay el temor
de volvernos a equivocar,
y para no volver a fallar
hay que aguantar el dolor.
Aquí, no hay nada seguro
no está escrito como dicen,
es mentira, no dejes que te utilicen
no trates de sostener
inténtalo vamos a ver,
si es mejor en el futuro.

Quiero, para los que no creen
hablarte del verbo partir,
porque si no te dejan ir
me tiro delante del tren.
U otra cosa yo invento
o me monto en un avión,
y resuelvo esta situación
como si voy a la habana,
pero no me da la gana
de dejarte en el convento.

Quiero, para resumir
y a modo de conclusión,
darte una nueva razón
para si quieres venir.
Pero primero debo advertirte
si me quieres complacer,
que aunque pueda parecer
un caballero andante,
para mí, no es lo más importante
lo que al final voy a decirte.

Que me encanta escuchar tu voz,
pero prefiero mirarte,
cargarte y después besarte
estando solos los dos.
Tu puedes sentir temor
si lo llamas por su nombre,
lo que hacen, una mujer y un hombre
en medio de la intimidad,
para ti, pudiera ser maldad
pero para mi, se llama amor.

Alguien que ama a una mujer presa por las cirscunstancias de la vida y atada a otro hombre del cual no le es posible despegarse. Toda una incognita. Mis consideraciones.

¿Qué hago contigo?

¡Difícil que debe ser!
que uno esté enamorado,
de alguien que tienes al lado
y no lo puede saber.
¡Cuántas cosas hay que hacer!
para no ser descubierto.
Tal vez soñar despierto
pudiera ser la solución,
y no descuidar la atención
para no ser un hombre muerto.

¿Díganme qué puedo hacer?
con esto que llevo por dentro,
trato de evitar el encuentro
porque ya no la puedo ni ver.
Porque me dan ganas de morder
ese precioso lunar.
Y es que no puedo evitar
mirarle siempre a la boca,
y aunque sé, que a mi no me toca
si me gustaría besar.

MSc. Juan Carlos

Entrégate sin pecar

Sé que para ti es difícil eso que intentas hacer
y que te es imposible aceptar toda esta trama
pero estás enamorada.

Estás dañando tu alma, limitando la emoción
le estás quitando latidos y flujo sanguíneo
a tu alegre corazón.

Procedes con temor y disimulas la mirada,
evitas la comunicación corporal, pero pecas con el sabor
de un roce de palabras dulces.

Te sonríes y luces bella, lo eres y lo sabes
y te haces la difícil, pero eres bella,
bella como la flor.

Y así me confundes y me llenas de dudas insaciables,
de dudas y deseos vírgenes que son el anhelo de vivir,
anhelo de amar y de placer.

Y te entregas, sí; lo vas a hacer,
te entregas firme y sin pecado; con pasión y sin freno,
pero con el hombre amado.

MSc. Juan Carlos

El día de las papeletas

Soñando estaba despierto como esperando tu llegada;
Alucinaba mientras entre tanta gente tu asomabas.
Tu belleza infinita, tu mirada picaresca y con ternura exagerada.
¡Pero estabas tan hermosa! o tal vez enamorada.

Ese fue el día que sin saber tu nombre supe que te amaba.
¡El día de las papeletas!, ese día; el día que yo esperaba.
Aquel día pronuncié tu nombre;
tú me lo dijiste pero no me hablaste;
solo me mirabas.

Recuerdo ese día como el primer día.
Recuerdo que me saludaste.
¡Qué ingenuo!, ese día tu me odiaste. Pero yo sin saberlo ya te amaba.

Juan Carlos

MSc. Juan Carlos Pérez Martínez.
Encargado de Relaciones Comerciales
DME. Nuevitas
Te. 032 412612