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Como trazar al sueño
Si la noche, se me adhiere
y tu ingenuidad titubea
en un soplo, de erotismo
y en la mirada cristalinos
ojos brujos en el asombro
agonizan sobre el delirio
Por engendrar, al insomnio
Y a tu hálito en un suspiro
Bajo el hospicio y la astucia
se relame conquistado
al deseo impredecible
de tu oculta fantasía.
Tu silueta en el ramal
vapulea sobre mi tronco
el aroma, de un vendaval
con el fuego,sobre tu torso
Condicionas la premura
Y mis dedos, encienden huellas
azotando, tu travesura...
en el glámur de la lucha
por abatirme, correoso
en los celos de tu cintura
Galopo en sensaciones
conquistando, al rumbo
hechizado con tu brío
de temblar, cuando te nombro
entre sudor y escalofríos.
Cual en tus ilusiones,
proliferas en abocarte,
a un profundo, abismo
en el sueño de una quimera
que tu y yo solo escribimos
En la llama de una vela.
Pedro Bernardeau
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Poeta
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Dime, dama temblorosa
si por ser rosa, alborada
tus labios, son melodía
en la noche tranquila
misteriosa y callada.
Si tu pelo, despuntado
no ondea como el mar
meciéndose espumoso
en su púdico transpirar
con el mórbido, anhelo
de este cielo, casi eterno
entre la arena y la sal.
Digo yo,que si es cierto
que tras el húmedo silencio
cada estigma de los besos
transmuta a mi consuelo
agonizando, por tu ser.
Y en cada rezo, de la piel
pintan con fuego, algarabía
ávidas y sorbidas caricias
hasta horadar mi desnudez
con el oreo, de la brisa
A vueltas con el amanecer.
Pedro Bermardeau
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Poeta
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Mujer
en tierra, ausente
cual tú mirada, hipnotiza
reina y espinas de rosa
de tu tallo sostuve
sangrientas, mis manos
abrigando
la aurora
y al espirar, en tu aroma
sentí
fluir a la brisa
entre la tierra, el mar y las olas
En el que vivo, mi soñar
me cito tras la tendida, senda
que me lleva,hacia el umbral
es algo tarde y atajo al frío
a
la espera binocular y la cuantía
de tu esbelta divinidad
aparecida, entre las sombras
A media luz...y en el ofuscar
Del angosto, soplar del viento
avispean... tus ojos ancestros
bajo el cincelado, beso
en la lejanía, de este amor
donde yo te puedo, hallar
Comienza a llover...
y desde mis flancos
.
modero al arduo, deseo
al pasear, mis libertinas manos
.
por las yemas, de tus dedos
Y en el meridiano, de tu cuello.....
mis labios, invaden la estancia
y tu piel, se humea empapada
ante, la rociada lluvia...
que, esboza
tu redondez
esculpida por el agua
Acompaño, a tus pasos....
hacia, el recóndito idilio
que guarda y acecha tu alcoba
y me sustento
bajo, el hechizo
que quedó tras de la puerta
el viento, la lluvia y el frío
remolinan
al brío, en la tormenta
y en el gozo,se retuerce
la ausencia
en este cálido infierno contigo.
Pedro Bernardeau
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Poeta
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