Poemas :  Oración a San Cipriano
ORACION A SAN CIPRIANO. FUNCIONA!!!!!! TENGAN FE!!!!!!!!!!!!!
POR LOD PODERES DE SAN CIPRIANO Y DE LAS 3 ALMAS QUE VIGILAN SAN CIPRIANO FEI VENDRA AHORA DETRAS DE MI AVA, VA A VENIR DOSIL, MANSO Y ENAMORADO LLENO DE AMOR,DE DESEO PARA VOLVER Y PEDIRME PERDON POR MENTIR Y PARA PEDIRME EN NOVIAZGO Y MAS TARDE EN BODA LO MAS RAPIDO POSIBLE.
SAN CIPRIANO TENDRE ESE PODER QUE EL OLVIDE Y DEJE DE UNA VEZ CUALQUIER OTRA MUJER QUE PUEDA ESTAR EN SU CABEZA Y VUELVA A ASUMIRME Y DECLARARSE PARA QUE TODOS VEAN.
SAN CIPRIANO ALEJE DE FEI CUALQUIER OTRA MUJER, QUE EL ME BUSQUE EN TODO MOMENTO HOY Y AHORA,DESEANDO ESTAR A MI LADO,QUE EL TENGA LA CERTEZA QUE SOY LA MUJER PERFECTA PARA EL, QUE FEI NO PUEDA VIVIR SIN MI Y QUE FEI SIEMPRE TENGA MI IMAGEN EN SU PENSAMIENTO EN TODOS LOS MOMENTOS.
AHORA DONDE ESTE CON QUIEN ESTE,EL ME BUSCARA PORQUE EL PENSAMIENTO DE EL ESTA EN MI.
Y AL ACOSTARSE QUE SUEÑE CONMIGO Y AL DESPERTAR QUE PIENSE EN MI Y ME DESEE,AL COMER PIENSE EN MI, AL PISAR QUE PIENSE EN MI,EN TODOS LOS MOMENTOS DE SU VIDA PIENSE EN MI.
QUE QUIERA VERME,SENTIR MI OLOR,TOCARME CON AMOR,QUE FEI QUIERA ABRAZARME,BESARME,CUIDARME,PROTEGERME,AMARME LAS 24 HORAS DE TODOS SUS DIAS HACIENDO ASI, QUE EL ME AME MAS Y QUE SIENTA PLACER SOLO POR OIR MI VOZ.
SAN CIPRIANO HAGA A FEI SENTIR POR MI UN DESEO FUERA DEL NORMAL, COMO NUNCA SINTIO POR OTRA PERSONA Y NUCA SENTIRA POR NADIE MAS. QUE HAYA PLACER SOLO CONMIGO,QUE HAYA DESEO SOLAMENTE POR MI Y QUE SU CUERPO SOLO A MI PERTENEZCA, QUE SOLO TENGA PAZ SI ESTA BIEN CONMIGO.
TE AGRADEZCO A TI SAN CIPRIANO POR ESTAR TRABAJANDO A MI FAVOR Y VOY A DIVULGAR TU NOMBRE EN PAGO DE AMANSAR A FEI Y TRAERLO ENAMORADO,CARIÑOSO,DEVOTADO,DEDICADO,FIEL Y LLENO DE DESEO A MIS BRAZOS.
REZAR 3 DIAS Y PUBLICAR… YA VERAS LOS RESULTADOS… TEN FE!!!!!
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Poeta

Poemas :  Otro romance maduro.
Otro romance maduro.

Morando van junto al prado
jardines de copa plana
son destrenzados los hilos
con pocos clavos alados.

Tiene un sencillo candado
cajón de los siete meses
los inventos horneados
de la picardía extrema.

Sella el rayo que matiza
un estribillo de nada
enamora y acompaña
con ceremonia sencilla.

Un nuevo bien comprendido
la suma antigua preciosa
mina de lucero y filo
complicado del querer.

Frío desagradecido
de encendedores no quiere
la maceta del jazmín
va alejándose de nuevo
minando todo el crepúsculo
viven como ven los vivos.

En medio coincide un pueblo
desde unos ojos y un todo
de blanco aprende el consuelo
y sale de nuevo al mundo
con un manojo de hechos.

Ya sin la zanja dormida
el recuerdo del principio
tarda una noche completa,
en cepos arrepentidos
va la tristeza volcada,
puja el resumen que puebla
el mediodía inocente
que surge con valentía.

Allí quizá pueda estar
iluminada mi torre
con un azul silencioso
de mariposas hermosas
que escapan de mis pesares,
la ristra de pormenores
que lleva al convencimiento
de círculo hueso y roce
en la duda descentrada,
en el deseo imposible.

Qué belleza lleva el canto
al comprender el desastre…
el pretendido de seda
precede al remedio pardo
cuando el celo del alambre
bebía geranio extraño
como un canario rizado.

Llega del Sur al instante
la lentísima soberbia
en los solapados montes
con la aurora suspendida,
en la espuma de los metros
progresaban margaritas
sendas de traca y espuela
y todos los llanos buenos.

Con promesa salpicada
para refrescar el viento
no puede enredar la cerca
la bufanda de los cuadros.

José Pómez

http://pomez.net
Poeta

Poemas :  Las elecciones
El león falleció ¡triste desgracia!
Y van, con la más pura democracia,
A nombrar nuevo rey los animales.

Las propagandas hubo electorales,
Prometieron la mar los oradores,
y… aquí tienen algunos electores:

Aunque les parezca a ustedes bobo
Las ovejas votaron por el lobo;
Y como son de buenos corazones
Por el gato votaron los ratones;

A pesar de su fama de ladinas
Por el zorro votaron las gallinas;
La paloma inocente,
Inocente votó por la serpiente;

Las moscas, nada hurañas,
querían que reinaran las arañas;
El sapo ansía, y la rana sueña
Con el feliz reinar de la cigüeña;

Con un gusano topo
Que a votar se encamina por el topo;
El topo no se queja,
mas da su voto por la comadreja;

Los peces, que sucumben por su boca,
Eligieron gustosos a la foca;
El caballo y el perro, no les asombre,
Ellos votaron por el hombre.

Y con dolor profundo
Por no poder encaminarse al trote,
arrastrábase un asno moribundo
A dar su voto por el zopilote.
Poeta

Poemas :  EL BRINDIS DEL BOHEMIO
En torno de una mesa de cantina,
una noche de invierno,
regocijadamente departían
seis alegres bohemios.

Los ecos de sus risas escapaban
y de aquel barrio quieto
iban a interrumpir el imponente
y profundo silencio.

El humo de olorosos cigarrillos
en espirales se elevaba al cielo,
simbolizando al resolverse en nada,
la vida de los sueños.

Pero en todos los labios había risas,
inspiración en todos los cerebros,
y, repartidas en la mesa, copas
pletóricas de ron, whisky o ajenjo.

Era curioso ver aquel conjunto,
aquel grupo bohemio,
del que brotaba la palabra chusca,
la que vierte veneno,
lo mismo que, melosa y delicada,
la música de un verso.

A cada nueva libación, las penas
hallábanse más lejos del grupo,
y nueva inspiración llegaba
a todos los cerebros,
con el idilio roto que venía
en alas del recuerdo.

Olvidaba decir que aquella noche,
aquel grupo bohemio
celebraba entre risas, libaciones,
chascarrillos y versos,
la agonía de un año que amarguras
dejó en todos los pechos,
y la llegada, consecuencia lógica,
del “Feliz Año Nuevo”...

Una voz varonil dijo de pronto:
—Las doce, compañeros;
Digamos el “requiéscat” por el año
que ha pasado a formar entre los muertos.
¡Brindemos por el año que comienza!
Porque nos traiga ensueños;
porque no sea su equipaje un cúmulo
de amargos desconsuelos...

—Brindo, dijo otra voz, por la esperanza
que a la vida nos lanza,
de vencer los rigores del destino,
por la esperanza, nuestra dulce amiga,
que las penas mitiga
y convierte en vergel nuestro camino.

Brindo porque ya hubiese a mi existencia
puesto fin con violencia
esgrimiendo en mi frente mi venganza;
si en mi cielo de tul limpio y divino
no alumbrara mi sino
una pálida estrella: Mi esperanza.

—¡Bravo! Dijeron todos, inspirado
esta noche has estado
y hablaste bueno, breve y sustancioso.
El turno es de Raúl; alce su copa
Y brinde por... Europa,
Ya que su extranjerismo es delicioso...

—Bebo y brindo, clamó el interpelado;
brindo por mi pasado,
que fue de luz, de amor y de alegría,
y en el que hubo mujeres seductoras
y frentes soñadoras
que se juntaron con la frente mía...

Brindo por el ayer que en la amargura
que hoy cubre de negrura
mi corazón, esparce sus consuelos
trayendo hasta mi mente las dulzuras
de goces, de ternuras,
de dichas, de deliquios, de desvelos.

—Yo brindo, dijo Juan, porque en mi mente
brote un torrente
de inspiración divina y seductora,
porque vibre en las cuerdas de mi lira
el verso que suspira,
que sonríe, que canta y que enamora.

Brindo porque mis versos cual saetas
Lleguen hasta las grietas
Formadas de metal y de granito
Del corazón de la mujer ingrata
Que a desdenes me mata...
¡pero que tiene un cuerpo muy bonito!

Porque a su corazón llegue mi canto,
porque enjuguen mi llanto
sus manos que me causan embelesos;
porque con creces mi pasión me pague...
¡vamos!, porque me embriague
con el divino néctar de sus besos.

Siguió la tempestad de frases vanas,
de aquellas tan humanas
que hallan en todas partes acomodo,
y en cada frase de entusiasmo ardiente,
hubo ovación creciente,
y libaciones y reír y todo.

Se brindó por la Patria, por las flores,
por los castos amores
que hacen un valladar de una ventana,
y por esas pasiones voluptuosas
que el fango del placer llena de rosas
y hacen de la mujer la cortesana.

Sólo faltaba un brindis, el de Arturo.
El del bohemio puro,
De noble corazón y gran cabeza;
Aquél que sin ambages declaraba
Que solo ambicionaba
Robarle inspiración a la tristeza.

Por todos estrechado, alzó la copa
Frente a la alegre tropa
Desbordante de risas y de contento;
Los inundó en la luz de una mirada,
Sacudió su melena alborotada
Y dijo así, con inspirado acento:

—Brindo por la mujer, mas no por ésa
en la que halláis consuelo en la tristeza,
rescoldo del placer ¡desventurados!;
no por esa que os brinda sus hechizos
cuando besáis sus rizos
artificiosamente perfumados.

Yo no brindo por ella, compañeros,
siento por esta vez no complaceros.
Brindo por la mujer, pero por una,
por la que me brindó sus embelesos
y me envolvió en sus besos:
por la mujer que me arrulló en la cuna.

Por la mujer que me enseño de niño
lo que vale el cariño
exquisito, profundo y verdadero;
por la mujer que me arrulló en sus brazos
y que me dio en pedazos,
uno por uno, el corazón entero.

¡Por mi Madre! Bohemios, por la anciana
que piensa en el mañana
como en algo muy dulce y muy deseado,
porque sueña tal vez, que mi destino
me señala el camino
por el que volveré pronto a su lado.

Por la anciana adorada y bendecida,
por la que con su sangre me dio vida,
y ternura y cariño;
por la que fue la luz del alma mía,
y lloró de alegría,
sintiendo mi cabeza en su corpiño.

Por esa brindo yo, dejad que llore,
que en lágrimas desflore
esta pena letal que me asesina;
dejad que brinde por mi madre ausente,
por la que llora y siente
que mi ausencia es un fuego que calcina.

Por la anciana infeliz que sufre y llora
y que del cielo implora
que vuelva yo muy pronto a estar con ella;
por mi Madre, bohemios, que es dulzura
vertida en mi amargura
y en esta noche de mi vida, estrella...

El bohemio calló; ningún acento
profanó el sentimiento
nacido del dolor y la ternura,
y pareció que sobre aquel ambiente
flotaba inmensamente
un poema de amor y de amargura.
Poeta