Que dolor de cabeza pensar el amor y la soledad el mañana que amenaza con llegar a ser un frío desierto. Miro al rincón y ahí están todas las caras que señale apuntándome con sus dedos tiesos. Amo en el dolor el placer en la risa el llanto y soy alguien que no tiene nada que ver conmigo. Estoy inmerso en otra piel respirando por quien sabe quien desgarrando esta intriga que parece llegar a los huesos. Mira los siete errores en el espejo quedara tiempo para contar las sombras que caminan por esta habitación de miedo. Son como palabras que uno olvido una promesa que se rompió un sueño que desvaneció y ya no hay despertares con calma...