Poemas :  SONETO DEL GENIO
SONETO DEL GENIO
Autor : Michelangelo Buonarroti.
Italiano.


Miguel Angel, el polifacético artista del que no se puede decir si fue más genial como escultor, pintor o arquitecto, también escribió versos. Este soneto nos recuerda la frase que se le atribuye, refiriéndose a la bella escultura antigua que se conserva en el Vaticano: ¨Yo soy discípulo de el torso¨.

A UN MONUMENTO ANTIGUO

Siempre admirables del artista pío
con sus rasgos serán las obras bellas:
la actitud, la expresión adquiere en ellas
el ser que vive sobre el mármol frío.

Aunque el tiempo después las hiera impío
de su esplendor conservarán las huellas;
son del arte las nítidas estrellas
que en si guarda del genio el poderío.

Así, pues, tu hermosura, oh monumento
de celestiales tipos, se engrandece
y nos revela al inmortal Artista.

Altérese o destruya, en mí la siento;
señora es de mi alma, e igual se ofrece,
ya joven o ya viejo, ante mi vista.

Michelangelo Buonarroti
.
Poeta

Poemas :  Lúcida maleza ...
LÚCIDA MALEZA

Luz
Y
Da
Mal
Ésa...
Irreparable certeza cortesana.

Sirena
Sedante
Océano de noches frías.

Hermosura de la esperanza,
solo.
¡Si la verdad fuera cristalina!.
Invisiblemente, inflexible, inmutable.
Transparente, y como la sienten,
y la piensan y la comentan y la esperan,
de oro aurora, de hondo beso, de rojo estuche,
insondable,
minuto,
astro,
la maravilla de ternura pareja,
sin el empedrado algodonoso,
sin el alfiler endulzado,
con la pasión inmensa,
con la razón serena,
piensan,
comentan,
esperan.
Hilos cazadores de las caricias.

Luz hasta que oscurece,
esplendor que oscurece tanto,
que no pueden verse ni los cielos,
ni las estrellas,
con la mano delante,
del sol,
y de las narices,
montañosas que comienzan a suspirar,
por las medallas de la vida,
las medallas
de
la vida,
y de debajo de la piedra, esmaltando los metales,
donde todavía está más oscuro,
estremecer las cuevas,
y hace más frío multiplicando fraguas ingenuas.

Antes de cualquier pero,
pero,
donde sin embargo nada quedó de la nada,
donde,
hay una paz real y calma,
y no hay peligro alguno,
de musas embriagadoras,
fatídicos reproches de verdades ciertas,
y en absoluto ni nada ni nadie que los moleste, insultando a las mentiras,
y que luego lleve el desorden a las cosas.

Simultáneamente
Energética
Ignominia
y el continuo susurro almendrando,
sobre la relación de la escritura con la voz,
que solo se ve brumosa campana,
perdonando a las piedras tímidas,
por el intermedio,
de las notas breves,
en las que se pone en su sitio,
al desnudo pueblo de sombras,
y quimeras fresas,
en el aspecto de la construcción,
vista en relación con el amor,
fragmentario del suspiro,
parabólico y mecánico,
fábrica del caudal apasionado,
umbral ardiente.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta