Poemas surrealistas :  Complejidades
COMPLEJIDADES

Desenredando las palabras,
danzan bajo el agua,
soles sin ropa rotos,
por el cielo entre los suspiros,
interrogando intimidades invencibles,
en la tela que talan los tálamos,
instigando persistentes adustos silencios.

Complejidades que con asiduidad merodean,
en la destemplanza y marejada,
apoteosis indómita que redime,
los enmarañados sentimientos,
como el tiburón en el desierto,
el camello marinero y la tortuga.
¡Inquietante al encolerizarse!.

Complejidades del escarnio al improperio,
que en la luna teje perlas,
a la timidez del tigre,
a la cariñosa cobra,
del escorpión tierno,
del cordero enardecido,
por la venganza del espejo.
¡Altivo!.

Complejidades al descorazonarse el aliento,
donde una silla descansa sentada,
en la cama de rodillas,
una almohada tiene insomnio,
por la túnica de nubes,
bajo el biombo enamorado,
del anillo que no usa dedos.
¡Al desenojarse!.

Complejidades, erectas en la sonrisa,
encendida, que alumbra un salmón,
un salto suave dentro.
¡Tan profundo como alto,
en el llanto en el canto!.
Como en el desencanto cuenta,
curvas cruentas, las palabras de una letra, lenificando leñas, lesivas,
de mil sentimientos saponáceos,
satinados en el llanto de una lágrima,
sazonada satisfecha.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Ínfimo cataclismo
ÍNFIMO CATACLISMO

Antes de ésto,
ni las piedras piensan,
en ser agua que planta fuego,
ni el humo ignora bajar,
desconociendo la escalera,
después del futuro que olvidó,
en la tala de la tela de la pala,
acústica, rústica y lejana.

Ínfimo... ¡Cataclismo!.
En los cielos de una ausencia.
En los mares de una ola.
¡Qué al sol sale solitaria!.
¡Qué la sal sube agrupada!.
Por la sombra de sus obscuridades.
Del pasado que lento viene.
¡En la estoica ceniza que vive!.

¡Qué vuela el vuelo sin una pluma!.
¡Qué siente lo que nunca pensó!.
En el plomo perdido.
En la juventud que respiraba.
Tocada por el anhelo.
¡Helo allá que ni al hielo hila!.
Ni al silencio las pestañas oyen.
Ni huyen a ninguna parte.

¡Por ser un buen olvido que se siente!.
Antes de saberlo, por no encontrarlo.
Tan cerca de lo que nunca será.
¡En la verdad inexistente!.
Un
Ínfimo
Cataclismo
Antes. ínfimo, ínfimo,
cataclismo real.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  El Viejo Tiempo... (Anticuento)
EL VIEJO TIEMPO

Soy tu ayer, alguien que pensó que eras una costumbre,
que desemboca invariablemente en el recuerdo.
Un personaje que puede vivir mucho, y morirse por
conseguir lo que no es, al principio solo en algunos puntos, mutando en voz baja, cuando sopla fuerte la corriente lejana,
y arriba de la pequeña ventana, frente al acantilado fuera de aquel extraño mecanismo incrustado en la pared hermética, que ensarta mariposas, en el tierno alfiler prendiendo arañas húmedas al vidrio, en sólo dos ventanas estrechas y profundas.

A lo lejos un reloj tiembla, extendiéndose, secretamente entre las manecillas que luego callaban, y alzaban los minutos espectadores en gran actividad por la casa, y el cofre labrado.
Donde había descendido, no debiendo estar en la hora cero como un objeto extraño. Sin repetir con arrogancia artera, ni difundir el odio, el rencor o maldecir la envidia multiplicándose.

Tal vez serás lo inalcanzable del horizonte, bajo montañas nevadas, o la amargura que persiste bajo la sonrisa impura, por las fechas que se alejan, y se pretende espiar los afanes del eco... Temporal.

Impaciente por llegar el viejo tiempo, se ofrecía sostenido, con empeño en la más codiciada memoria luciendo uniforme con una tela impermeable... Sordo a las vanidades de la fama en la sombra encantadora.

Él, ajeno a la posesión del espacio, colgaba de los siglos dorados la posibilidad de hablar de las desnudeces edénicas, y los errores
impuestos, para ser aprobados en las maniobras en filas cargadoras de sombras, para que nunca se extinga el incendio interior.

Sucedía que poco a poco el ancestral temor a la muerte se fue despoblando, en cierto lugar por la multitud murmurante, y la escasa
concurrencia, derramándose exasperada en el olvido. Sin llantos, sin lamentos, sin la sorpresa por las huellas borradas de los calendarios,
a quienes veían pasar traídas del otro lado del futuro perdido, preguntando por el estado de los preparativos, donde nada se mueve en el círculo vicioso exactamente.
Y los agricultores informan, que no solo tiene que ver con la miel del entusiasmo, acerca de las oportunidades, que superan los recursos disponibles al precio del bien que cambia siendo a su vez el universal tirano.

Pues se descubre, con sorpresa, y reticencia el exceso de consideraciones encaminadas a minimizar la importancia del fenómeno qué se observa en
todas partes, ante la disponibilidad de las manifestaciones más extremistas
cuando la admiración salta en el pleno sentido de la inmadurez que sobrevive de los antiguos valores, como el impulso desconocido, y fundamental en las
tensiones profundas, y relajamientos superficiales, afirmando la angustia de ser incluido en las realidades esfumadas de la época.

Yo como el ayer, sé de la sucesión imprevisible de los altibajos, y de las zonas informales del ritmo en la composición más ortodoxa, de la abstracción antropomorfa por la inmediatez irracional, y espontánea.

Así las cosas, estarías muy enfadado metiéndote al futuro hecho una mentira, ayudando al marcador de fallas pidiendo licencia por exceso de trabajo sin
digerir lo que todavía puede deshacerse.

Por eso decidí dejar todo en el mañana, y penetrar la historia por hacerse como el polvo de los archiveros en huelga sobre una papeleta blanca, en el extremo de un agujero puesto de pie con los brazos pegados desmenuzando la falta de sensibilidad razonable en las esquinas de una flor exhausta que repara la superficie quebradiza del reflejo en un lago alejado en la paciente
serenidad, y las complicidades telúricas del homenaje perverso en el abandono amenazante, con el rostro benevolente de las mil máscaras fúnebres de la belleza atroz, por el descuido del néctar del subterráneo.

Entre tanto, yo, como tu ayer, y con el viejo tiempo, quedaré bastante recuperado si y sólo sí... Están... Sin hacerme vivir a la fuerza cultivando los mismos errores, inhumanos, que dejan sin alma sus fantasmas vivientes. Y tal vez de nuevo viejo,
te veas entre los siglos, con el rostro del mejor futuro en verdad salvado.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Vértice omiso
VÉRTICE OMISO

Por el amarillo que pretende.
¡Asoleado!.
Ser luna bajo el frescor del lago.
En la sonrisa de la fruta.
Prohibido el precio prueba cada mañana.
¡Qué toma un café del ciprés veloz!.
En las ramas donde los automóviles crecen.
Del permanente relampaguear contando.
Cada oculto día por avasallar un ruiseñor.
En la memoria imposible del añejo perenne.
En la flor del horizonte que llueve sangre tierna.
Del cruzar latitudes qué derriten. ¡Vértices profundos!.

¡Omiso!.
Al interior del mar moluscos.
Por las faldas del paisaje hecho trizas de cenizas.
¡Ascendentes ademanes además!.
Quitando la poca realidad de los letreros.
Amarrando las paredes del pálido vivir.
Del cajón forrado de martillos.
De la profundidad sobrante.
En los pájaros de brisa, cada noche falsa.
¡Dónde cuelgan los lagos la blancura!.
Del fiero elucubrar estimulante, mil mentiras.
Por las calles en la intimidad de la sombra.


¡Vértice!.
Del mismo líder del pantano, del futuro sepultado.
¡Está encendiendo las violetas del invierno!
Cuidadoso habitante de cualquiera que se olvida.
Del asfalto gris de las hormigas hechas nudos.
En las tiendas de pichones y tuberías.
En los elefantes musicales de las enredaderas.
Del sendero al frente del saqueo, alma y cuerpo del desamparo.
¡Qué dispersa las palomas de la tela, de las plumas y del vuelo!.
Con las pautas del informe, curso, esperando ser creído, infame.
Con todo lo de la higiénica lombriz. débil en cada una de las venas.
Del virtual inconveniente gran gana, que imposible borra el suelo.

¡Flagelo!.
Vértice omiso, del hueso al seso, espeso saluda.
Al aire menos móvil bajo la sombra.
Del itinerario cada mañana. ¡Sonríe al hielo hieles solo!.
¡Vértice!.
Con la esencia de lo impune.
Y todo el natural rumiar. ¡Omiso siempre intenso!.
Entre flores serpentea marchito cada sueño.
Cada hogar dónde ninguna tarde reposa.
¡Ni aun restaurada plantando lunas!.
Es la impiedad andando bordada en cada nube gris.
Con la calidad de hormiga, y la esencia de traición al suelo mismo.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas sensuales :  E.S.P.E.R.A.N.T.I.N.O... (Experimental visual)
E.S.P.E.R.A.N.T.I.N.O.

Audaz escarlata el cabello
niega glotona
triste apetito
inquisitiva la rodilla duele
a los peces intrépidos

el caminar
pe
scando
un poco
viejo

Sin
La
Red
¡Raída por le edad!.

Del aire secreta tela.
Soporta.
Semidesnudo.
A veces.

Violenta.
El hambre.
Al viento audaz.

¡De hojas ya no muere!.
Al esperar primaveral.
El corazón.

Columpio.
Secreto al final
en la nueva luna.
Esperantina mira también,
aquéllo... ¡Espera!.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Derramada...
DERRAMADA.....

Devuelve una vela su tela
Una flama
una rama una rana
Las alas a otra mariposa
En flor de
snuda nieve
Al otoño en secas hojas
Luciérnagas de cera
En las gotas
inmigrantes
En los frascos extremistas
Las camisas del rincón anudan
Las ventanas del puente
bordan
Su tela
Una vela vuela lejana
Como
Ranamariposa
En la nieve de las hojas
Las a
las en flor
Del otoño
¡Tan pronto!
Al desvelarse
Del telar

¡La flama en cada rama!
De
Rama
En
Rama
Al precio de los lamentos bebedores
en oferta del pozo de los colchones
se ven caer las espumas dudosamente
por las oleadas al fondo ensimismar
debilitada la noche de los pañuelos

D e r r a m a d a
.L a f l a m a
..U n a v e l a
...D e v u e l t a
A la vida, del sol lector abierta mente
Audaz águila magnífica en sus pupilas
En los túneles al ritmo de los minutos
Los párpados comprenden disimulados
Las inconsecuencias ilegibles inventadas

D e v u e l t a
.U n a v e l a
..L a f l a m a
...D e r r a m a d a
¡De rama en rama la raíz vuela velando su fuego!.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Desapalabrarse
DESAPALABRARSE

Solo
Por
Una
Sonrisa
El tiempo anida en torno al seno
De la vida fraterna por la tierra
¡Qué fervorosa!
La palabra, no muere, de momento,
¡Y...Levanta!
La canción de primavera verde,
Tenazmente, acerada, al umbral de los ensueños,
Sin opacar ninguna aurora, al albo labio...
¡Qué se aferra, la blancura, gota a gota nevando!

Des
Apala
Brados... Los latidos y sus ladridos.

En los fósforos cantores de los peces,
Anida el resplandor del trigo
Dónde
¡Nada pululan las actuales apariencias!
Ni
En las pañoletas, mejillas frutas,
Ni
En las rebanadas de los besos..
¡Del plato tierno, plata, del amor risueño!.

Efusión
Abnegada
¡Más allá de toda letra, menos palabra de más sentir!... Manto de senderos iluminados, ama.

Como
Marejada de pubescencias, en la pradera,
Como
Albas viajeras de mangos encalados,
Son
¡Los glaciares de las velas, telas del desamparo!
Desapacibles
Del exordio exornar
¡Los lacayos de madama madejuela!
Entre
¡Los marfiles marginales del manzano!
De
¡Palabra, enredadera, festín vetusto!
Pala
Bras... Del espejismo, siniestro y anonadado.

Por
El
¡Desovan, al desparpajo desmoronando!
Los
¡Diedros diacríticos y diáfanas diademas!
En
¡Las exacciones explotando eufóricos!
En
¡Las incurias infolios inescrutables!

Sólo el silencio sabe...
De la paradoja del embeleso
De la pérdida enigmática
Sólo el silencio sabe...

Des
Apa
Labrarse...

Sólo
De
La
Terneza del terremoto
¡Marmolería del miserable!
Sólo
De
La
¡Mítica quincuagena!
En
La
¡Sonrisa de una goleta!. Muda, letra a letra.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta