Poemas :  Sueño electrizante... (Experimental)
Sueño electrizante

Era elemental elevación electrizante,
bajo el lago, el mar alto.

Un sueño, un sílice, un soportal,
por donde resbalaba, una luz, un sol.

Dentro de mi sonochar.
De nieblas brillantes.
De luz profunda dentro.

¡Sueño!...Traum, sogno,
¡Sueño!...Dream, sonho,
¡Subir!...Einsteigen, get on
¡Montando!...Monter, salire.

Y sobre una gota de cielo,
las olas como luna.
Tanto en la nieve,
como en el olvido,
y en la noche en una gota.

Del invierno aquél.

Rodando los tiempos están contentos los árboles pequeños
por los otoños deshojados,
como en los libros
hay siglos
de la flor
helada... Sin aurora fugitiva los tiempos rodando.

Y con todo el ayer, el ahora y el mañana,
sin el azul del cielo, sin el rojo,
negro, gris, anaranjado informe,
una sola transparencia.
¡Desindividualizado!.
Con la sola nada
Soledad sola
Y con el
poder.
¡Qué nadie tendrá nunca!.
Cuando haya retornado al pasado, arrastrando todo.
El peso del futuro,
como
soñaría del fuelle del sompopo sonámbulo del día previo.


Bajo el lago el mar
saboreaba breve la cintura de otras flores
llenas de perlas de rocío de otros siglos
Y... Sonríe y sonríe, cantando.

Por la inquietud de la brisa.
Por las antiguas batallas.
Por los primeros instantes.
Tan poco de prisa.
Tan poco de marcha.
Luz y sombra.

¡Cada vez más puras!.
Por las playas, por las playas
De
Elec
Tri
Cidad...¡Elektrizität, elettricitá!.
¡Sí, sí, te digo que sí!.
De
Electricidad...Eletricidade, no más.

Arenas entre manos y pies.

La luz del cielo se refleja.
Desde el principal final.
En el mínimo comienzo.
En el color de desnudez.
Azul de los egoísmos.
azules padres máculas.
fortuitos ornitólogos.

Por el hondo múltiple
frontispicio fraudulento
eléctrica menudencia
hay un mar, donde el sol se baña rojo,
y se esconde.

Con el
Cartapacio
Efervescente
En el resquicio.
¡Repugnante!.

Un...¡Caos ordenado!.
¡Donde todo cabe y nada sobra!.

Un...¡Rayo divino!.
De Tonatiuh.
De Temoctzin al espíritu.
De Tonámetl.

Y
En éste sueño electrizante.
¡Un porqué!. Electrizante. Sueño.

¡Porqué siempre debe haber un porqué!. incomprensible!.
¡Un porqué absoluto!.
¡Un porqué radical!.
Con todo de lo poco.
Un poco.
Del.
¡Orden caótico de oscilación permanente!.


En el corazón de Tloque Nahuaque.
El señor...Del cerca y del junto.
El señor...Dios de los nombres infinitos.
El señor...Como el mismo siempre.
¡Que lo da todo y nada pide!.
Ni aún qué se le adore o se le crea.
¡Con la mínima omnipotencia ó la máxima insignificancia!.
Uno, todos, cualquiera, el único ó el ninguno.

¡Más allá de todas las verdades!.
¡Más allá de todas las creencias!.
En
Sueño electrizante...¡Es el señor del cerca y junto!.
Sueño.
Electrizante, y al despertarse.
Se sabe. ¡Que hay algo más allá de todo!.
Se sabe. ¡Que hay algo menos que nada!.
En ¡La punta más profunda del sueño electrizante que puedes soñar!. Antes o después.
¡De que otro lo sueñe por ti!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Por el ápice...
POR EL ÁPICE


Por el ápice arbitrio,
abierto el cono, inverso hostil, discrepa la campana dulcemente.
Al dejar caer la cautelosa
contrapuertarena. ¿?.
Por el oro
gradual de las palomas,
que se desprende del sembrar eritrocitos,
y llenar con la bajeza
cualquier humillación de cementerios.
Por el
buitre cóncavo,
y glutinosidad cristal del universo.
Donde hay un agrado contrariado en observar la desigualación,
Donde hay arena que resbala inepta y que cernida declina.
Y, que a punto de caer, argumenta azuzarse.
Donde hay un amor distraído que se arremolina,
Con una prisa cromosómica de gato.
Con la lentitud atroz del papel.
Y lo que es del todo humano.
¡Hilo por el ápice!.
La
arena
de los siglos
es la misma... ¡Desértica humanidad perdida del ahora!.

Del milenio agusanado, del siglo del escarabajo, de la década vacía.
Por el quién de todos conocido
Por la cualidad de la vergüenza.
Por la soberbia geológica.
Del milenio miel de hieles, del efímero transcurrir de los billetes.

Infinita
historia
sin arena, sin desierto. ¿A dónde va la sequía?.
Y quién podrá plantar y sembrar,
dioses alegremente. ¡Con el hilo de un ápice!.
Para lograr que luego le perdonen cada grano, cada muerte, cada día.

Ante las llanuras aluviales,
depósitos invulnerables,
carentes de consciencia,
de luz mortecina,
amor infrarrojo,
pasión,
ultravioleta.
En la cibernética cicatriz de las arañas.
Por la eternidad que se abisma sola.

Y no se detiene, redonda, ni cuadradamente líquida,
de la nunca caída despuntada.
Por
El
Grito
De la arena que es infinito.
Silencio de mar melódico.

¡Y del ápice que apila la tempestad al mástil!
Donde
se va
la vida, el frío envidioso, el remordimiento, grácil, sin el frágil calor,
la vida, el sublime dolor, el deleite embriagado de matorrales arrogante.
Donde
Se
Va... ¡Lo qué pudo haber sido!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta