Poemas :  Acuosas letras
ACUOSAS LETRAS

Sobre las palabras
antes
que pudieran opinar
han sido enmudecidas
en la mansedumbre
del cielo
que se mostraron
en
los
callejones
el agua sigue
evaporándose
lloviendo hombres
con el dardo sutil de una ancha daga
desecada cualquier consciencia
como
arados.

¡Ausentes de cristales!.
Presentes de ventanas,
techos de viento.
¡Pisos de sangre!.
En
su
figura sonido aturdido.
¡Manantial de silencios!.
Epígrafe de lagos
profusa sequía
en la fugitiva pincelada
dónde se inundan lapidarias
las mínimas palabras
lloviendo
lumbres, hombres, cadenas,
hasta
las
alturas del más allá,
donde...
El agua. Sigue, sigue.
La
vestidura
sobre las nubes.
¡Palabras, palabras, palabras!.

Las
únicas libres
son...
De aquiescencia servil.
De conspicuo halago.
De desalbardar acoquinando.
¡Sin freno, sin falta!.

Apagándose,
en las calles,
en los techos,
en las mesas,
en los platos,
con
las miradas, vacías,
el aliento carniseco,
blandiéndose famélico,
por
éso, ésto y aquéllo,
en cualquier parte,
del musgo,
avanzando,
en
la espesura
ellos
con
los escritorios mutantes,
los fúnebres escolios,
en el amasijo de escombros,
asombros y fragmentos.

Lágrimas,
desposadas con las tintas,
del suelo en sangre,
del aire clandestino,
del lacayesco ofidio.

Palabras,
del clamar.
¡Aflicción y plañido!.
Mar y río.
¡Luctuoso sollozo!.
Por el fango del viento,
lastimero latido,
son
sólo palabras,
enrarecidas,
desdichadamente.

¡Tímidas!.
Con porfía arrastradas,
de la cerrazón,
empecinada,
incomprensión,
enlagrimadas, impotentes, desarmadas
entarifadas. ¡Sí protestan!.
Embalsamadas. ¡Sí piensan!.
Encenizadas. ¡Sí hablan!.
Letras. ¡Líquidas y acuáticas!.
Ahogadas. ¡En la tropelía y la filfa!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta