Poemas :  Eréctil
E.R.É.C.T.I.L.

Fluye el cielo bajo esta tierra,
donde el capullo anhela ser nube,
y el viento un bostezo de gato,
en la calle viuda de la esquina.

¡Porque yerguen de súbito hirviendo!.

Cuando el álamo pinta cuadros,
en el museo que añeja recuerdos,
provisionales insultos al duelo,
fruto caduco del próvido impávido.

¡Por aquéllo que erguiría una semilla!.

Del intersticio reverso rajarse,
los mínimos pétreos jaleos.
Aves del tiempo negro brumas.
Senderos indiferentes de amplia nada.

¡Por eso que habría erguido de haber sido!.

Lustros agrestes de rúbrica y circo.
En las mismas palabras de otros rostros.
En las íntimas cárceles de núbiles vuelos.
En las ternuras torcidas de ayuno frágil.

¡Porqué así hubiere estado lo que irguiese!.

De las gotas refugiadas huyendo,
de las nubes traicioneras,
al concierto del desierto,
verdugo de campanas azules. ¡Eréctil solo!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Clarecer
C.L.A.R.E.C.E.R.

Cu
Rio
Seo
Del brillo obscuro.
¡Interpelación del cabellero!.
¿Albar acaso al sol de ocaso?.
Encuesta profunda inclinación.
¡Cuestión de enfoque, cuestión de enfoque!.
La ceguera desayuna obesa.
Con
Toda
La evidencia. ¡Por el aire qué se respira!.
Por
¡Dónde la nada fluye a torrentes!.
De
Lo
Tanto... Tanto...
¡De lo tanto musmusitar!.
Casi
Casi simiesco el ámbito en la anécdota.
¿Clarecer?. ¡Sí!.¿Para quién, dónde, cuándo?.
Solo veo, al estar discerniendo la criba.
Por el acierto, concierto, desconcierto.
¡De aquéllo qué discerniría simple recua!.

Porqué...
Asimilada a lo lejos, una polémica huye.
Para poder vivir. ¡Mientras algo le quede de aliento!.
Ya sabe___Por lo desigual, aquéllo que un primate
acoge. ¿Clarecer?___Aún me lo pregunto cuando dejo de serlo. ¡Encefaleando mis palpitares!.

Y
Veo. ¡Casi ciego hogaño!. La presencia del ojo al disfrazar. Eso del rígido pulsar sobreviviendo.
Y dices, digo, tal vez sí, no lo sé. ¿O sí?.
¡Una dimensión. De otro clarecer. Indefinido!.
Porqué...

La corriente es afín al gorro. ¡Y ahora, sí!.
¡Vamos a requiempezar!. Vamos, vamos.
Del claustro vigilante añejo.
De la simulación cosmopolita.
Porqué...
La catarata es señal inesperada.
¡En toda su acuosidad oftálmica!. ¿Clarecer?.
En las calles.

El discurso, del abandonar ocultando, el plato pidiendo sopa, la cuchara llena de hambre, la conciencia perdida, entre sus huesos, y sin saber con que al honor se fuma, menos que nunca mucho.
Tal vez. Habré discernido un poco. Tal vez.
¡Un mucho de lo qué discierne cualquier oruga!.
De aquéllo del bisbisear.
En la dramática multitud estática.
¡Por el rechazo del torbellino al sentarse!.
¡Por lo tímido del impulsar al viento!.
¡Hogaño, sí, hogaño, vamos a requiempezar!.
Con toda la dimensión del inútil polo
¡Del potaje de lóbrega robustez!
Musmusitar, a veces, musmusitar.

En éste clarecer.
De la progresiva eliminación peculiar.
¡Por la distinta sensibilidad del saxofón!.
¡Por la cadena marginación encadenada!.
Libre, libre...¡Ahora esta desencadenada!.
En las paredes demasiado desnudas.
Entre las camas dormidas solamente.
Entre los futuros olvidados pensé que pensaba.

Y
Por
Haber
¡Quedado!.
En el clarecer. En el cogimeditambular.


Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
Poeta