Sonetos :  Amor forajido
Yo que abrazo mis penas y el dolor que las viste,
te regalo un acaso, te prometo un quizás,
porque llueve en mi ocaso tu fulgor; además
que me enciendes las venas y me quitas lo triste.

En mis ansias resuenas como brisa que asiste
al silencio Pegaso con su suave compás
y en su vuelo repaso lo que no callarás
cuando las cantilenas me retiren su alpiste.

Me dirás: ¿no comiste ya bastantes engaños?
Te diré: ¡solo pido la pasión que me das!,
el amor forajido que me ofreces sin más

y el fragor que escondiste en mis huesos huraños.
Te diré que mi duelo se consume en tu alteza
y no hay verde en mi suelo sin tu gracia y belleza.
Poeta

Sonetos :  Cyberpoeta
Pasarás a la historia sin saber que pasaste;
entrarás al parnaso de los dioses que escriben,
llegarás con retraso de poemas que viven
de tu pluma notoria; del fulgor que abonaste.

Y será con tu gloria que el barniz y el contraste
hallarán su repaso de dolores que inscriben
los amores de ocaso que en tu verso reviven;
como luz purgatoria de tu agudo desgaste.

Estarás en secreto, dormitando en las nubes.
El clamor que acedaste con denuncia sincera;
y el sentir que afirmaste con delicia guerrera

te darán el respeto de los lindos querubes
y el amor de las ninfas y el silbido del viento,
mientras libas las linfas del cabal firmamento.
Poeta

Poemas de amor :  Besos nutritivos
Un bocado de tu aliento me regalas
en cada uno de tus besos peregrinos
mientras con tus bellas manos acicalas
estos rizos tan rebeldes y mezquinos.

En tu lengua está el sabor del chocolate
en tus poros el aroma de jazmines
Y este necio corazón bate que bate
por tus labios coloreados de carmines.

Un bocado de tu aliento en cada beso
y el perfume de tus prósperos jardines
se tatúan firmemente a mi embeleso
como si alas de traviesos querubines
te rodearan con sus auras y destello

Y es muy bello,
sí muy bello
el deleite que disfruto con tu aliento
que me donas con tus besos de alimento
Poeta

Sonetos :  Autosabotaje
Ya basta de condenas impuestas por mi mismo;
no acepto letanías sembrándome dolor
ni quiero agorerías de interno acusador;
ya basta de cadenas vertiéndose en cinismo.

Luchando en las arenas del viejo conformismo
me asedian apatías que dejan mal sabor,
me atacan baterías de fuego abrasador,
me cubren las gangrenas que evocan masoquismo.

Y es que la voz que escucho no dice nada bueno:
del auto sabotaje soy víctima paciente,
tal vez falta el coraje de ser mi confidente.

Volverme diestro y ducho de ambages de galeno
buscando la solvencia de aquesta situación
es pues la referencia, tal vez la solución.
Poeta