Poemas :  Al unísono versátil...
AL UNÍSONO VERSÁTIL

Nunca vengo, y ahora el cielo,
extrañarme dice un sueño,
no recuerdo ni mis pies,
y sólo, el viento canta.

Acaparad la calma.
Acabarla alarma.
¡Agasajad la paz!
Al alma ablanda.

Nada sé. Me fui con mi pelo.
Dando al agua mi sed.
¡Ella sola se humedece!.
Mi traje de invierno espera.

Las alacranadas abrasan,
acalambran agarbanzadas.
Abarcarlas abarranca.
Agarrarlas agarrafa.

Soy el mismo, no tengo dudas,
las fabrico con el destino.
¡Que muere y continúa viviendo!
En la mesa, la silla y la cuchara.

Alada alaba al alba.
La abrava la abraza
La aclama la aclara.
Alargarla ala al alma.

En tanto la lluvia me viste,
en pocos segundos amarillo,
el sol la piel acaricia.
Y estos ojos ven poco.

Adapta al alma.
¡Aclamad la calma!.
Clama acatarla.
¡Al afamar la paz!.

Esperando la ventana mira,
los zapatos descalzos con hambre,
sueñan cada vez caminos,
con el mar en cada labio.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  La Fama... (Lipograma Monovocálico)
LA FAMA
(Lipograma Monovocálico)


Alas dá
Al alacrán alarga
Al alma acastaña.
¡La abrasa al agasajarla!.
La ablanda… ¡Alarma, alarma!.

Alambra la calma
Al alba acapara
Fracasa la paz…
¡Acallarán las alas!.
Al alma matan.
Al afamarla la abravan.

¡Aclamad la balanza!.
¡La balanza aclamad!.

Al afán alabad.
¡Aclara, acata, ama la paz!
La paz calma, la flama, la llama.
¡Agarra, acallad, la llama, la mala!.
La flama mala, achata la rama.
La calma aclara la llama.

¡Adáptala, afanada, agárrala!.
Las malas flamas, llamas al matar.
¡Abalánzalas al amar!.
Las alas, las alas, falsas,…¡Acábalas!.
¡Las balas matan agallas al alma!.

La fama acaba, la fama vana, la fama falsa.
Las alas malas acaban vanas.
Van vanas al amar, van vanas al hablar.
¡Calla la mala paz, la falsa, la vana!.
¡Al amar la falsa fama!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Por ayer... (Experimental)
POR AYER...

A
Yer...¡Qué celebras la mañana!.
En las preguntas solitarias.
En las respuestas indulgentes.
Las palabras de amaranto no son nueces.

El
ayer pasó laurel del tiempo,
en el pasado, consumada caricia,
por el puente de hogueras impalpable,
y se llevó los secretos sueños,
con la libertad, derramando acero,
por la noche, que molía y molía,
un reloj cautivo, cambiando los siglos,
por los años, en una década,
en el silencio en carne viva,
en el canto de un caballo,
en el tren. Deeel humo,
rosa, carbón, planta,
invisible cúpula.

Por las leves redondeces,
de los besos acinturado,
de los labios afresados,
de los tesoros debajo,
de las alarmas,
de inocentes palpitares.
El
ayer pasó, penas y abrojos,
en el pasado laborioso, viento de madrugada,
con la historia sin pudor olvidada,
y la deshilachada fachada núbil,
con toda la incertidumbre,
con la turbia huella,
del paraíso previo,
de espanto azulado enlazado,
de cordial colina inquieta,
y de reproche vejez fugaz.

En las preguntas solitarias, las respuestas, indulgentes, de amaranto no son nueces.
Las respuestas de los ayeres olvidados,
en los futuros presentes.
En la charca de los meses del cielo,
perforado, hay brumas de enjambres.
En la prisa del sendero rendido,
de las caderas, céspedes reclamos,
ardorosos.
En la reconfortante casa,
del frente arquitectónico,
y armónico del enamorado.

Por
Ayer. ¡Qué sentía subir al suelo!.
El cielo de una mañana,
la tarde de nuevos años,
la noche voluptuosa.

Por
Ayer. ¡En las manos resbalando!.
El rubí resplandeciente,
la núbil esmeralda, la grácil perla.
Por
Ayer. ¡Qué cada mañana teje al sol!.
El amor fulgor, de la sencilla materia,
de la tierra amante del cielo.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta