Poemas :  Vivimos en 5 sentidos
Miramos al cielo pensativos, con frecuencia nos preguntamos que hay allá arriba, sueños, quizá, puede ser que haya otro mundo más allá de la sombra de la noche, más allá de la luz del amanecer, no sé desde cuando me paso las tardes imaginando lo que puede haber, a menudo y sin darme cuenta encuentro mi mente más allá de las nubes, entre cientos de pensamientos que no puedo de descifrar.

Escuchamos al viento distraídos, siempre habla lento y pausado pero aun no le entendemos, quizá sea que habla un idioma que no conocemos, no lo sé, tan solo sé que a menudo inunda mi mente entre un rock y una trova, que a menudo ataca al silencio que me acecha y me protege con una suave caricia, pero rara vez lo entiendo, rara vez me doy cuenta de lo que intenta decir y casi siempre lo miro partir preguntándome si en realidad hablaba conmigo.

Sentimos la tierra descalzos, a veces no nos agrada su sentir pero otras tantas refresca, otras tantas el pasto se siente como miles de recuerdos, el frío azulejo de mi habitación suele recordarme de los valles y cerros que sostuvieron mis pasos, me recuerda a los andares al lado de mis hermanos, y la dureza del cemento me recuerda los momentos en que caminar era difícil, pero no imposible, nunca imposible.

Probamos el agua afortunados, y sabe a vida aunque digan que es insípida, si bien carece de olor y de color, tiene dentro de si algo aun mejor, tiene la magia que nos permite respirar, tiene la esencia del mundo y su girar, tiene sabor a sueños por cumplir y anhelos por descubrir, sabe a esperanzas y aquellas metas que aunque sean difíciles las alcanzas, sabe a no poderte dar por vencido.

Olfateamos el amor desprevenidos, nos toma por sorpresa y en un segundo ya es muy tarde, quizá sea porque tiene fácil la entrada y difícil la salida pero aun lo siento en mi jaula de cristal, el amor viene y el aire se vuelve dulce, frágil, con una suavidad palpable como la de su mejilla, como la de la caricia que anhelamos sentir de nuevo, la luz se vuelve más cercana y la oscuridad se vuelve más cálida, de pronto todo tiene un lado bueno.

Vivimos nuestra vida en base a cinco sentidos pero tenemos interminables sentimientos, somos capaces de amar a la vida y de odiar su tormento, somos capaces de llorar una partida y de saborear un momento, vivimos entre tristes alegrías y dulces lagrimas, entre suspiros y sonrisas, entre abrazos y despedidas, vivimos entre personas que nos quieren y personas que queremos, siempre listos para desenvainar una risa sin temor.
Poeta

Poemas :  Rutina
Por las tardes escapo de la rutina que en mi casa es inquilina y cada mañana me asesina a sangre fría, que ataca ya sea que esté yo frente al computador o me encuentre cual inspirado escritor, con un auricular en mi oído y teniendo frente a mí una hoja con un poema escrito, es constante e inclemente la forma en que me da muerte, usualmente llega sin que pueda notarla y me toma sin que pueda detenerla hasta que llega la hora de marcharme a la escuela en dónde, con mis amigos, mi mente vuela.

Ella sólo se queda en casa esperando por la oportunidad para un nuevo homicidio, de esos a los que ya soy asiduo y que ya no me duele cuando me alcanzan, entre clases, profesores y divagues es que la olvido por unas horas, pero ella solo espera encontrarme de nuevo a solas, regreso por la noche y ella espera en la oscuridad, le deja el trabajo a la soledad con la que me suicido a diario antes de dormir.

Porque mis paredes al callar me hacen sufrir, y no, la música que empiezo a oír no logra salvarme, quizá es que no quiere, quizá se rehúsa a salvarme por insolente, o quizá solo sea que no me doy cuenta como lo intenta y no puede, y mi cuarto se llena de cenizas y humo cuando me consumo con llamas negras, si, la oscuridad no retrocede ni un segundo mientras me inflamo, y es allí que recuerdo que la ciudad parece un mundo, tan cerca de tantos, al lado de ninguno.

El techo de mi cuarto mira mi cansancio, yo lo combato soñando despierto, pero antes de darme cuenta estoy de nuevo muerto, unas horas más de muerte no hacen daño, lo que duele es que he pasado muerto tantos años, lo que duele es que al llegar la primavera yo siga viviendo en un frío invierno, es darme cuenta que vivo en mi propio infierno, donde el castigo es la impotencia, o quizá la indiferencia para cambiar mi situación.

Aunque a diario se alegra mi corazón, cada noche me espera la desesperanza en mi cama, es curioso, conozco el camino pero por más que ando no logro dejar detrás la oscuridad, aun así, entre muerte y muerte siento felicidad al mirar por la ventana y que matices de azul y gris me inviten a volar, pero cuando vuelo la sonrisa se pierde al darme cuenta de que hay tanto cielo y tan pocas alas, al cruzar la ciudad y ver tanto odio, tantas balas.

Por supuesto hay amor también, hay gente besándose mientras espera en el andén, hay gente que canta lo que siente con una sonrisa, y hay gente que corre deprisa para ver a quien extraña, pero no hay equilibrio, aunque las escenas de amor sean muchas, suelen pesar más las luchas, gente a la que le arrebatan la vida, gente triste con mirada perdida, como yo, y regreso a mi habitación, el silencio la inunda sin compasión.

De nuevo veo a la rutina en mi espejo, lista para cometer otro asesinato complejo, lista para enterrarme una vez más, sin pensarlo, sin hablar, y muero de nuevo, hasta que las alegrías me hacen vivir.
Poeta

Poemas :  En un bar
Y aquí estamos, perdidos y encontrados por el otro, nos conocimos en un bar, en medio de el humo de los cigarros de otros, tras la cortina blanquecina del cáncer en el aire, fue que vi tu hermoso rostro por primera vez, tu nombre era desconocido, y sin embargo parecía que tu alma llevara a mi lado una eternidad, los mismos desamores, las mismas tristezas y una lagrima en tu rostro delató que sentías lo que yo.

Reí, al principio creíste que de ti, pero de inmediato supiste que me ría de mí, de mis temores, y de los escalofríos que me producía tu presencia, y reíste como yo, de tus propios dolores, deseos y sueños rotos, reíamos en silencio, y el mundo se desvaneció en un instante, solo existíamos tu, yo y aquel hombre con el saxofón que con una canción debilitaba aun más nuestros corazones, tanto como la noche, tanto como los recuerdos, tanto como el trago servido con hielo que se derretía sobre la barra.

No pregunté tu nombre ni pedí tu número, temía que eso te asustara, y volarás lejos cual mariposa que solo se posa en tu hombro una vez, me limite a mirar tu rostro mientras hablábamos de todo y de nada, se acercaba el amanecer, sabía que desaparecerías pronto, cerré los ojos un segundo y decidí arriesgarme, pero cuando quise verte de nuevo y preguntar quién eras ya era tarde, te habías ido, corrí hasta la calle pero no había nadie, no podía ver ni tu silueta.

Volví al bar, pedí otro tequila y desde entonces juego a esperar, cada noche regreso a aquella taberna y le pido al cantinero aquella bebida que nunca terminaste de beber, dejo que el hielo se derrita, y cuando de nuevo caigo en cuenta de que no atravesarás esa puerta, me marcho, y busco tu rostro en la oscuridad de la noche, aunque no haya razón para que estés ahí.
Poeta

Poemas :  Una noche
Mientras la llama de mis tinieblas consume el día y lo convierte en noche, me harto del silencio susurrándome inclemente que estoy solo, quedo hastiado de que en la oscuridad de la madrugada, la luz que emano sea mitigada, o quizá solo sea que me recuerda que no tengo nada, así que tomo un violín viejo, recuerdo de días felices y de clases amenas que me llenaban de alegría, sin saber bien qué, comienzo a tocar, y acaricio con el arco las dulces cuerdas de mi violín, el sonido parece un reflejo de mi sentir, el violín parece llorar mi sufrir.

Conforme las lagrimas brotan de mis ojos, el ambiente se vuelve más frágil y la música se vuelve más violenta, regresan aquellas preguntas que me atormentan, ¿Por qué tuvo que irse? ¿Por qué decidió no volver? No conozco las respuestas como tampoco lo hace mi instrumento, así que mientras me llena mi tormento, el tan solo suspira los gritos de mi alma, pronuncia con voz débil mis pensamientos, es difícil decir adiós, pero es más difícil olvidar, y mientras se acerca el amanecer, no cede ni un poco la oscuridad, y yo siento desfallecer, pero mi violín no deja de tocar.

Comienza a llover, pero el sonido de las gotas al caer no me alcanza, tan solo lo hace una pequeña brisa que entra por mi ventana, tan solo siento una pequeña caricia sobre mi piel olvidada, y recuerdo su nombre, su tacto, su rostro y su abrazo, recuerdo porque la extraño, pero ella no ha de volver, una sonrisa se planta en mi rostro, y yo, loco, río y lloro su recuerdo, lo brillante de su estadía, lo triste de su partida, quizá sea que tuvo que marcharse antes de que yo entendiera que no siempre estaría ahí, quizá sea por eso, o quizá su amor por lo que sufrí.

Lo cierto es que desde hace unos meses juego a ser feliz con la paranoia de que piensa en mí, juego a guardar su recuerdo en mi reino congelado de cristal, juego a buscar su esencia cuando la necesito más, y cuando el dolor se hace presente yo reproduzco su voz en mi mente, a pesar de saber que no la volveré a escuchar, y de repente oigo una cuerda desafinar, el violín me regresa a la realidad, y mientras noto que retrocede la oscuridad, veo su imagen desvanecerse una vez más, dejándome solo en mi habitación, en el silencio del final de mi canción, mientras una lagrima más brota desde mi corazón.
Poeta

Poemas :  Vivo
Vivo con un fervor sagrado en mi interior, pero el temor también lo habita y a veces viene a pedir un ajuste de cuenta, busca debilitarme, impedirme el avance, pero no puedo permitírselo, la bendición de aquellos que me permitieron llegar a donde estoy me dice que no puedo dejar que mi fuego dude, que mi visión de lo correcto se corrompa por el miedo al fracaso, debo intervenir, proteger mis pasiones, mi amor, mis más puros sentimientos, debo hacerme invulnerable, no al temor, no, invulnerable a olvidar lo importante.

Vivo de noche, bajo la luna de platino con la luz más hermosa que viene en un golpe de brillo creciente, con una luz como una pálida cascada que cae del firmamento con el agua más limpia y deliciosa, cae con la esencia de la luna, con su aroma, su color, su calidez que llena mi corazón, es el destello lunar lo que me mantiene cuerdo por las noches.

Vivo de día bajo la luz del sol dejándome saber que es hora de levantarme, escudándome con la luz del amanecer mientras espero de nuevo al eclipse y la belleza que produce la oscuridad del astro rey, y a medio día será el cenit el que corte mi sombra y me libere aunque sea por un segundo de mi oscuridad hasta que llega una ráfaga solar que me regresa a la realidad pero con suavidad, saludándome con una frágil caricia que parece que le duele decir adiós al atardecer.

Vivo con el dulce abrazo de la literatura cerca de mí a cada instante y con el dulce susurro de la ciencia en mi mente constante, vivo escondido tras una pluma de cuya tinta nacen números y letras que me traen la alegría, vivo escondido tras una libreta con tantas ecuaciones como poesías, vivo de frente a una sonrisa sincera en mi rostro al escribir versos en mi computadora o resolver problemas con mi calculadora, vivo volando con las alas de mis poemas, surcando los cielos de las ciencias que me llaman.

Vivo con aquellos que decidieron que quieren que este ahí, con aquellos que disfrutan cuando los hago reír, con aquellos que disfrutan cuando mi rostro denota que estoy feliz, con aquellos que me eligieron a mí para ser parte de su historia en un capitulo donde la alegría sobra, y un capitulo donde se enfrentan a la sombra, vivo con aquellos que aunque no tienen alas pueden volar.
Poeta

Poemas :  El tiempo es breve
El tiempo es breve, los segundos se queman con una rapidez exorbitante que no podemos detener ni ralentizar, los minutos caen uno tras otro sin parar y sin que podamos hacer algo, las horas pasan volando acercándonos sutilmente al fin, los días se acumulan sin cesar en mi calendario de pared y los meses que transcurren incesantes traen a cuenta todo lo que he pasado, lo mucho o poco que crecido, las veces que caí y me levanté a través de los años, las veces que sentí la alegría más plena y la ira más intensa, todo lo que soy.

No podemos detener el tiempo, y a momentos me entristece saber que no será suficiente para responder a todas las preguntas que tengo, que no podré adquirir todo el conocimiento que deseo, me es difícil escoger una vocación, pues hay tantas cosas a las que le tengo pasión y si tuviese que escoger una las otras clamarían traición, porque todas son tan diferentes pero me llenan igualmente y me pregunto si me seguiría acompañando mi poesía si la ciencia fuera la elegida, me pregunto si la inspiración continuará sus visitas o si estaré tan distraído que olvidare mi pluma y mis amores por escribir.

Fue doloroso entender por fin lo efímero de la vida humana, pero en eso recae su belleza, en hacer que el tiempo que tengas, sin importar que tanto sea, valga la pena, olvidar las veces que nos sentimos perdidos por las tantas veces que nos han encontrado, y darnos cuenta que la vida no se trata de ser lo bastante bueno para cumplir la expectativa que tienen de nosotros, sino ser lo bastante fuerte como para cumplir los sueños que nadie más se atreve a soñar.

Todos hemos caminado en las sombras, todos hemos temido por el momento en el que la calma se quiebra y el silencio grita con dolor al tiempo en que algo dentro de nosotros se rompe, pero volvemos a casa, porque la calidez que encontramos en el abrazo de un ser querido puede detener el mundo, puede alejar el frío del invierno, apagando la oscuridad intensa que nos atormenta y haciendo eterno al instante de existir en sus brazos.
Poeta

Poemas :  Ana
Sucede que a veces duermes con fragilidad, a momentos te roba el sueño un recuerdo, temes por el camino de regreso y te preguntas lo que harías si Peter Pan viniera, y yo aquí en este México insurgente, preguntándome que andarás haciendo ahora, preguntándome donde estarás, es tan solo que últimamente me he dado cuenta que a pesar del tiempo transcurrido no me he acostumbrado a vivir sin ti a mi lado, sé que ya nada es lo que era, ya no añoro esos días jóvenes y hermosos que brillan en mi dulce memoria, pero has de saber que tu partida convirtió en terrible aquel día.

Y Yo con pájaros en la cabeza, llevando mis pensamientos siempre hasta la luna que ahora parece estar más cerca que tú, y a ella le pido que prenda la luz en mis noches más oscuras en que me encuentro atrapado en la negrura de mi habitación y el vacío que dejo la falta de tu respiración, y a veces me pregunto ¿Será que ya ha llegado la primavera? Con la vaga esperanza de que el frío constante que se instaló en mis amores se marchara, pero sigue ahí, sigue en el asiento desocupado, sigue en la caricia que le falta a mi mejilla, en los brazos que no me rodean.

Ambos sabíamos que cuando dijiste volveré temprano no podrías cumplir, has de saber lo que hay que aguantar cuando ataca el vértigo y de la duda me vuelvo un rehén sin saber si te volveré a ver, porque cuando la incertidumbre se instala en tu cabeza nunca estamos seguros del virus del miedo, pero elegía ser tu amigo, que la distancia no nos separase del todo, pero después de un mes solo prefería no pensarte para no extrañarte, y ahora solo pocos días te vistes de insomnio y me impides dormir, solo pocos días regresas.

Y aun mi pluma recuerda tu nombre, Ana, recuerda el te quiero perdido que no se convirtió en amor completo, recuerda el adiós forzado que diste para que no te mirara llorar, recuerda el último beso, frío y distante como el sonido de tú voz al despedirte.
Poeta

Poemas :  Me decidí
Me decidí a soñar, soñar con sueños que no se acabasen al despertar, soñar con cielos azules que no se tiñeran de la oscuridad en mi interior, soñar con luces brillantes que no se apaguen por mi veneno, soñar con un camino que no se desvanezca con mi andar, soñar con una llama que ilumine mis noches, soñar que puedo hacer todo aquello que siempre he temido.

Me decidí a soñar, es absurdo, me tomo tanto tiempo, estuve dudando tantos años, pero me decidí a soñar, me decidí a no permitirme lastimar a quienes quisieran ayudarme, me decidí a no rendirme sin importar lo lento que avanzase, me decidí a volver a volar sin importar las veces que cayese, pero más importante, me decidí a seguir siendo yo sin importar a quien le molestase.

Si, hace algunos años me decidí a soñar, a creer en los pequeños detalles para lograr grandes cambios, fue una de las razones por las que comencé a escribir, para aprender a decir te quiero sin que sonara vacio, para poder decir te amo sin que el viento atentase contra mis palabras, para nunca más ser generoso en olvido con aquellos a quienes quise, para nunca más usar la palabra equivocada o tal vez solo para corregirla cuando apareciera y evitar el adiós.

Poco a poco la escritura se hizo parte de mí, y antes de poder darme cuenta se había convertido en mi sueño, en mi pasatiempo, en mi pasión, y comencé a escribir casi a diario, sobre todo y sobre nada, pero siempre para mí, aun no sé porque pero un día comencé a publicar en internet, comencé a compartir con aparentes desconocidos lo que había en mi interior y con el tiempo comprendí que teníamos tanto en común.

Hubo días sin inspiración y me entraba el vértigo, la ansiedad aumentaba al mismo ritmo que la inspiración parecía no regresar, pero siempre lo hacía, de a poco comenzó a causarme una alegría inigualable el escribir, y hoy recuerdo el comienzo, recuerdo como fui cambiando en mi poesía, pase del verso a la prosa, y encontré en la falta de métrica la libertad que buscaba mi alma poética.

Hoy recuerdo como me decidí a tanto, a soñar, a vivir, a amar, a recordar, y a que mi pluma tocara todo cuanto sentía mi corazón y que a través del papel pudiera ver en mi interior.
Poeta

Poemas :  Ella
Es curioso, ella dijo que se enamoró de mí porque había algo en la manera en que mis ojos podían mirar al infinito tras dejar de ver lo que había frente a mí, dijo que se enamoró de la forma en que podía estar en cualquier lugar sin que mi cuerpo se moviera, dijo que se enamoró de mi ausente presencia, dijo que cuando leía algo que yo había escrito sabía que me embriagaba con mis sentimientos hasta un punto sin retorno, hasta un punto en el que la pluma se movía sola y la tinta danzaba sobre el papel.

Es extraño, dijo que le gustaba pero que aun a su lado siempre estaba lejos, que jamás podría alcanzarme porque aun tomándola de la mano yo tomaba caminos que ella no podía, dijo que eso le gustaba de mí, que le gustaba cuando por nada me echaba a reír y antes de que lo notara ella reía también, me pidió que no la dejará atrás, que no avanzará hacia el horizonte antes de que ella pudiera volar, que no la abandonara antes de que consiguiera sus alas de libertad.

Es raro, dijo que amaba la forma en que mostraba mi luz para poder aferrarme a mi oscuridad, dijo que amaba la forma en que solo batía mis alas en el cielo nocturno para que la luz no me alcanzara, dijo que amaba la forma en que mis ojos brillaban mientras me marchaba hacia el sol a pesar de que era demasiado brillante para mí, dijo que amaba la forma en que se sentía ligada a mis sueños más sublimes y que tan solo quería ver cuando los cumpliera, cuando la luz dejara de ser demasiado brillante, cuando la oscuridad dejara de ser el eco de mis noches.

Es normal, dijo que odiaba la forma en que seguía caminando sin cambiar, el hecho de que no me detenía esperar y que no me tomaba el tiempo de escuchar, la forma en que me reinventaba pero seguía siendo igual, dijo que odiaba sentir la caricia de mis sentimientos, dijo que eran cerrados, herméticos, y laceraban su corazón como el hielo más frío, dijo que odiaba que siempre estuviera tan lejos, siempre a la misma distancia, siempre tan lejano aun durante un abrazo, dijo que odiaba la forma en que su luz se desvanecía y la mía seguía brillante.

Es natural, un día partió sin decir una sola palabra más, dejando tan solo una nota, “a penas me marcho y ya extraño la forma en que ignoras que te amo, ya extraño la falsa calidez de tu sonrisa cuando sabes que me siento sola, pero debo marcharme, debo emprender un largo viaje, quizás si me voy lejos de aquí podamos acercarnos, o quizás el eco de tu nombre ya no me atormente, y me pregunto qué va a ser de mí cuando tu ausente presencia se complete y tu voz ya no me alcance”.

Es obvio, no volví a ver su rostro más que en sueños, no volví a escuchar su voz más que en recuerdos, no volví a dar por sentado que alguien estaría ahí…
Poeta

Poemas :  Abstinencia musical
El tiempo transcurre lento y doloroso en la usencia del sonido del instrumento, que ahora está roto, en el silencio de la voz que ya no canta porque se ha vuelto muda, me embarga la melancolía del violín sin cuerdas, de la guitarra rota, de la batería sin baquetas y del bajo sin dueño, voces lejanas llegan hasta mis oídos, pero ninguna llama mi nombre, ninguna habla conmigo, tanto ruido, tantas palabras y nada para mí.

La música se desvaneció junto con la presencia del auricular en mi oído, y los días se vuelven poco a poco más vacíos, se sienten más fríos, en aquellos momentos sin pluma y sin amigos poco queda, tomo un libro, y otro, y otro más, pero aun hay que me falta pues me acostumbre a la voz del canta autor, a la poesía del rapero, a aquella explosión de sentimientos en mi reproductor de bolsillo.

Me acostumbre a los solos de guitarra y al réquiem del chelo, extraño aquellas melodías en tantos idiomas, español, inglés, japonés, alemán, no era impedimento el no saber hablar el idioma, pues el instrumento sonaba en mi memoria y aun sin conocer las palabras el sentimiento estaba claro.

Pero hoy solo recibo un sentir de la música, de su ausencia, uno llamado melancolía que a ratos se transforma en tristeza, de a poco me doy cuenta de que soy un rompecabezas con una pieza faltante, un agujero tan grande que aun mientras escribo esto puedo sentir el cercano vacio.
Poeta