Qué ironía de la vida!… con cualquiera, tu y yo mirándonos de lejos con el amor desgarrándonos el pecho.
Mordiéndonos la lengua para no gritar ¡te quiero! día a día, con el orgullo en la garganta para no pedir perdón.
¡yo te amo! me decías… ¡yo te adoro! respondía el amor era nuestro pan de cada día.
Tu juventud y mi experiencia tus dieciocho perfumadas primaveras daban color, calor y olor… a mis grises treintaiocho inviernos.
¡En noche morena y luna de plata encontramos el rojo escarlata! ¡y fuiste la fuente que mi amor buscaba y la mujer, que con ansias deseaba!
¡Tú eras joven guapa y doncella!... ¡amor mío! porque te entregaste toda a mí ¡yo dejé todo por ti!
Sin embargo, el tiempo… es el tiempo o se vuelve tu amigo o tu enemigo, se lleva la noche y también el día o lloras de alegría o de melancolía.
Y aquí estamos, removiendo las cenizas del pasado, hurgando en los escombros con una silenciosa y cómplice mirada sin hallar ni un rescoldo de aquella llamarada.
Pero… ¿sería amor lo que tuvimos? o un capricho tierno y loco de los dos amor de inverno y primavera de experiencia, de entrega y juventud.
¿Así será el amor?... ¡que va ser! así éramos los dos, amantes que jugando al amor y a ser amado perdimos, aun estando enamorados…
Amigo e o que lhe encontra Da lhe um abraco gostoso Um sorriso carinhoso Convida para um cafe
Olha o com olhos da alma E o ve como voce e!
Amigo e aquele que sofre Quando voce esta sofrendo Mas, mesmo triste lhe vendo, Nao deixa o pranto rolar Antes, enxuga o seu rosto, Faz a tristeza passar!
Amigo, e sempre amigo Esteja onde estiver Longe ou perto se puder So quer lhe dar seu carinho Da lhe a mao e segue junto Pra que nao ande sozinho!
Yo te diré los sueños de mi vida en lo más hondo de la noche azul... Mi alma desnuda temblará en tus manos, sobre tus hombros pesará mi cruz. ¡Las cumbres de la vida son tan solas, tan solas y tan frías! Yo encerré mis ansias en mí misma, y toda entera como una torre de marfil me alcé. Hoy abriré a tu alma el gran misterio; ella es capaz de penetrar en mí. En el silencio hay vértigos de abismo: yo vacilaba,me sostengo en ti. Muero de ensueños; beberé en tus fuentes puras y frescas la verdad; yo sé que está en el fondo magno de tu pecho el manantial que vencerá mi sed. Y sé que en nuestras vidas se produjo el milagro inefable del reflejo... En el silencio de la noche mi alma llega a la tuya como un gran espejo. ¡Imagina el amor que habré soñado en la tumba glacial de mi silencio! Más grande que la vida, más que el sueño. Bajo el azur sin fin se sintió preso. Imagina mi amor, amor que quiere vida imposible, vida sobrehumana, tú que sabes si pesan, si consumen alma y sueños de Olimpo en carne humana. Y cuando frente al alma que sentí poco el azur para bañar sus alas, como un gran horizonte aurisolado o una playa de luz, se abrió tu alma: ¡Imagina!¡Estrechar vivo, radiante, el imposible!¡La ilusión vivida! ¡Bendije a Dios, al sol, la flor, el aire, la vida toda porque tú eres vida!