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Sigo sacando mi error De no mostrar mi interior Todo por el miedo al "no"
Eres una entre un millón Y yo un simple vulgar Que te entrega su corazón
Todo lo que pensaba Todo lo que esperaba Me apareció de la nada
Cuando llegaste a mi vida ¿Y ahora que he de hacer? ¿Luchar por ti o dejar que todo siga?
Si tu contaras conmigo Si estuvieras con mi voz Te daría toda mi vida te daría mi calor
Si tu contaras conmigo Te enseñaría a creer Que el mundo,aunque no lo creas,esta a tus pies
El miedo me consume y las dudas aparecen ¿Te digo lo que siento o me callo para siempre? Si yo estuviera,al menos,un segundo en tu mente
¿Y tú lo sientes? tengo miedo a eso,a que no sea así A que tu ya estés feliz A que no sea yo tu razón para sonreír
De otro...serás de otro Y yo revolcándome en mi dolor Quizás el te dé lo que no me atrevo a darte yo
Por el miedo al "no",todo se resume a eso A que todo se rompa Por esa palabra al salir de tu boca
Tan breve pero significativa para mí Tan punzante como un puñal Tan oscura como un final
Por el miedo al "no" eso me hace frenar Por que algunos días te haces de rogar Y otras me das razones para pelear
Porque a veces noto esa magia entre los dos Y otras veces parece que te importo poco Y me entristece tu silencio roto
Por el miedo al "no" a sentirme humillado Estar pensando en ti Y tu tener a otro al lado
A que no seas capaz de dejarlo todo por mi A que mi vida sea demasiado desarraigada para ti Tengo miedo quizás a ser feliz
Para no sufrir he de cambiar de parecer Y tengo que aprender a perder Y cerrar mi corazón,por tenerle miedo al "no"
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Poeta
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Es el miedo, sima donde se pierde el alma, el que llama robando la luz del instante dejando –maldita estela- violada por Fobo la ilusión; es el silencio profundo que en los surcos de la tristeza va sembrando ecos de despedida, rasguñando la entrañas llevándose con él la última sonrisa; es el llamado final, el ocaso infinito, la incierta verdad hecha presente, es la causa del adiós y el abominado motivo que me empuja despiadado a perderme.
Es el miedo que atenaza y amenaza, que destruye sin mirar… sin estar; el que escapa entre dientes apretados y puños cerrados acaso protegiendo la última esperanza; el que enfrenta al hombre con su historia y la cambia, vomitando sobre ella trozos de momentos ensangrentados de indiferencia, abrazos que atravesaron conciencias, y amores que sólo bebieron en la fuente de lo que nunca fue.
Es el miedo el mayor enemigo, el que roba la verdad cambiando el camino haciéndose noche en mitad del día y día en mitad de la noche; el que deja confundida la palabra vida vistiéndola de muerte; el que está ocupando la sombra enlodando de grises los colores; el que va frenando los impulsos de la reconciliación construyendo los muros que nos separan; es el miedo, el que tanto daño hace y tanto teme en su perversa arrogancia envuelta de grandeza.
Es el mismo miedo, que muere de miedo ante una mirada clara y una sonrisa abierta, el que busca confundido la salida cuando el hombre, en único y definitivo gesto, abre, en eterno compromiso, la puerta del corazón.
©jpellicer
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Poeta
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QUEDÓ EL SILENCIO...
Solo En El ¡Futteral, astuccio, étui, case!. Donde. El toque de queda la muerte teme, a la vida que a veces viene, siguiendo lunas azules de miedo, en la jaula del jarro. succo d´arancia, orangesaft.
Entre lineas de lana y lomos enredados, más allá, de los poros que al sudor muerden, el silencio, al llegar el alma al río, abriendo, más ventanas al silencio, cerrado, en la risa de paja gris. quedó el silencio.
¡Quedó, quedo, en la lentitud parado!. En la sed de madrugada. Con la noche arrodillada. Meciendo los insomnios, los colchones almendrados. De las estrellas que llegaron tarde al desayuno. En la delgada ausencia de la luna sin cenar. Bebiendo un vaso de agua, el mar dulce rosado. Donde una despierta noche duerme alfombras.
El silencio. ¡El silencio que quedó, quedo rápidamente!. En.
La extraña muerte viva, música sin notas. Más que seco vuelo de las brisas. En la esquina herida vana. ¡Quedó en un escarabajo, qué muere boca arriba!. Como en la tarde que duerme al sol de playa.
En el agua tocando cruces. El silencio solo queda. ¡Tocando la soledad vacía!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Los recuerdos me consumen, como abriendo la herida, estoy escarbando en mi otra vez, tu lo asumes todo, estoy seguro aquí en mi habitación.
Mi mente se desgarra, mi alma se desvanece, eres mi consuelo, no dejes que muera.
Estamos rompiendo el habito, de todos los vicios, que estan consumiendo nuestra vida, estan arrastrandonos al olvido.
Yo no quiero ser al que las batallas, elijan siempre, porque por dentro de mi, me doy cuenta que yo soy el confundido.
Estamos al borde del abismo, estamos rompiendo los limites, rompiendo el habito, rompiendo el silencio, la luz disipara la oscuridad.
Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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Una noche fría, una noche de luna roja, llega a mi palacio una mujer, sin decir nada entró a mi morada.
Solo vino a buscar algo, no se que será, no dijo nada, ni un saludo cordial.
Solo vino a buscar algo en este lugar, que será, algo que la hirió emocionalmente, algo que la hizo sufrir mucho.
Visitante silenciosa, contéstame, di algo, solo dijo unas pocas palabras, nunca mas, solo eso y nada mas.
¿Está todo bien?, respondió con un no definitivo, busca venganza, arrancar el corazón del que la hizo sufrir, solo eso y nada mas.
Entra al cuarto de cocina, buscó un cuchillo, con el cual mataría al pobre diablo, nunca mas, esas fueron sus palabras.
Nunca mas me lastimara, se fue, salió sin despedirse, se marcho sin decir nada, absolutamente nada.
La noche siguiente, regreso a mi palacio, con el cuchillo en la mano, lleno de sangre, regrese, esas fueron sus palabras.
Visitante silenciosa, que fue lo que hiciste, mate al bastardo que me causó mucho daño, ahora espero que tu no seas como el, solo eso dijo y nada mas.
Visitante silenciosa, oscura y mortal, mataste al culpable, con mi cuchillo, lleno de sangre, cumpliste con lo cometido, ahora te quedas, sin decir nada, nunca mas, solo eso y nada mas, fueron esas tus palabras.
El silencio invadió mi mente, escribiste en la pared con la sangre, que quedó en el cuchillo de tu víctima, escribiste esas palabras tan tétricas, nunca mas voy a amar, solo eso y nada mas.
Te quedaste en mi palacio, sin decir nada te fuiste a un cuarto, solo tus palabras me dieron un poco de miedo, nunca mas dijiste, solo eso y nada mas.
Erick R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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Tengo miedo, eso lo sé, miedo de perderte, miedo de no estar a tu lado.
Tengo miedo, no cabe duda, miedo de morir, miedo de no dormir.
Tengo miedo de perder, tengo miedo, sin duda alguna, miedo de la muerte, miedo de perderte para siempre.
Tengo miedo, miedo a la oscuridad, miedo a la soledad, no cabe duda, el miedo me invade, llega a mi alma, sin ninguna advertencia.
Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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HISTORIA DEL FUTURO FARO
El futuro se quedó herido. En los secos labios de los ecos. En los humos atrapados de los años. Herido se quedó el futuro.
Herido de los inocentes que han muerto. Y que mueren día con día, por la crueldad, del rico sobre el pobre, de tanto desarmado, e impotente aún en su defensa y de sus hijos.
Ahora hay lagartos con sus dioses. ¡Qué le perdonan cualquier atrocidad!. ¡Qué le dan el paraíso a cucharadas!. ¡Qué le perdonan a crédito y con tarjeta!.
Ese futuro ya ha nacido, y sus padres... ¡Son las lenguas, las torturas y las balas!. ¡Ese futuro asesina niños, sueños y esperanzas!. Sus fuerzas son el miedo, muerte, y mentiras, alimentando la codicia con esclavos.
Paisajes lentos de amargos, tiempos sin orillas, disecando párpados y flores bajo el hielo, con los labios de lo últimos latidos, amargos paisajes lentos.
¡Vaya dios qué perdona tanto asesino!. ¡Vaya sangre de metálicos gusanos!.
Y el nuevo faro ya ha nacido. Sigue y sigue. Asesinando y ocultándose. Sepultando inocentes con sus lenguas. Bajo el vidrio de múltiples arañas.
Solos. Solos estamos. Desarmados y exterminados, con la piedad de las piedras. Y nadie es culpable.
¡Solo con el dolor de faro!. Lighthouse... Phare... Leuchtturm... ¡Faro fallecido fábrica de lágrimas!. De faro. ¡Con el dolor solo!. Y el perdón por ídolo.
Solo años de huérfanos inviernos. ¡Perdonolátricos!. De tantas escaleras muertas. Y las calles playas en sangre. ¡Qué danzan en las entrañas petrificadas!.
En Los Nuevos cielos huérfanos. ¡Luz azul de los infiernos!. ¡Cuántas monedas vale una sola vida!. ¿Quién hace de la muerte y miedo su negocio?.
Nadie. Es el culpable. Descrucificado el perdón de los futuros. Nadie. Es el inocente. Deificándose el hueco de los fantasmas.
El Faro del futuro. Es éste. ¡Eco herido!. Fábrica De Lágrimas Del Faro fallecido.
¡Sí no lo conoces, ya pronto llegará a tu casa!. Abre tu corazón y las entrañas. Fabricará la ceniza con tus huesos y tus hijos. Es la historia del faro del futuro y la divina lengua.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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