Poemas surrealistas :  MAR DE ESTRELLAS
La noche ha vuelto,
el cielo es un mar de estrellas,
resplandecientes y hermosas,
la noche brilla con su luz de luna.

Quieta esta la noche,
ni un ruido,
solo quietud,
y soledad total.

Mar de estrellas,
infinitas y brillantes,
irradian sus destellos,
donde el silencio se hace presente.

Estas aquí querida mía,
estas aquí contemplando el cielo,
el mar de estrellas,
que anhelas ver cada luna llena.

Erick R. R. Torres
(Ángel Negro)
Poeta

Poemas :  EL POETA
EL POETA
___Hermann Hesse

Solamente para mí, el ser solitario
Brillan sempiternas las lejanas estrellas,
Y es para mí ese canto milenario
De la fuente, y sus estrofas mas bellas.
La sombra de las nubes me cubre de noche
Se mece en mis sueños, me ve caminar
Por veredas y bosques, en mi peregrinar.
No tengo ningún privilegio, oro o riquezas,
Pero lo que es mío nadie lo podrá quitar:
Mi riachuelo, la selva y el mar,
El eco de una risa infantil.
La delicia del hombre en su amor:
Su íntimo secreto, su afán juvenil.
Míos son también los templos y dioses,
Los ríos y los vientos que corren veloces,
Las memorias de antaño, ecos luminosos;
Y la esfera celeste, mi futuro hogar.
Mi alma se eleva con anhelos grandiosos
De emular al bueno, al del alma ejemplar
Rendir culto al amor, sobre todas las leyes,
Amar toda cosa, a esclavos y a reyes,
Campesino, negociante, marino, soldado,
Pastor, jardinero, extranjero, lisiado
Con amor espontáneo, con gracia y franqueza
A la dama o doncella, a la linda princesa.
Así es como canta, así es como sueña
Este ser solitario, este augur
Reclinado sobre áspera peña
Descorriendo el velo del norte hasta el sur,
Viendo al mundo futuro, que poco le aqueja
Al vislumbrar su tumba, que la noche refleja...
Poeta

Poemas de amor :  ÁNGEL DE ESTRELLAS CAIDAS
Ángel de estrellas caídas,
Bella y noble princesa,
Cuya belleza es celestial,
Con alma inocente y pura.

Veo el cielo cada noche,
Esperando tú presencia,
Esperando aquel beso divino,
Aquel resplandor encantado.

Paso cada noche buscándote,
Observando cada estrella,
Cada momento pienso en ti,
Cada segundo,
Anhelando estar a tu lado.

Mi princesa de alas blancas,
Cuanto deseo estar contigo,
Besándote,
Cubriendo tu cuerpo con tus alas.

Mi bello ángel de estrellas caídas,
Deseo sentir tus labios,
Tu cuerpo,
Tu alma,
Sentir tu presencia,
Invitándome al paraíso,
Estar junto a ti,
Amándote por siempre.


Erick R. R. Torres
(Angel Negro)
Poeta

Poemas de amor :  UN MINUTO MAS
Cada segundo cuenta,
al contemplar el ocaso,
el sol marcharse,
para ver la luna llena.

A tu lado estoy,
viendo el cielo,
pintarse de ambar,
hasta llegar las estrellas.

Un minuto mas,
un minuto sigue,
el tiempo cuenta,
al estar contigo.

Pintado las estrellas,
disfrutando la noche,
que esta por llegar,
bienvenida se la luna.

Erick R. R. Torres
(Angel Negro)
Poeta

Poemas de amor :  YO NO QUIERO ESPERAR
Abre tu luz matinal,
y reza una pequeña oración por mi,
sabes que si nosotros permanecemos vivos,
entonces veremos la paz en cada mirada.

Estoy contigo,
cada momento que pasa,
contemplado el color ámbar del cielo,
que anuncia el atardecer.

Yo no quiero esperar a que nuestras vidas hayan terminado,
yo quiero saber ahora mismo que pasará,
yo no quiero esperar a que nuestras vidas hayan terminado,
¿será un si o un lo siento?

Solo quiero que sepas,
que en verdad te amo,
no puedo esperar mas,
que nuestras vidas hayan terminado.

Contemplando el cielo de color azul,
lleno de estrellas fugaces,
pide un deseo,
tal vez se te haga realidad.

Abre tu luz matinal,
y reza una pequeña oración por mi,
sabes que si nosotros permanecemos vivos,
entonces veremos el amor en cada mirada.

Erick R. R. Torres
(Angel Negro)
Poeta

Poemas :  LA BARCA FUTURA
Río de las Siete Estrellas,
camino del Libertador,
sangre del Corazón de América,
¡aorta que no sale del corazón!

Río delgado de las fuentes
río colérico de los saltos,
río de las siete estrellas,
que en la Fuente no llenas el hueco de las manos
y luego eres el sueño de un mar sin continencia!

Río brujo, que te pintas de todos los cielos,
Río de La Urbana, planicie pampera,
Río de San Félix, solución de gloria,
Río de Angostura, cauce de la guerra,
Río de Barrancas, Río de pensar
cómo puede haber tanta agua en la Tierra,
Río de nuestra Esperanza,
cuando la Esperanza sea!
Río de nosotros, nuestro espejo mismo,
espejo de esta alma nuestra,
por la cual, incansable como tú de horizontes,
trasudamos en vueltas y revueltas!,P> No he de poner mis manos sobre tu lomo,
no he de pintar tus riberas,
que si en la izquierda tienes el corazón de las ciudades,
en la derecha levantas el brazo de las selvas;
no he de tocar tus aguas, tus millones de gotas,
que son el diezmo de las cumbres para el culto de las praderas,
no he de caminar por tus ondas,
que ya vendrá el Maestro caminando por ellas.

Sólo quiero ensanchar los ojos
hacia el desfile futuro que por tus aguas navega
y hacia el desfile del pasado,
hacia la realidad y la promesa,
hacia la barca de Antonio Díaz
y hacia el hondo sueño en que sueñas
con la proa del acorazado,
como los niños campesinos con su vapor de cuerdas,
con el barco de acero
que avance hacia tus fuentes aureolado de velas
y parada en el tope la paloma del Iris,
abierto el pecho por tus Siete Estrellas...
Poeta

Poemas :  CORO DE LAS PROVINCIAS
Violento de armonía, en el tono de la resaca,
llega el coro de las siete provincias,
siete rostros adolescentes
en las siete ventanas
de las estrellas de la Autonomía.
Cantan. Canta con ellas la niñez de la Patria,
que la primera leche de los labios destila,
baja de las estrellas el primer rubio
que cose en los maizales el botón de la espiga;
danza el coro de las provincias,
en el aula republicana.
Pero danzan sobre la yerba
azul de fantasía,
sobre el cielo de Miranda
horadado de mástiles mientras navega la escuadrilla.

La palabra Guayanesa
no está en el coro de las siete ninfas,
y en ellas invierten el camino del cielo
y hacia el Oriente navegan como las siete cabrillas;
y allí ven el milagro de la Tierra,
de un lado, el oro virgen da una franja amarilla,
hacia el Norte, del otro lado,
las Pampas de Oriente, rojas de Reconquista,
y en la mitad un río azul,
y allí se ven copiadas y en su centro se anidan.
Y así fue como el río su franja del cielo
que preside la danza de las siete provincias.
Poeta

Poemas :  EL RÍO DE LAS SIETE ESTRELLAS
(Canto al Orinoco)

Una Pumé, la Hija de un Cacique Yaruro,
fue conmigo una noche, por las tierras
verdes, que hacen un río de verdura
entre el azul del Arauca y el azul del Meta.
Entre los gamelotes
nos echamos al suelo, coronados de yerbas
y allí, en mis brazos, casi se me murió de amores
cuando le dije la Parábola
del volcán y las siete estrellas.

Quiero recordar un poco
aquella hora inmortal entre mis horas buenas:
Sobre la sabana los cocuyos
eran más que en el cielo las estrellas,
no había luna, pero estaba claro todo,
no sé si eras mi alma que alumbraba a la noche
o la noche que la alumbraba a ella;
estábamos ceñidos y hablábamos y el beso
y la palabra estaban empapados de promesas
y un soplo de mastranto ponía en las narices
ese amor primitivo del caballo y la yegua.
Ella me contaba historias
de su nación, leyenda
que se pierden entre los siglos
como raíces en la tierra,
pero de pronto me cayó en los brazos
y estaba urgente y mía, coronada de yerbas,
cuando le dije la Parábola
del volcán y las siete estrellas.
Fue en el momento en que evocamos
al Orinoco de las Fuentes, al Orinoco de las Selvas,
al Orinoco de los saltos,
al de la erizada cabellera
que en la Fuente se alisa sus cabellos
y en Maipures se despeina;
y luego hablamos del Orinoco ancho,
el de Caicara que abanica la tierra,
y el del Torno y el Infierno
que al agua dulce junta un mal humor de piedras,
y ella quedó colgada de mis labios,
como Palabra de carne que hiciera vivo el Poema,
porque le dije, amigos, mi Parábola,
la Parábola del Orinoco,
la Parábola del Volcán y las Siete Estrellas.

Y fue así: La Parima era un volcán,
pero era al mismo tiempo un refugio de estrellas.
Por las mañanas, los luceros del cielo
se metían por su cráter,
y dormían todo el día en el centro de la Tierra.
Por las tardes, al llegar la noche,
el volcán vomitaba su brasero de estrellas
y quedaban prendidos en el cielo los astros
para llover de nuevo cuando el alba viniera.

Y un día llegó el primer llanto del Indio;
en la mañana del descubrimiento,
saltando de la proa de la carabela,
y del cielo de la raza en derrota
cayó al volcán la primera estrella;
otro día llegó la piedad del Evangelio
y del costado de Jesucristo, evaporada la tristeza,
cristalina de martirio e impetuosa de Conquista,
cayó la segunda estrella.

Después, recién nacida la Libertad,
en su primera hora de caminar por América,
desde los ojos de la República
cayó al volcán la lágrima de la tercera estrella.
Más tarde, en el Ocaso del primer balbuceo,
en el día rojo de La Puerta,
nevado del hielo mismo de la Muerte
cayó el diamante de la cuarta estrella;

Y en la mañana de la Ley,
cuando la antorcha de Angostura chisporroteó sobre la guerra,
despabilada de las luces mortales,
sobre el volcán cayó la quinta estrella.

Y en la noche del Delirio,
desprendida de Casacoima, Profetisa de la Tiniebla,
salida de la voluntad inmanente de Vivir,
estrella de los Magos, cayó la sexta estrella.

Y un día, en el día de los días, en Carabobo,
bajo el Sol de los soles, voló de la propia cabeza
del Hombre de cabeza estrellada como los cielos
y en el volcán de la Parima cayó la última estrella.

Pero ese mismo día
sobre la boca del volcán puso su mano la Tiniebla
y el cráter enmudeció para siempre
y las estrellas se quedaron en las entrañas de la Tierra.

Y allí fue una pugna de luz,
una lucha de mundos, un universo en guerra;
y en los costados de su tumba,
horadaban poco a poco su cauce las siete estrellas;
que si no iban hacia el cielo
se desbastaban con sus picos la trayectoria de las piedras.
Hasta que llegó una noche
en que rotos los músculos del gran pecho de tierra,
saltó de sus abismos, cayó en una cascada,
se abrió paso en la erizada floresta,
siguió el surco de las bajantes vírgenes,
torció hacia el Norte, solemnizado de selvas,
bramó en la convulsión de los saltos,
y se explayó por fin, de aguas serenas,
con la nariz tentada de una sed de llanuras,
hacia el Oriente de los sueños
el Orinoco de las Siete Estrellas.
Poeta

Poemas :  JULIETA
JULIETA

Estas en mis estrellas, ¿sabes?
no necesito una bola de cristal que me lo diga,
susurrando en el aire,
Esperando que mis palabras te encuentren en algún lugar.

Estas en mi mente,
no necesito más para saber que estas aquí,
nunca recreare el tiempo que voló,
nunca recordare lo que pase contigo,
todas las noches.

Sé la luz del sol en cada uno de mis días,
bajo mi balcón yo diré,
nadie más que tú puede llenar mi noche,
sé la luz del sol en cada uno de mis días.

Mi noble Julieta,
eres mi luz,
soy tu oscuridad,
eres para mí una musa nocturna.

Se que nunca seremos los mismo,
después de volver a verte,
después de tenerte a mi lado,
eres mi luz,
eres mi guía,
soy tu sombra,
soy la oscuridad.

Erick R. R. Torres
(Ángel Negro)

Poeta

Poemas góticos :  VEN CONMIGO AL MAS ALLA
Somos muy jóvenes aún,
y nuestras vidas acaban de empezar,
pero ya estamos pensando en escapar de este mundo,
salir de este pozo de mediocridad.

Ven conmigo al mas allá,
ven conmigo a la noche,
donde las estrellas brillan,
donde la luna aparece.

Hemos esperado durante tanto tiempo,
a que llegue este momento,
tenemos tantos deseos de estar juntos,
juntos en el más allá.

La noche aguarda por nosotros,
somos ángeles en espera de respuestas,
ven conmigo amada mía,
vivamos hasta el final.

Erick R. R. Torres
(Angel Negro)
Poeta