|
“Que ya le urge a la nación . . .”
López se parece al pingo me hizo escribir en domingo, por siempre da de qué hablar ya se quiere jubilar.
Al final de su gestión, aquí, cabe la gran cuestión para qué diablos queremos a alguien que, en sus desenfrenos.
Ya piensa en colgar la toalla este Andrés solo nos falla, tan solo lleva dos años pura decepción y engaños.
Ya se le cansó el caballo, pues, ¿no qué era muy gallo?, pasó del “me canso ganso” al ya quiero mi descanso.
Dejó ver tal pensamiento echó palabras al viento lo dijo en tono muy tierno: “no soy dirigente eterno”.
“Diré al fin, misión cumplida”, premedita su salida en vez de que su intención sea rescatar la nación.
Mi México necesita alguien de acción, pero, ahorita, que esté bien comprometido, que no ande ausente, perdido.
Dieciocho años duro y dale estuvo buscando el “jale” ese de ser “presidente” no más defrauda a la gente.
Si ya no quiere hacer nada que se vaya a “La Ching . . .”, para allá para su rancho puesto que nunca dio el ancho.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 17 de enero del 2021 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
“Caricaturesco enfoque . . .”
El circo, la mañanera, da la nota tempranera se renueva, se actualiza, entre el comic se desliza.
De forma sensacional la magia cómico musical trasciende en un dos por tres gracias al Showman Andrés.
Alcanza nueva estatura tira de caricatura, adoptó este nuevo enfoque por el Benito Bodoque.
El micifuz de Don Gato aquel de tan tierno trato fue parte de la función distrayendo a la nación.
Con ese lindo minino bajo un embuste genuino con dinero del erario en un oficial horario.
López, en plena pandemia, al pueblo “sabio” así premia con “gobierno” de locura de triste caricatura.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 14 de enero del 2021 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
“Que ennegreció a la Nación . . .”
Se fue terminando el año con un apagón extraño que dañó a muchos seres, millones, en sus quehaceres.
Afectando a doce Estados los dejó paralizados minando su economía, así, México mal sufría.
Se ensombreció la Nación, ¿las razones?, “un montón”, de López, Bartlett, desleales, que “un incendio en pastizales.
Azuzado por el viento”, pretextos dieron sin tiento, hubo uno rete exquisito: “existió caso fortuito”.
Excusas, causas probables, “las energías renovables”, “los permisos”; ¡Madres Santas!, “desbalances hubo en plantas”.
Según expresara López aunque nos demos de topes, a Bartlett bien defendía cuando esto nos sucedía.
Jamás aceptará errores, ¿por qué no entiende, Señores?, no se cansó de decir que: “no se va a repetir”.
No reconocen su ineptitud, carecen de ética y rectitud, reparten muy bien las culpas, pero, no ofrecen disculpas.
Mientras todo oscurecía entre tanto acontecía, busqué quinqués, veladoras por supuesto imploradoras.
Cerillos, pascuales cirios, escuchando sus delirios encontré velas grandotas, éllos, decían mentirotas.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 01 de enero del 2021 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
“Puro engaño, . . . ¡decepción!”
Sin contar las mañaneras, las mentiras tempraneras, López dio un octavo “informe de su gobierno” deforme.
Entre engaños, entre frases, dijo que “sentó las bases la cuarta transformación”, grave embuste, desazón.
Puro cuento de utopía esto ya me lo temía, pues, solo nos hace majes no precisa cuáles bases.
Ni qué es lo que transformó, con sus datos “informó su verdad” sobre las cosas que vivimos, horrorosas.
De una patria fragmentada, dividida, destazada; Andrés solo destruyó, pero, nada construyó.
Dos años bien le han bastado para extirpar lo dejado por esos neoliberales conservadores formales.
Diré esto con resabio, no atendió al principio sabio el de: “sereno moreno”, acabó con malo y bueno.
Todo, todo ha destrozado pero nada ha transformado, poco a poco . . . de raíz destartaló nuestro país.
México está fraccionado, López, con él ha jugado como con rompecabezas regadas están las piezas.
De pobres instituciones en pésimas condiciones, extinguió fideicomisos, los del pueblo bien sumisos.
Bajo el caos dominados por delincuencia diezmados por cárteles, desempleo, su corrupción, ¿así le creo?
El sistema educativo un desastre indicativo, los servicios de salud de tragedias son alud.
La covid, en su apogeo, llegó como “anillo al dedo” dijo en su plena inconsciencia, casi casi en la demencia.
¡Ay, que funestos desfaces!, yo solo miro las bases de terrible destrucción en que tiene a la nación.
Por virtud de esas desgracias todos haciendo acrobacias para salir adelante dada la crisis reinante.
De reversazo profundo al abismo negro inmundo vamos en caída libre, el peje pa’ nada sirve.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 07 de diciembre del 2020 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
“De prédica nada estética . . .”
Día veintiséis de noviembre en la memoria se siembre la homilía tan tempranera de López, en mañanera.
Desde el púlpito, en calma, habló de ética, del alma, de amor, de moral, valores, de felicidad, . . . Señores.
Olvidó que es Presidente de México, de su gente, que tiene el cargo efectivo del Poder Ejecutivo.
Que a él, única, solamente, así constitucionalmente, corresponde aplicar la ley buscando el bien de su grey.
Desde aquí le exijo al peje que su mente ya despeje, que no soslaye deberes por pastorales quereres.
Los principios que refiere, a los que mucho se adhiere, son de casa, son ejemplos en la escuela, en los templos.
Son de curas, del Eterno, no prédicas de un gobierno que se precie bien de serlo, tendría, en serio, que entenderlo.
Que lo sepa la nación, Andrés va en la sin razón de “mandatar en su ética” que es atroz y nada estética.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 26 de noviembre del 2020 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
“Por covid, de beisbol y otros entuertos.”
Este Andrés no tiene sesos, van más de cien mil decesos por el covid diecinueve, pero, él ni se conmueve.
De contagios, un millón, mas, no muestra compasión; demuestra solo inconsciencia por desempleo, delincuencia.
Chiapas, Tabasco, inundados, por la miseria asolados, pérdidas, ya varios muertos, desgracia, muchos entuertos.
¿La crisis?, no pasa nada, su actitud . . . desenfadada; México está “del cocol” y él solo piensa en beisbol.
El día de ayer, muy formal, en Palacio Nacional recibió al pitcher Urías que fue campeón hace días.
López se hizo su reunión con hijos, amigos, en un salón, sin guardar sana distancia, insensatez, arrogancia.
Su gusto así satisface, anda en el pleno desface no ve toda esta tragedia como la cosa más seria.
Decir esto lo lamento, pues, con tanto sufrimiento ¿cómo puede sonreírse ante el luto divertirse?
No hay crítica que resista ni tantito la despista, como si nadie lo viera, ni un tapabocas siquiera.
Se puso en ese momento sigue sin dar el ejemplo al pueblo “sabio” tan bueno, ¡ampáranos, Padre Eterno!
Qué triste desinterés, penosa actitud de Andrés ya ni la burla perdona a la demencia se asoma.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 20 de noviembre del 2020 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
Revenir vacuo
Ahí donde estuvo bebiendo la sequía sus noches resentidas, del color caídas, por la vieja escena de lo nuevo, al culebrear, la oficiosidad evadiendo, las mañanas distanciando, las fatigas disgustando, las entradas desfigurando, las salidas desgastando.
¡Por el mayor menos!.
Cualquier idea, impertinente amargamente, en la carencia de abundantes espirales, belicosamente, empedernidas de apuro, de pendones basculantes alarde. ¡Del desamistarse impunemente!. Fastidiosos cicateros de parvo seso. Embelesados insufribles de parca testa. Con infinita determinación superflua y gris.
¡Por la trepidante caninez!.
Con el grito enrojecido un conejo vuela lejos, del agua sorprendida, en el amarillento éxito, de la sirena en huelga, por los meses ineptos, exclusivo,s de las pobres, crisis radicales, al saltar el río, el trémulo ramaje pertinaz, de la tarde indulgente, que al furor irrita, en el vergel arrepentido, del pincel mártir. ¡En la oleosa resistencia y la acuarela despistada!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Andando Adiamantinado...
Por esa quemadura que ablanda cayendo, al endurecer, que madura, subiendo raudo. Asolado anublando azulado anhelado. En esa ceniza que por el huso usa. La estepa que tapa capa a capa.
¡Encalabrinado culebrearse ablandado!.
Solemne indemne, a destiempo el sol, brilla, la orilla, no obstante, distante, en tanto agoniza, aquél, opalescente, de la transparencia, sediento aliento, del fuego huésped. ¡Culminante crisis!.
¡Carbonífero luciferino infértil!.
Los dados en la mano piden serlo, lanzas sorteadas. sortijas saladas. al endulzar el mar sus olas, al despedirse enemistado el lirio, blanqueada lira, y la rosa verde.
¡Oh, espiritiformes artificiosidades!..
Al caminar el puente parte, la muerte sin morirse desandando, lóbrego desarmarse deslumbrado, Viéndose el fiero hierro herido. ¡Las sandalias desgastadas claman calma!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Por un momento
Se sintió con ánimo de no contestar con cordialidad extrema, lo hizo por defenderse arqueando la espalda para parecer más fuerte entre la gente arremolinándose en las esquinas de los pasillos por el patio lateral, en contacto con la otra realidad en su camisa de cuadros, como esos ojos del corazón que no ve el hambre de las mesas, el miedo de las cucharas en la angustia de los tenedores, y el parpadeo de los cuerpos mordidos por el espejo, contrayendo el aliento acelerado... Ven... ¡Vamos!.
Te invito a caminar por el olvido después de cerrar la puerta al sueño al filo de la memoria por el ancho cauce de las selvas, y sigue absorto al canto en su capa de herrumbre y pereza, descendiendo por la sesión de palabras vagas, en la crisis de las ausencias, que vuelven inesperadamente calmadas al conversar entre los extraños dentro de una esfera rara.
Llevaba en la mano el eco agrio del que intuye el propio goce, extraviado, arisco, que con guiños aviesos rinde todo a su afán, y tuvo razón al no decírmelo, y después de haber callado al extremo de escribir con humo azul al cielo gris, y de saltar al vacío, donde el fuego se había extinguido temblando.
Ya era ceniza y...
El cementerio se abrió bostezando la puerta más temprano que de costumbre, como nunca antes, en rígida actitud marcial decepcionado con un leve resplandor que sus amarras sacude, y rechina y se queja, del porqué, del cómo y cuándo, es austera la inteligencia, negligente la voluntad y su atención exasperante.
¡Es que no te cansas de morir!___Parecía decir, sintiéndose humillado hasta el último límite. Y todo por la razón de la sinrazón que vas penetrando en la íntima desazón como el barco que flota como un cetáceo muerto en la insomne conciencia del suplicio acallado, doliéndose en la alegría con el acorde suave de la pena. ¡Ni siquiera puedes disimular que ya no vives igual que siempre!.
No, amigo, no es cuento. Te digo que nunca lo ha sido. Ni mucho menos un truco. De esta suerte, al morir, desesperado te das cuenta que sigues viviendo, donde la ambición eterna hurta las horas en la sabrosa mentira del engaño, y tu yugo es el tiempo al que has quedado encadenado, reduciendo el círculo de los ojos que no ven el dolor de la calle y la pena del viento... ¿Qué sucede?. ¿Qué no hay renovación?. Día tras día subsiste el problema, año tras año, pero cuando eso llega, desaparece la confusión, y se encuentra un sentido distinto.
Y no es cuento, no... Son los miles de ausentes. Los que han estado esperándonos desde hace décadas, donde hay un fin discontinuo que comulga con algo desconocido, por el deseo que trasciende la expresión verbal, que separa del mundo su llama vigilante y viva.
¡Bien lo dice la leyenda secreta, extraordinariamente desconocida!.
Nadie tiene derecho a torturar a los muertos, pues sus hijos vendrán a pedir cuentas de alguna forma, y como las olas siembran el dulce, al mar en las horas ardientes, que agitaban aquel rostro por el viento con las señales de la vida arrastrado mortalmente. Y como los sutiles filtros invaden un dulce sueño, la realidad aguarda temblando en el pozo desnudo, sin otra protección que las espumas de las llanuras.
Yo no sé si era valiente, o quería serlo desde entonces, como si el cuerpo fuera una madeja en los límites del cardúmen conformando un émbolo devorable contra los merodeadores del instinto con arrugas, buscando hacer ganancias con la insistencia auxiliar de la incultura, sepulcro vivo de los mínimos esfuerzos, del ser genuino humano. De hecho, la obsesión es legendaria, y el ingenio de algunos de éstos métodos y dispositivos, aunque parezcan anticuados, es asombroso.
Caminaba reflexionando en la nada, como el núcleo de importancia prima, y donde todo sucede con el tiempo. Con la negra aurora, y en la amarga condición de esclavo. Algo que en los versos vibra como verdes hojas, de un proscrito infeliz, soñando el tesoro desterrado, con la mano indiferente del destino, del esfuerzo incesante que se encierra en sí mismo. ¡Concentrado!... Pensó en el cero, como amuleto de los hechos físicos, y matemáticos. ¡El opuesto exacto de la nada, intentando capturar sus efímeras imágenes, y sus impresiones subjetivas!.
Por un momento. ¡Sí por un momento solo!. Uno solo. En la atmósfera introspectiva, y con la suficiente resistencia, pueden soportarse los más rigurosos inviernos ovoides, cónicos, entre las formaciones de nubes de polillas, devorando especies exóticas de anhelos olvidados entre los dramas celestiales, y la pureza abstracta despiadadamente falsificada. ¡Sí, donde no se necesita comprar nada para participar!. Donde el corazón, una mañana se empapa por el vuelo de la esperanza de un simple mortal que leyó su astral congoja.
Pensaba y pensaba... ¡Al menos así lo creía!. Durante la existencia, hay algo activo, latente, como el aroma ancestral de la infancia que restringe el flujo de corriente, y también donde se define el vacío del ser, como semiconductor usado principalmente como rectificador del dolor sólido en una superficie plana para darle un efecto tridimensional, que se disocia en cualquier instante, y cuyos resultados dependen de que ocurra o no, un determinado evento del contrato vital, en el fondo existencial aleatorio.
Y en realidad así lo fue... ¡Por un momento!. Como la hoja que se desliza por un pedazo de olvido, nutriendo al cementerio, en la luminosa cabellera del éter en su infinitesimal ardiente carruaje. Y por el término latín... ¨Alea¨... Que significa suerte, al caer en el espacio imposible.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
GASTADA SANDALIA
Gasta Ada Sanda Dalia El gris pájaro, de aquél instante, gastado, insistente al mediodía de nueces, zapato, que corre en las flores, ramas al viento, gastado, un tanto más que menos, en la transparencia un arrebato, zapato. ¡Hostil!. De lo menos un poco más. Decoro al que corroe raído. ¡Gastada sandalia!.Parece. En el cielo mínimo. El Cielo mínimo... ¡Gastado, gastado, camino!.Con el Suspiro Descalzo Despierta. El aliento... ¡Camino, camino, gastado!.
En La humillación, muda, en alas mojadas. Se levanta migrando un puente agrio. ¡Testigos en bloques falsos!. Ladrillos entre las mieses mudan. ¡La sed del ánimo en ruina!. Una colina, sin embargo, amarga. Al reloj profundo, en sueños y campanas. ¡Luz del instante, alrededor grisáceo!. Menos... ¡Verde de sí mismo!. Vino vano viene. Letras al olivar dice, hacer hológrafo. Más... ¡Azulgrana de sí mismo!. En vano deviene. La semilla. ¡Quieta!. Escapa. Al zapato desventura en crisis. El camino. Caminar... Descaminado... Gastada. San...Dalia...Al margen...Desempleado...Zapato. Tan desempleado Tan tiempo Tan viento Tan insistente, gastado, se gasta el camino...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|