Puedo escribir los mejores versos, puedo bajar una estrella del cielo, puedo romper el cerebro. Puedo cabalgar sin frenos, puedo ser el maestro, puedo descubrir los secretos. Pero, ¿para qué hacerlo, si tú no estás en ellos?.
Autor: José A. Monnin Limpio-Paraguay Derechos reservados. 08/06/2013
Amor, no sé qué bicho, en la cabeza te picó Porque eso de andar preguntando Que si te quiero o te he dejado de querer Es insanía que alguien siniestro sembró En el más limpio de los corazones Que para mí suerte, me ama a muerte.
Y como no habría de quererte mujer si tú eres la luz que inunda mis días la fuente que calma mi sed la estrella que Dios me dio y no preguntes cuanto ni como te amo, con que lo sepas... te basta.
Llénate de alegría y esboza tu mejor sonrisa que tu cara refleje mi amor... mata la envidia con tu mirada y entiérrala lejos de tu corazón. Tú: mi cielo y mi reino Yo: tu penitente esclavo. y qué?
En la voz Ausente ¡Penan plenos! Miles Ecos, huesos, monólogos Del cielo Sin estrellas Voz ni sueño Voz ni aliento Tal vez, mar seco Tal vez, eco solo ¡Sin cielo! Vagan inocentes Memorias de ceniza Memorias de injusticia ¡Miles males hieles! Silencios solitarios Penan monolíticos ¡Sin voz! Llenos De ausencias ¡Olvidados! Tras el cielo En la tierra Inexistentes.