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POR AYER...
A Yer...¡Qué celebras la mañana!. En las preguntas solitarias. En las respuestas indulgentes. Las palabras de amaranto no son nueces.
El ayer pasó laurel del tiempo, en el pasado, consumada caricia, por el puente de hogueras impalpable, y se llevó los secretos sueños, con la libertad, derramando acero, por la noche, que molía y molía, un reloj cautivo, cambiando los siglos, por los años, en una década, en el silencio en carne viva, en el canto de un caballo, en el tren. Deeel humo, rosa, carbón, planta, invisible cúpula.
Por las leves redondeces, de los besos acinturado, de los labios afresados, de los tesoros debajo, de las alarmas, de inocentes palpitares.El ayer pasó, penas y abrojos, en el pasado laborioso, viento de madrugada, con la historia sin pudor olvidada, y la deshilachada fachada núbil, con toda la incertidumbre, con la turbia huella, del paraíso previo, de espanto azulado enlazado, de cordial colina inquieta, y de reproche vejez fugaz.
En las preguntas solitarias, las respuestas, indulgentes, de amaranto no son nueces. Las respuestas de los ayeres olvidados, en los futuros presentes. En la charca de los meses del cielo, perforado, hay brumas de enjambres. En la prisa del sendero rendido, de las caderas, céspedes reclamos, ardorosos. En la reconfortante casa, del frente arquitectónico, y armónico del enamorado.
Por Ayer. ¡Qué sentía subir al suelo!. El cielo de una mañana, la tarde de nuevos años, la noche voluptuosa.
Por Ayer. ¡En las manos resbalando!. El rubí resplandeciente, la núbil esmeralda, la grácil perla. Por Ayer. ¡Qué cada mañana teje al sol!. El amor fulgor, de la sencilla materia, de la tierra amante del cielo.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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HE DEJADO DE SERME
He Dejado.
En depósitos llenos de viejas pieles, la carne, y el agua están calladas, y en sudorosas tuberías, vacía gime la nieve. ¡Por serme!.
He dejado De Serme recordado De Serme visto De Serme reflejo sin espejo, excepto un minúsculo excesivo.
Las palabras ya no son tintas, y nada absorben, ni siquiera sangre fresca, sudor añejo, y lágrimas infinitas.
Son solo letras arrojadas a la basura. Por unos minutos de humos electrónicos, de arañas, en los vidrios y el plasma . Palabras de usar, y tirar, de masticar como una máquina, y vender al ingenuo, como pañuelos y pañales, de papeles preocupados. Como son los nuevombres de usar y tirar, innumerables, decorados ningunos, en ésta eternidad nitrogenada.
De Serme He dejado Por donde...
Las palabras exponían su desnudez, estando vacías, ahogadas entre letras, pretendiendo ser estrictas, y severas, del gandul zángano, como la zambullida divisoria, de las durazneadas enmanzanadas.
Desesperación malversada, y esperanza del tornillo, irresistible alegría, y optimismo inagotable, tristeza, nudo de la tranquilidad y cajones, sosegados en la furia piadosa del retrete.
He Dejado De Serme reloj que duerme velas, en el valle vagón del nido. He Dejado al nacer latente, un pálido revuelo, de colibrí. Al Serme Un sabor en la pradera, sideral huracán, algodonoso.
Vivo en la más completa muerte, muerto en la vida más eterna. Con La esperanza de los demás, brizna barata, como un guijarro inaudito.
Por las calles sin cabeza. Por las casas sin piso. Por los latidos de los corazones muertos. Rayo de luz miserable sórdido, ego engolosinado, del sí mismo, ahora, nada. ¡Dónde alguna vez me viste!. Dices.
Por lo no destinado, a iluminarse. Como ¡Bañando al inédito, recóndito y ausente!. He Dejado De Serme. Tiempo arisco, monitor embudo, años enterrados.
Solo He Dejado Lo qué...
Fue solo mi sombra, y es como tu apariencia, como cualquier imagen, que en el cuerpo escondo, con una desventurada figura, entre el embalsamado vidente sollozante, y su visión del éter inmóvil, con los bolsillos rotos, de noches ingratas, solo una sombra de temporada.
¡Qué de serme he dejado!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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MEMORIAS DEL HUMO...
Serán. Los diez. Y siete serenos. Pasados campaneando. Marinos basureros desmemoriados. Humo, vapor, ruinas inhumanas del. cuerpo solo carne plástica y tarjetera.
En. Las. Memorias de los mares. Van cadavéricas espumas. Aves y reptiles de los bolsillos. Con los grillos pillos bandoleros. ¡Entre las olas sentadas y sedientas!.
Del humo, humanos del ayer, memorias perdidas, fuego seco del vientre hueco. ¡Palabras!.
Siguen Luego... Las olas sedientas y sentadas, y qué...A lo lejos, el mar aislado. Del mar observan, ojos nublados, pestañas, espumosas de las arenas enloquecidamente blancas. Allá Por El caminar de un lugar nublado. De un sitio a otro. De un cangrejo. ¡Enamorado de medusa!. (Sin la blusa de siempre).
Humo,en la memoria que fue. Agua del vapor enrojecido. Palabras, palabras, de las urnas, de los panteones y hambrientos ignorantes, últimos engendros de lagartos abortados.
Las olas desnudas. Sin Blusas Del Desierto Ceden. Del sedoso pantalón. Un zapato, campanea por los rincones. ¡La sonrisa muerta del mañana!. ¡La ternura destazada!. ¡La esperanza sepultada!. Una mañana, que no será nunca la misma. Por las lágrimas de tanta tarde. ¡Noche y día lunático!.
Del sol de los infiernos en el corazón del hombre, guarismo representante inútil nuez fingida, veleidosa patraña catacaldos lapsus lúgubre agrio, escarabajo prepotente el cielo sospechoso oculto, oropel de la estupidez humana y asesina franca.
Memoria en la demencia. Banco y mesa de las venas vanas lenguas. Familiar de los gusanos, amor de lápida. Amor de bala y bayoneta, de inocencias cultivadas. En los suelos entrañas de tierras y de olvidos. En la tierra voluptuosa verde brisa, azul infierno. Y En Las playas, nevadas, pudorosas y abatidas.
Una memoria de concha. Mil conchas. Del humo. Humano, ya nada queda, solo historia. Vergüenza de los miles de millones de mensajes. De catastrófico vacío del escritorio.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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E.M.P.A.P.E.L.A.D.O.
Del papel midió la espuma. Pureza del hombre y la obscuridad. Pensaba cada letra misma, que un pobre renglón alumbra. A lo lejos, el cuaderno enfría. El libro, en la mesa, sobria. De ésa casa, ésa vez, en el hombre, la espiritual carne. Sintiéndose desnuda. De papel, en la escritura. De la pluma de su mano. Cada letra. ¡Salía y se quedaba!. Salía Y Se ¡Quedaba!.
Como... ¡Cuándo en el horizonte vuela el viento del eco. En, él, renglón. Y en el cuaderno. A lo lejos. De la mesa. Aquél día. El hombre. Pensaba, escribiría. En el libro. ¡Sobre la mesa!...
Madera, color, sombra, brillo.
Agitando las ramas. ¡De las emociones!. Que...Tiemblan. Con La Tormenta.
En la obscuridad misma. Él se alumbra, viejo, la sombra, el alma, sangre y aliento.
¡En él, horizonte!. La carne desnuda. ¡Había quedado toda!. Y Todo, de la carne. Desnuda, nueva, arcilla, honor, pasión y olvido.
Del hombre y de aquéllo, qué escribió...
Desempapelándose. Algodonosos trapos. De alfileres, pergaminos y vitelas. ¡En fotográficos recuerdos!. Insensibles... A la obscuridad, del alma, bajo túneles y lino...
Bajo el papel. En la obscuridad. De las briznas frágiles en la habitación. De las velas crudas en la noche. De las novelas enceradas en la tarde. De las nebulosas, agonías en la mañana. Al amparo del invierno purpurino. Matinal frondoso por la hora imprecisa. ¡Desmielando transparentes las abejas!. Vespertinas. Fantasmagóricas. Pupilas.
Del papel. ¡Escribió sobre la vida!. ¿Cuál debe ser el hombre, cuándo, el hielo quemando encarna?. Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Naturaleza digitalizada
Pueden, los falsos alacranes, Prohibirse mil hormigas, elefantes, allá, Tales, naturalezas, maldades... ¡Ideas del fanático columpio! Y garrapateando, nogales, cedros. ¡No, hipotéticos, mesabancos! Darse, fáciles, almohadas, ¡Oportunidad de los cangrejos disecados!.
De lunares, adoptivos, asociarlas, Expresarlas, enredando los vagos hilos.
Pero, la violenta, violeta lenta, siguen los rigurosos nardos, existiendo, los arrozales desalados.
Por el espectáculo del mundo, éso, desvestido, de la belleza cruda. ¡Solo carne del dinero fácil!. La seductora protesta, de los mosquitos, discusión de premeditados erizos. La comparación. Adorada, crítica supersticiosa, de los gatos, las lagunas, acostadas y sonámbulas. ¡Ideas de pingüinos angustiados!. ¿Pueden, ejercer... La ceguera transversal?. ¡Ser alacraneados y escorpionosos!. Útiles al fondo, un lógico vacío.
¡Que puede, también, prohibirse! Por el vacío, tecnológico, ignorado. Y expresarse... ¡Pero, existiendo, sigue!.
Natural. ¡Ésa!. Digitalizada, bandera.
Tuyo, ése aquél, arañado vidrio. ¡Digitalizado!. El extracto sólido, del cardiólogo, termómetro.
Las caderas dejan rojas palabras, en los cristales indiscretos baños, por los besos cálidos rasguños, por los sabores, caobas del ocre, en los archipiélagos exquisitos. ¡Los trenes siembran algodones!.
Puede prohibirse, al orificio, sonreír, donde llueve debajo un lagarto, harto, de los golfos y las chinches, de los asmáticos prismáticos, de los derramados colmillos. ¡Donde destejidos fósforos alumbran!.
Pero, las calles, siguen las crines del pescado, existiendo las bicicletas.
Y una cascada busca, el miedo triturar. ¡Vacío relámpago sin hueso!. Ser, cáscara, máscara. Productivo, pensamiento intacto.
Si... Si... Si... Si se... ¡Desdigitaliza!. Cada cabello su sombrero. ¡Naturalmente... Humanizado!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ENGAÑOSAMENTE
Fuese buscando soledad compañía Teñido de cuerpo Vagando Entre sueño y soñándose Sol Edad... Eter... No y sí Solo... Duda. ¿Se fue acaso solo el ali ento del polvo?.
Tañido Del Cielo... Sol... Edad. En el cuerpo. ¡Teñido de tiempo!. Solo Busca Ndo Ser Eter... No solamente. Fe du... Da. Dormí Da la vida Despierta La Carne Mortal... ¡Del éter... No muerto!.
Solo Vaga Ndo... Acompañado. De cuerpos, de sueños, de soles. Fuese, tal vez... Un... Sí. Un... Sí... Mismo... ¡En sí!. Solo un sí... Compañero. Solita río, río de la vida, la muerte, la mente. Año De... Añejas. ¡Añoranzas!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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AMOR DESNUDO
Amó el nudo el cordel. Desde. Desayunar. Desnudo... Este siglo. Hasta las piedras. Sufren húmedos los huesos, de los minutos sin vida... Ya una raíz del reloj perdió. el aliento excesivo. Y las alas. de las arenas de sus días.
El amor sin nudos. Descalabrado. Descansa. Descaderado. Arrugado. Este milenio ha borrado. el mantel más mínimo de humano. Dónde_____ Cada viejo sol. Perece_____ Paralítico. Un venado calla, distraído en el adiós de la mañana, en el dulce lugar, que no es otra cosa, sino ausencia, del cielo, bebida, cada carne, en el diminuto gesto, de la silla bosque infame. Desnudo el cordel amo del nudo. Desmelenado. Descabellado. Desmedra. ¡Amor, amor, escucha!.
Amor iré al infierno fervoroso, con la leve sombra quebrantada. Donde llega la piedra reclinada. En el seno obscura argolla. En Las Márgenes. De pálidos impulsos. En El Vago asir de almohadas frías.
Los despojos las congojas. Y Los Ojos hermosos de las hojas.
Con el invierno techo, gris el vidrio falso canta. Una tumba, consuela con la lengua, el vacío cielo encontrado, acostumbrado cada vez mirado, el pasado separado, de mil distintas formas, tibios cuchillos, de los perdones acogedores.
¡Después desventurado desamor!.
Aquí y allá______ El más allá. ¡Habita en cualquier parte!. Como parte al alma una partida. Y dónde vivo el olivo fugitivo arde. ¡Con el licor color tintero puro!. Lo aceptas ó rechazas. ¡Oh, oh!. Cuando A Tu Casa... Llegue... Y llegará, ya lo verás. ¡Cómo los crótalos alacranean!.
Amor iré ayuno de pescado. Amor. Iré... Amor, amor... Iré, iré.
Pues verás... Cuándo el títere tirita tumba el timbre. El amor ciego desnuda!. Con ésto y con aquéllo. El Intacto intento templa el temple. Cómo una vez__La nuez moscada. Mascada. Otra ostra en perla pobre. El títere tirita.
El Desam Or del flá cido recuer do... En el. ¡Cántico del tímpano!.
Amor que muerde la pesadilla. De una ardilla. Cuando calla. El cordel. El nudo. El amo.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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DORMIDA DISFRUTA...
A Veces Tal Vez Muchas Veces. A veces, tal vez, muchas veces.
Del Sueño Soñado Ardiente Y Nevado. Nevado de fuegos nocturnos.
Del sueño soñado ardiente y nevado. La endurecida fuente, ablanda, noblemente... La flor. La flor de ayer hoy desnuda. ¡Del polen cubierto de viento!. El amar... La llanura perdida. El sueño. ¡Convertido en carne divina!.
Abierta La Manzana Enjoyará La Cereza... Abierta la mansa manzana. Enjoyará... La sana cereza.
El árbol de ruiseñores atestiguará la tormenta. El premio perfumado de sublime memoria. Del Semblante Luminoso apasionado. La hermosa catarata. La Hermosa catarata. ¡Arboleda de sueños!. La Penetrada nebulosa. ¡Con el marfil alfabeto!.
Dormida, en el sueño dormida, dormita cada día. Cada noche qué sueña, dormida disfruta, la fruta. La noche que duerme, el día que despierta. ¡Corazón del tiempo que duerme y disfruta!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Mundo del pasado
...Hoy pretérito... Mi mundo se ha ido.¡Sangre seca!. Por el tiempo hueco. ¡Aliento helado!. Conmigo voz y carne. ¡Abatido lirio!. Niño del terror. ¡Manto ceniza!. Licor mordido sin futuro.
...Hoy perdido... Mi mundo ya no existe. Fue nube equivocada. ¡Mi mundo murió sin mí!. Soy espada sin punta. Sin filo. ¡Solo tejo paja!. Ruina del ayer mutilado. ¡Sólo polvo de esqueletos!. Pretérito perdido. Mi mundo es. Madrugada neutra y muda. Tarde de látigo y sirena. Vidrio de ataúd y agonía. ¡Hijo del olvido!. ¡Vidrio amargo!. Amargos ayeres, presentes secos.
Del olvido y la amargura. Hoy perdido entre pretéritos. Mi mundo se marchitó. ¡En fragmentos de muerta fe!. ¡En pedazos de oraciones vanas!. ¡Mi mundo se fue por siempre!. ¿Hasta cuándo?... ¿Hasta cuándo?. Hoy estarás perdido en tu pretérito.
Mundo, mundo del pasado. Hueco ha quedado todo. Todo vacío de mundo. Huecos de vacíos. Atrapados. ¡Ahoras!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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¿Oí Mí Preguntar?
Hoy es la hora Con qué la muerte acariciamos ¡Vivos! Andén del viajero al qué llega ¡Retrasado! En cielo cándido sol matutino ¡Exasperado el hombre! ¡Exasperado el hombre! En El Mundo ¡Lucha! Enredado de su recuerdo como el mar... ¡Con voluntad!
Con voluntad hace su voluntad.
Jamás Soberano ¡Puede sin aliento! Legiones de erótica avalancha.
Hoy, no existo... ¡Me dije! En el ser De la noche ¡Cobijándome las sombras! Las sombras, las sombras... Creo.
Hoy, de la vida Camino austero ¡De carne y hueso soy! Huracanado Trueno... ¡Qué descansa!
En un vacío De arcilla, pienso... ¡Al jarro! Esencia herida Es la campana de un reloj ¡Cándido de rostro! ... Melancólica ... En El ¡Sombrero... Hoy decapitado!
No es la hora No es la hora todavía Ni rieles de tren ¡Viajero de las muertes avalancha!... Parece ¡Qué aún... Vivo ! ¡Soñando, soñando!
Lámpara danza Perdonavidas... ¡Mío! ¡Defendiéndome!
¿De quién a quién? Hoy Esquivo Y... A mi preguntar... ¡Escucho!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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