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C.E.N.T.A.U.R.O.S.A.M.E.N.T.E.
En un grande lago lo hallaron. Con el miedo en su cueva torpe. ¡Qué indignado se quejaba del sosiego!. De las armas. De la sangre. Y de la guerra.
¡Es mucho el peligro y el agua es poca!.
¿Acaso pretendes gloria?. ¡Cómo en una caña, el caballo sueña!. Armadura sin sustento. Mal vestido en su locura. Corceleando. Al emanar un claro día. Alabando. En El Ámbar. ¡Del sol ausente!.
El, él y solo el. El mísero cabello. Y de la cabaña. Del ermitaño. ¡Año tras año!. Se quejaba y se quejaba. Pero... ¡Nada hacía para cambiar!.
En su aflicción y desconsuelo. En el suelo____ La raíz también. De la cabeza___ De aquél hombre.
Centauro____ ¡Qué retumba!___ Y campanea. La llanura con arrugas en la frente. Del inmenso aguijón punzante. Al qué como dichoso mortal enfrenta. Dónde la mansedumbre innata duerme. Azotando sólo, al violento torbellino. En la noche, encanto del silencio.
Luego los fieros huracanes. Calmaron las iras en la costa. Sepultados bajo las cejas de aquél hombre. En la verdad desnuda___Severo estudio. Del rigor mármoles y lápidas. Fraternal. Fraternalmente encorcelado. Del cabello, el caballo y el camello que soñaba.
Meditando. Meditaba en su desierto lago solitario. Con las armas, también fraternas... Meditaba. ¡Por el camino, qué del espíritu, se desprende!. ¡Qué se consume y renace día con día!. Y qué brota, de las desiertas calles. (También de frente). De la fuente. ¡De la fuente qué murmura solitaria!. (Otro también). Como el soplo en la piel arcilla.
¡Una rápida y celestial tormenta!. La cólera impetuosa____ De nieve pura. Adormecida en la luna. De las noches armoniosas. En las brisas del invierno. En el frío purpúreo... Y de frente a frente.
Frente al lago en qué medita. En las máscaras y cáscaras. ¡Del hombre___ Del hambre!. ¡Con el amor qué nace y muere!. Dónde la infernal tortura desgarra. En El Corazón de su existencia.
Corceleadoramente palpitando. Latiendo brioso a veces entre los campos, en la profundidad de cada vacío. Bajo el lago grande. Con el pensamiento. En los días mil veces, mil batallas. Lo hallaron los sueños. ¡D.E.S.P.I.E.R.T.O.!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ASOLADO RETROCESO
¿Y ésto, enrojecida lágrima, no ha podido entre tanto temeroso intento, conmover el corazón del mundo, entero?.
Redondo parpadear del pozo al paso. ¡Asolado!. De alba hora después de todo. ¡Retroceso!. ¡Mudo el mundo de ánimo abatido!. Joven, sin pensarlo eterno... ¡Asolado!. ¡Retroceso, retroceso, retroceso!. Cada sollozo de la cuna. ¡Retroceso asolado!. Cada hoja de la rama. ¡Asolado retroceso!. Un Anciano Momentáneo. Un anciano. ¡Asolado!. Un Magnánimo Desánimo enterrado y aterrado. ¡Soterrado!.
¿Y ésto, esquelética consciencia, no ha podido entre ausencias y exterminios, remover el alma al mundo un poco?.
¡Oh, flor de musical espejo!. Un reflejo del mirar lleno. Asolados somos, asolados. En El Mar De Las Noches. ¡Una gota sangra!. Una gota de mar de retroceso. Cada Día Un Día De... ¡Húmeda sequía!. Cada día. Un fracaso de un nuevo fracaso.
¡Sangre, sangre!. El. Desierto. En. Un... ¡Cabello!. La Selva En Un Camello. ¡Un camello en un cabello de caballo!. El Camello Entre Tortugas. Y cangrejos. ¡Atortugados y acangrejados!. Asolados. ¡Cangrejos después de toda concha!.
Con el ágil retroceso en cada orilla. ¡Brilla el relojillo!. Fuete Funererio Fundibulario. Por el albo parpadear hora tras hora. ¡Hora de oros qué no se oyen!. Adioses Por Cada Calle. ¡Hogar desecho!. Muertas familias. Muertes eternas. Ahoras, de retrocesos, asolados. ¡Y el qué lo diga muere!.
Ahoras Qué... Ya No Corren. ¡Solo mueren en la memoria, memoria de pasados olvidos!. Con Los... Pétalos... Anónimos. ¡Con las mismas lenguas amorfas dobles!. Al Sol... ¡Exánimes, unánimes por siempre. Anónimos e inánimes!.
Asolado retroceso... ¡Asolados, aislados!. ¡De entre... El... Estrago... Horror!. ¡De entre... El... Estaño... Espanto!. En Asimétricas. Tristezas de cabeza. Miles de mentiras infinitas. Mentiras matemáticas. Mentiras astronómicas. Mentiras cadavéricas. ¡Sol, qué va y viene!. Y___ Muere___En___Sangre. Con___Los___Rayos___Peregrinos. Con... Las Mañanas. ¡Con las mañanas llenas de tarde!. Tarde sin tiempo.
Es Lo Peor Arrancado De...Ésta Hi. Oh... Ah... Hi. Hi... storia. Ancianamente. Acribillados___En___Polvo___ Joven. Acribillados, en el alma, en el cuerpo, en la consciencia. De sol a sol___ El... Mismo. Tema que ahoga, cada mentira. Cada nueva esperanza que muere. ¡Tema tomado de lema infame!.
Tema, que te ama si callas, ó te callan para siempre cada instante. Tema que teme. ¡Teme uvando cada viejo higo!. Tema que teme__ Morir__Como__Cada__Uno__Ya. Ya El Mismo. ¡Yo, que ya no es. Qué nunca será cómo había sido!. ¡Qué ha cambiado!. Por el humo, la ceniza, el fuego, cada día de cada nube. Y Mañana Tal vez. Sea la última vez. Del un tal vez del nunca. Vuelvas a decirlo.
Asolado. Retroceso. ¡Qué cuando dice: No_ Existe_ Lo_Serán!. El Yo Del Humo. Un retroceso, un fuego de hielo. Hilo acordado. La. Burbuja. Asolada. Hace asolado cada sueño. Con Ésto Ésto y ésto otro. Ésto otro de aquél otro, que ya no eres ni serás.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ORDENANDO AL CIELO
Dormía el grillo en la gota de un sombrero, por la extraña intimidad de las lombrices, y el apéndice helecho de un delfín. ¡Nada la voz!. Desérticos los vientres. Las madrugadas callan los colmillos. Nada el oído piensa. ¡Ni da frutos!. Los huevos desayunan cáscaras de jugo, de la noble tierra humedecida...
¡Con sangre, con sangre, ordenando al cielo!.
El corazón es una burla de latidos, y los hoyos acechan cada vocablo, con el establo de sus sables impunes. La brisa con las piedras danza, y la pobreza frenética se extiende. ¡Arriba de las cejas, abajo del ombligo!. Con el amor y las pirámides heladas.
¡Con sangre, con sangre, ordenando al cielo!.
En cualquier parte la médula bala, el algodón, y las casas de patitas en la calle, almendran las navajas de los techos, con el maíz apolillado en cada mano, en la esquina. La pezuña del acuario. ¡Ante las sirenas que eran rojas olas!.
¡Con sangre, con sangre, ordenando al cielo!.
En los mares y las algas, en las columnas solitarias, en las noches largas. ¡Húmedo soñar!.
¡Con sangre, con sangre, ordenando al cielo!.
Dentro del yeso, hilo de una rana. En la rama tierna, la laguna, la leche, en el grano con las lluvias.
¡Con sangre, con sangre, ordenando al cielo!.
En el sombrero solo hay paja. ¡Y en la consciencia no hay cabeza!. El sol es una vieja historia. Pero ¿Dónde?. ¡Tan cerca qué pocos la huelen!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Venerable Insignificancia
A los lados de cada derecha hay cuchillos. Acariciando flores de piedra y hocicos. ¡De las cenizas, agonizantes!.
A los lados del mar de lunas. A los lados del hambre y huesos. A los lados del humanoide.
En aquél lado, hay lodo de pantano. De oreja a oreja por éste siglejo. Y los muertos créditos aman todo sapo.
En aquél tumulto de hipopótamos dorados, hay proyectos de manómetros pingüinos. ¡Ya empaquetado cada órgano se vende!.
Pero siguen los andrajos muelles y postes, ¡Agitando cada cuna destazada!. Filtrando a una lombriz hebra.
Pero nadie allá, vomita lo podrido, de la cera y los gusanos. ¡Plata, plata y solo plata!. ¿O será oro, de esqueletos en el alma?.
¿Cuándo, y hasta cuándo?. El Alba Ni a soñar. ¡Se atreve!.
Son los otros. ¡Siempre son los otros!. A manos llenas---¡Pulpos idiotas!. ¡Nadie los degüella!. Han perdido la cabeza.
El último pedernal se seca. ¡La última consciencia muere!. Y A los lados. ¡Sus hermanos!.
Venerable Adiós Insignificante.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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