Poemas :  Inconsciente década
Inconsciente década

Se han envejecido las lámparas.
Provocando, la desgranada luz, escarchas.
La cabellera, que vibra. ¡Lastimera!.
Disolución de primavera mustia.
De bronce lomo.
La fingida tardanza.
Entidad sin disimulo, por la paja.

Inconsciente. Década.
De cada. De cada.

Se hace honor a la desdicha.
Produce plumas el invierno.
Un espejo, cejas arqueadas.
¡Cambio las copas, marchitas las noches!.
¡Y agrio, el vino fluye!.
En la palabra más difícil,
consecuencia de la cansada tinta.

Inconsciente, inconsciente.
De cada. ¡Década!.

* * * * * * *

De
Esta
Década.
Se queda la garganta angosta.
Presente, la langosta de agosto.
¡En un pueblo de lagartos!.
Un foco de lámparas fundido. Uno.
Estado del candil fresco.
¡De los sueños muertos!.
Cambio de alfiler entre semillas.

Visible, la frenética cadera.
La calle, de pañal, de terciopelo.
Armonía, del violín, amor. ¡Amordazado!.
El mundo, interior, de las batallas.
Equilibrio de hojalata, hondo palpitar.
¡La verdad qué no se dice!.
Integración de espuela, montura, látigo.
Inconsciente.
De ésta, década, de cada. Cada.
+++++
Se provoca la disolución.
De la entidad de fúnebres corceles.
De lo deforme.
De lo que sin razón cultiva.

¡Miles de fantasmas!.
¡Lámparas inquietantes!. Después.
Entre.
¡Cielos, cielos. Cielos perforados!.
¡Sinuosos mástiles de monstruos!.
Los decrépitos flagelos.
Lámparas de fingido bronce.

Una vez. Una, una, una, vez, vez.
¡Soñado cambio!.
En el deseo visible, entre invisibles.
¡Vaya visible armonía!.
En
El
Equilibrio. ¡Aún en el desequilibrio estable!.
¡La integración!.

1.2.3.4.5.6.7.8.9... 10.10.10. ¡Años perdidos!.

Familias del humo.
Cobres pobres.
¡Los alientos, débiles infantes!.
Siguen... ¡Esperanzados!.
¡Sin remedio, cada imposible!.
Día, semana, mes... Año tras año.
Año de más años... ¡Solo la integración!.
De cada. Década inconsciente.
¡Ausencia, esencia de múltiples, ausencias!.
Década, década.. De. Cada. Cada.
De cada imposible nacido siglo.
¡Imposible!.
Detenerlo de inconsciente seguir.
¡Nada queda. Sí. La disolución qué provoca!

Éste, empobrecido, milenio, con...
Esta década... ¡Inconsciente!.

Ha
¡Quedado sólo, entre las soledades solas!.
Un charco inmenso. ¡Inmerso, inverso!.
De lámparas, apagadas, secas y ecos.
Desdichados.
Los huecos, de las paredes.
Los hierros, de cada tijera y plomo.
Los innúmeros y arenosos, ojos de los polvos.
Casas
Familias
Cunas. ¡Ciego, ciego, el cielo observa!.
En
Las
Almohadas, las alfombras, los aceites. Y nada.
Nada, solo entre las albercas, y tal vez, despierte,
sólo, entre cada. Cada. De. Infinitas décadas.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de introspectíon :  Engañosamente... (Experimental)
ENGAÑOSAMENTE

Fuese buscando soledad compañía
Teñido de cuerpo
Vagando
Entre sueño y soñándose
Sol
Edad... Eter... No y sí
Solo... Duda.
¿Se fue acaso solo
el ali
ento del polvo?.

Tañido
Del
Cielo... Sol... Edad.
En el cuerpo.
¡Teñido de tiempo!.
Solo
Busca
Ndo
Ser
Eter... No solamente.
Fe du... Da.
Dormí
Da la vida
Despierta
La
Carne
Mortal... ¡Del éter... No muerto!.

Solo
Vaga
Ndo... Acompañado.
De cuerpos, de sueños, de soles.
Fuese, tal vez... Un... Sí.
Un... Sí... Mismo... ¡En sí!.
Solo un sí... Compañero.
Solita
río, río de la vida, la muerte, la mente.
Año
De... Añejas. ¡Añoranzas!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Meses por la vida...
MESES POR LA VIDA...

¡Ah!. Por mayo. Ya desmayo. ¡Dices!.
En la seda. ¡Con acero envuelta!
Allá.
Lejos.
¡Las rojas sombras!. Rojas. Rojas,
hojas de los olmos y los higos,
fueron vestidos de paisajes,
expulsados, con la sed ahogada.

En
La
Cuna del abismo
Aroman
Íntimos adioses,
las confesiones,
las cadenas con sus lenguas.
¡Las inhabitables horas!.
olas del insomnio en las estatuas.
En
Las
Estatuas. ¡Estatuas, estáticas, estéticas!.
En los nombres al yacer petrificados.

¡Oh!__Por Octubre__ ¡Qué descubre frío!.
En la palabra__ Del silencio desgastada.
El mundo perdido a diario.
En la llanura de la noche hielo,
hilo, espuma, un vuelo de burbuja,
el hondo sonreír, poco a poco,
atrás de los álamos que duelen.
¡Qué huéspedes los meses
engendran y abandonan
cada año el otoño!.

Y
las
hojas, las ramas de los sueños.
¡Verdes y amarillos despertares!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta