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CARDIOGÉNESIS.
Cuando el agua florece en los pétalos del corazón. La noche escucha. Estrellas.
En la música del sueño. En la ribera del reposo. Donde el universo nace. Un océano se columpia en una gota. Y las montañas en un relámpago. Una noche, noche.
Inaccesible al olvido. ¡Del dolor qué alimenta el viento!. Una gota del cielo ardiendo.
El hielo ahogado en sed. Lo que debiera quedar preso. Del rumor de mil ventanas. Y el sacrificio... De las puertas. En la morada del silencio...
¡De la extraviada esperanza!. ¡De la soledad sagrada!. En la sangre del tiempo. Y el olor del olvido. ¡De los frutos del crepúsculo!. En la consciencia. Envenenada, del engaño... ¡Qué palpita!. Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez.
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Poeta
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Interioridades...
Senderos. Sibilinos. Aves anónimas. Mesura austera a veces. Tornadiza inaccesible otras
Son lo que serían siendo. Por la íntima superficie ondulando. ¡Campos en las puertas!. Por el viejo mundo sin ser tan viejo. ¡Caminos en las ventanas!. Del mundo, inmundo, muda nuevo. ¡Lo mismo qué las sombras apagan!. Todo el suelo animista del orbe. ¡Porqué la luz en la mano teje al aire!. Todo el callar inabarcable del silencio. Una Vez. Sendero. Claror otra. La mismidad sin abstracción. La hora yace atormentada lluvia.
El sentimiento, en huelga. Terminan los ríos secándose. Desempleado el raciocinio. ¡Cataratas al cielo gris final!. In Te Rio Ridad... Es... ¡Es salir del desesperante fondo!. Insinuante insipidez pudorosa encubierta. Interioridad veraz, la claridad alude sola. C O M O La gota inesperada bebe al océano. ¡Umbral ultramarino ultratumba!. ¡Incólume!____El progreso de los males. La plaza, saliendo, el sol, saliendo, la plaza. ¡Más entre la inmundicia qué famélica regresa!. El sol, caminos que apagan, tarde, al sol mismo. C O M O La nostalgia en un lápiz canta y danza. En lo sublime en un bolsillo satisfecho. Y...¡Vaya belleza!___El paraíso, más barato, fácil, en abonos, con el perdón en las paredes. Y lejos, incapaz, el infierno matemático es, magistral en la realidad que anida donde quiere. In Te Rio Ridad...Es...En el campo de la vida muerte. ¡Dentro y fuera, encadenada libre, fuera y dentro! ...¡Quimérica metáfora del pórtico!...
Finalmente. Inquietos colores fósiles como capullos. Inicialmente. Ardientes hielos aromáticos como metales. Intermedios. Dudas certeras agujas como algodones. ¡Así otra lluvia será mañana, de puertas y ventanas, cuna y ataúd, una catarata lejana!. Las interioridades en su prístina pureza. ¡Cuándo ya no estemos ahí, ay, ay, allí!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Lupus Óxido
De ángulo dormía un perro. Por la ventana la luna
Fiel violeta en el jardín. La noche encima de su mesa De invierno campaneando El silencio otoño
La primavera lejos. Del rectángulo el café bebe
De la tienda de la esquina nada. Cultivando gotas sembrando
Brisas en la noche sombras. Al débil manantial intratable Embalsamador de cristales Inmediatos.
Kilómetros de plaza pálida. Litros del espantapájaro
Las pupilas recogen puñados De ceniza Al influjo fidedigno del cemento Y al valeroso lápiz enfermoLo Dijo En La Hoja Enmohecida... ¡Como su lupa!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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AGLUTINADORAMENTE...
La Mente Ad ora Aglutina. Duramente dorando al dormirse. Y Con el sueño sepultando. El tiempo. ¡Sin ir más lejos del principio!. Entre la circunstancia y peripecia. Apagando. Los caminos. Intransitables... Donde manudean, las estratagemas suardas. ¡Entre pureza y flaqueza!.
Y Ya después del drama un clarinazo. Ya para que. ¡Grita un sótano!. De opúsculos miradas. Al encuentro del viejo plenilunio. ¡Ya el parque es un liso porqué del qué!.
Del paraje abandonado pasaje, aglutinado y dorado. ¡De menta ausente lamenta el sabor!. De la bienandanza peregrino En la más íntima verdad de las ventanas. De la disculpa del hipogeo. En el misterio puerta abierta. ¡Por el ictíneo tumulto!. ¡Por el furtivo incidente!.
Aglutinador. El siglo da un brinco atrás Al mar golpeando las arenas Al encuentro del desierto ahogado
Porqué El Siglo corre vestido en sangre. Del Lebrillo al embrollo. Del incordiar energúmeno. El Tiempo Sepultado, abandonado, nada y nada. En la piscina. De los relojes pendulares acordeones. De La Frialdad flamante. Los delicados pilares, desdoblando chispas. En la derrota de las victorias de ceniza. De los autorretratos despreocupados. De la sorna disipada sin tapujo.
Los Escritos llorando los destinos. Sin tino ni trino tónico. Del amor. ¡Desgarro imposible!. Aglutinadoramente Por El tiempo ¡Oh, el tiempo ha sido sepultado!. En Un ¡Eterno instante!. A-glu-ti-na-dor.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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SUAVEMENTE
Una oruga, por el zigzag del sentimiento, acaricia con la mirada, el castaño de la luna.
Lunares, hay en el silencio perpetuo, con las llamas inclinadas, con la humedad temblorosa, rodeando al extinto tiempo.
Tinto. Tiene la ventana el umbral. Del círculo agolpándose. Enroscándose engranajes. Los deshoja el cristal algodonoso.
Ejemplar. Momento del adiós interminable. Reunión del interior superficial. Del rincón reciente rueda. Deslizándose la noche núbil.
Una luna. Oruga el castaño sentimiento. Del zigzag de la mirada. Por el acariciada.
Su Ave Mente Suave Mente.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Incandescente incisión
Son Las Llamas Dolientes Del corazón Congelado y angelado En Tanto Conmueven A Las Cumbres De los mínimos Abismos. Dolientes Llamas
Asombrando la frescura de los fondos olvidados Elocuentes... ¡Las ausencias, inacabables! De felinas pupas... Relampagueo perfumado. Incisión. ¡Que late lato!. Los latidos.
El Corazón Incurable... ¡Roto el rato en la rotura rueda! Rudo y raudo... Frenético el hierro candente el mármol oleoso grita el rayo gotas... ¡Llueve luz! Luz, luz llueve y silencio en sombras gime a la vida la mano del fino polvo cien mil voces las veces del tal vez siempre pudo ser.
En La Incisión Incandescente Las ventanas insaciables Los momentos adolescentes Las noches agitadas Los vientos libres Libran Libros Vidas Llamas dulces centenares las mejillas tiñen las pupilas brazaletes ensortijados los tobillos embriagados
En Los ¡Breves mares largos lagos! Incandescente Serpenteando la mirada Incisión El indomable idilio Los años enterrados En las plumas ardorosas... Las memorias tejen sus arañas corazones en las cumbres de los abismos la frescura de las ausencias los mínimos rayos inmensas gotas elocuentes en la mano en las ventanas agitadas de las puertas centenares...
Incandescente Gladiadora la humildad Arrodillando al tiempo Por Los Anfiteatros ¡Que evapora!. Profunda llama la incisión.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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El beso del olvido
El Be So...Del... Kiss, baiser, beijo, bacio, KuB. Del Ol Vi Dar... Forget, oublier, esquecer, dimenticare. ¡Vergessen, vergessen!. Besa como el amor las nubes moradas desde la puerta una sola letra, agreste, ya que, el ruiseñor que va suspirando en el blanco vuelo libre galopa, lenguaraz, tan pronto aura, que tiembla al verlo por la luz dorada de las estatuas, de arcilla, fuera de que gime, que dibuja secretos cantos, por el pálido mármol, tatuaje gigantesco antes que, blandamente la aurora con su ramo ya suba fresca, benigna y condescendiente, empero, hasta las leves ondas que jugando riza, tejiendo, se han desanimado. Inanimadas, por el sol que besa al viento, púsilánimes por la nube que arrastra lágrimas, atemorizadas, en tinta cabellera gris, atormentada, húmeda entre los veranos, calientes, que fragantes resbalan, cuando se olvidan, en la espesura, de los nuevos caminos cegadores, en las delirantes ventanas de una casa vacía, de una cuna fría, de una muñeca, sin garganta grácil, bicicleta oxidada, y hombres comunes que perdieron el alma. ¡Sin alba!.
Besa el hoy, solo conversando con sus labios, con las grandes hojas, y de púrpura son las infamias, cerradas bocanadas de ceniza, y de oro, la matanza entrega ansias de benemérita cigüeña, y la llama en traje de chocolate, y de escarcha lo deja, al derredor del tronco ardiente, en un álamo, abandonado, por besar a otra, acacia, de nuevo recrucificando, por donde la llama se desliza, como caballo, camello, elefante, y hasta el sauce, se desploma en la sirena, y herradura.
Al final inclinándose al río de humo al río de pólvora a su paso prometido desnuda con pereza sonora la infinita pobreza que reparte la gran pena del cántaro turbulento al río que le besa al río de sangre al río de hogares sepultados.
A su paso...
Como vuelve un beso, de flor y cementerio, de sal que muerde azúcar.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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POR QUIENES
De La Vida. ¡Saudade!.
¿Por quienes andamos, los caminos de la órbita vacía, en días de tibieza, sobre un espejo, sediento?. Sin ardiente consciencia, sobre un cristal de fisonomía labradora, sin nubes, de pupila austeros. Si los estéticos lirios nacieran, espoleando cantos y suspiros, al revés, de la hermosura, virtud de la clepsidra, si las margaritas rosas nacieran grises, al revés, del espíritu burlado, si pocas nueces hay en las raíces, donde miraran, las lánguidas arenas, en las estrellas, y el mirto muerto, no cerrara, ni ventanas ni puertas, por el ópalo que desafía sus ojos, un túnel de caprichos, seríamos, de pintadas cejas, como nudos, de puñales desatados, albas de la ribera preciosa, universo, único y contradictorio, cisne, del reloj, en el puro vibrar de caricias ondulante.
¿Por quienes andamos, husmeando y rebuscando, atrás de los caminos, de la órbita desnuda vacía, del largo sueño, inmóvil iris de floración ociosa?.
¿Por quienes, las acciones, han turbado las palabras, han turbado las marionetas, han dejado la sed que crece, dentro de la vida, solo, saudade?.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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LETRAS TRAICIONERAS
En las húmedas ventanas los nardos prenden Las mejillas enrojecidas. De los ópalos marchitos. De los piadosos dardos.
Así, las letras, traicionan las palabras, y desayunan caretas nuevas, miles, los bolsillos de monedas, y billetes.
Donde Caminaban blancos en la nieve azulada, en los dardos pretéritos de túneles, rápidas ventanas de corona, lentos techos de diademas, unos muchos abdominales.
¡Letras, letras destintadas! Con los pálidos volubles dedos Una Vez, de voz en cuando canto. En ¡La triangularidad creativa!. Retumban, las cosas minuciosas, los escenarios narradores del mercenario, letras. ¡Del fugitivo diccionario descorazonado!.
Letras traicioneras. En el rojo pardo prado, verdosa simetría, disímbola. En El candor arrítmico del siglo. Diafragmas amorosos de los diagramas. ¡Gramos estéticos de los fonemas!. ¡Afónicos códigos de los ombligos!.
************ Letras En los hombros diarios enredados Con raíz y enredadera La hoja del otoño retoña Año Nuevo ¡Farsa dulce y trampa urdida! Gesto brusco del edificio ¡Oficio fusilado de los suburbios! Añejas letras En la palabra muda En la derrota corren los pavimentos En la victoria pierden los alientos Los programas De Pandora, panderos del cascabel.
Letras luz qué ciegan Los tornillos desempleados Las tuercas encamadas Traicionando cada palabra y renglón curvo
Por la respuesta complacida del imposible Por la firma prolongada pesadilla firme Impacto más qué ningún otro ¡Lodazal en rebanadas! Con la velocidad blindada de los escombros.
Paz dramática sin prisa, tropas de topes y de topos. Con el uniforme de pretextos. ¡Pacíficas murallas de ataques!. Y En Los pulpos disfrazados de las noticias Las Letras traicionan A las verdaderas palabras Millonarias alguna vez de carne y luz humana.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ÁGUILAS AMARGAS
Las águilas de la tierra son compañeras. Montañas de amargas mañanas. Arañas y palabras tal vez. Ves, ves. ¡Ya el pez agoniza!. En las malvadas ventanas. En los rostros sombríos. ¡Con la mohosa tormenta de los azulejos!. Águilas. Amargas. Águilas. ¡Amargas amargas!.
Desplumado el verano purifica solo escombros. Con el brillo sorprendido y afilado. Remolino de redes y tapias. ¡Ásperas son las cascadas voces!. Humanos, ¿humanos?, desmoronados. Espesos pájaros efímeros. ¿Uñas acaso el velo de sus garras?.
Amargas. Águilas. Amargas. ¡Águilas, águilas!.
Disueltas calaveras se bañan. Valle inmenso y selva de huecos. Las pieles e instantes viscosos. ¡La entumecida memoria en las urnas!. ¡La ternura derramada en las cenizas!. Con el vientre mortuorio de cosméticos vástagos.
¡Águilas amargas, águilas amargas!.
Sobrantes son las tinieblas hinchadas. Enterradas rodillas en círculos. Con los dardos de piedad y peltre. ¡La dichamancillada se escurre!. ¡La sequedad de obscena garganta!. Con el jorobado invierno, de atroz adorno. Amargas. Águilas. Del... Mañana.¡Manzanas moradas, enroscadas!. Y en las venas vanas. Venas vanas. ¡Vanos tiempos!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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