A UN AMIGO QUE SE FUE - Frases y pensamientos

Frases y pensamientos : A UN AMIGO QUE SE FUE
Te pido perdón, sé que es tarde, me acuerdo de tu voz triste, a pedir para salir contigo, arreglaba escusas, me había dado cuenta que estaba entrando en los cincuenta, ya nos conocíamos desde mis treinta años, mi cuerpo ya no era el mismo, aun que no lo vieras desnudo, había cambios y me daba cuenta, por eso no iba a tomar café a parte ninguna, en mi inocencia, quería que te recordaras de mi como cuando me conociste. Hoy arrepentida, sin vuelta a dar, siento que no hice bien. Cosas que no tienen explicación, solo que eras tan perfeccionista, que admirabas como yo era, lo decías, cuando estábamos con nuestros amigos, que me fui alejando, después de hacer la boda que me encargaste. Fuiste la única persona, que ha conseguido leer en mis ojos, se estaba triste, enferma o preocupada. Eras de una educación fuera del común, solo Antonio te ultrapasaba, en delicadeza, erais distintos, pero los dos, fueran de lo mejor que se puede desear, como amigo. En aquellos tiempos, que casi todo quedaba mal una mujer hacer, ya conducía, andaba sola en avión, llegaba a la capital a las once de la noche iba a cenar y marchaba de taxis para el hotel. Al día siguiente tenia medico, un grande especialista, por casualidad arreglado por Antonio, aun hoy estoy agradecida. Tuve amigas, pero verdaderas solo tres o cuatro, aun lo son hoy, mismo lejos, somos presentes y nos ayudamos siempre. Amigos muchos, no me acuerdo de alguno de ellos haber sido indelicado, o atrevido. Pero tú no merecías que escapara, no fondo por vanidad y falta de coraje, necesitabas, estabas enfermo, muí enfermo, no lo sabía, solo cuando moriste, sin despedirte ni decirme nada, lo supe. Ni una lágrima lloré, no lo he conseguido, el choque fue brutal, mi amigo se había marchado sin decirme adiós, hoy le pido perdón estés donde esté, sabe que no fue por mal. Tengo el pañuelo de Dior azul con flores amarillas, guardado, lo único regalo que me has dado. Fue cuando nuestro amigo bajito me regaló la jarra antigua. En ese año todos me han obsequiado, fue después del accidente que tuve en la auto pista. Tiempos buenos en la boutique, lo he pasado de maravilla. ¿Te acuerdas de las tardes de sábado? Mi amiga estaba también éramos por lo menos ocho, hablábamos de todo daba atención a los clientes y a las clientas y cuando no había nadie iba para junto de vosotros. Así amigo mío, está haciendo años que partiste, como otros más, pero tú no merecías, que no te apoyara, cuando lo necesitabas, no sabía, no me lo dijiste, pero yo como amiga, tenia obligación de haber percibido, el infierno porque estabas a pasar. Dejaste obra hecha, tu nombre es un ejemplo y dejaste a tu amiga, que tanto te tiene que agradecer. Hasta cualquiera día que yo vaya para tus lados. Donde estrás no existe el tiempo, aquí, si y estos de ahora son malos, tremendos, pero, como corcho, tengo que ir al sabor de la corriente de mi rio. Un abrazo, desde aquí, que el viento te lo entregue y se miras alguno de los otros, por favor dile que los echo de menos. A ti no, te tengo vivo en mi corazon. Oporto 10 de Octubre de 2011 Carminha Nieves	Poeta secreet50 Más textos Estadísticas Rss Texto 10-10-2011 9:23:47 2299 Estadísticas Enviar Imprimir Crear un pdf

Te pido perdón, sé que es tarde, me acuerdo de tu voz triste, a pedir para salir contigo, arreglaba escusas, me había dado cuenta que estaba entrando en los cincuenta, ya nos conocíamos desde mis treinta años, mi cuerpo ya no era el mismo, aun que no lo vieras desnudo, había cambios y me daba cuenta, por eso no iba a tomar café a parte ninguna, en mi inocencia, quería que te recordaras de mi como cuando me conociste.
Hoy arrepentida, sin vuelta a dar, siento que no hice bien. Cosas que no tienen explicación, solo que eras tan perfeccionista, que admirabas como yo era, lo decías, cuando estábamos con nuestros amigos, que me fui alejando, después de hacer la boda que me encargaste.
Fuiste la única persona, que ha conseguido leer en mis ojos, se estaba triste, enferma o preocupada.
Eras de una educación fuera del común, solo Antonio te ultrapasaba, en delicadeza, erais distintos, pero los dos, fueran de lo mejor que se puede desear, como amigo.
En aquellos tiempos, que casi todo quedaba mal una mujer hacer, ya conducía, andaba sola en avión, llegaba a la capital a las once de la noche iba a cenar y marchaba de taxis para el hotel.
Al día siguiente tenia medico, un grande especialista, por casualidad arreglado por Antonio, aun hoy estoy agradecida.
Tuve amigas, pero verdaderas solo tres o cuatro, aun lo son hoy, mismo lejos, somos presentes y nos ayudamos siempre.
Amigos muchos, no me acuerdo de alguno de ellos haber sido indelicado, o atrevido.
Pero tú no merecías que escapara, no fondo por vanidad y falta de coraje, necesitabas, estabas enfermo, muí enfermo, no lo sabía, solo cuando moriste, sin despedirte ni decirme nada, lo supe.
Ni una lágrima lloré, no lo he conseguido, el choque fue brutal, mi amigo se había marchado sin decirme adiós, hoy le pido perdón estés donde esté, sabe que no fue por mal.
Tengo el pañuelo de Dior azul con flores amarillas, guardado, lo único regalo que me has dado.
Fue cuando nuestro amigo bajito me regaló la jarra antigua. En ese año todos me han obsequiado, fue después del accidente que tuve en la auto pista.
Tiempos buenos en la boutique, lo he pasado de maravilla. ¿Te acuerdas de las tardes de sábado? Mi amiga estaba también éramos por lo menos ocho, hablábamos de todo daba atención a los clientes y a las clientas y cuando no había nadie iba para junto de vosotros.
Así amigo mío, está haciendo años que partiste, como otros más, pero tú no merecías, que no te apoyara, cuando lo necesitabas, no sabía, no me lo dijiste, pero yo como amiga, tenia obligación de haber percibido, el infierno porque estabas a pasar.
Dejaste obra hecha, tu nombre es un ejemplo y dejaste a tu amiga, que tanto te tiene que agradecer.
Hasta cualquiera día que yo vaya para tus lados. Donde estrás no existe el tiempo, aquí, si y estos de ahora son malos, tremendos, pero, como corcho, tengo que ir al sabor de la corriente de mi rio.
Un abrazo, desde aquí, que el viento te lo entregue y se miras alguno de los otros, por favor dile que los echo de menos. A ti no, te tengo vivo en mi corazon.
Oporto 10 de Octubre de 2011
Carminha Nieves

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