Poemas de desilusión :  Sangre de monedas
Sangre de monedas

Oyó el susurro de polluelos.
¡El pantano!.
Y por el camino abierto. ¡Se ciñen las monedas!.
Y por la inconsciente avaricia. ¡Tantos hombres!.

Rostros helados.
¡Los sudarios fingen!.
El inerte cabello por. ¡La testa!.
¡Él!.
¡El vago espacio espeso!.

Monedas de brillante sangre.
Por el velo tembloroso. ¡Y mil ausencias!.
De palabras.
¡Manchado y mancillado!.
Sangre... De... Metálicos. Idiomas.
¡Aliento de sarcófagos andantes!.

En él.
¡Corazón de ternuras yertas!.
En él.
¡Nacimiento de cándido ataúd!.
Por las monedas.
¡Por... Las... Monedas!.

En
Las
Venas y pupilas
Por
Las
¡Sangres!.

¡En las almas y consciencia!.
¡Inconsciencia en las almas!.

Canto sepultado. ¡Empurpurado!.
¡Qué al mismo desaliento muerde!.
Con el estremecimiento de glaciares.
¡Qué al mismo hombre amonedan!.

¿Quién y a quienes sangran las monedas?.
A sí mismos. ¡Se asesinan lentamente!.
Plásticos. Latires.
¡Con lápidas por labios!.
¡Los bolsillos de ignorancias!.
¡Almas. Metafóricas. Del. Caos!.

Desde ayer ese bien sucede.
Y sucede que cultiva. ¡Huesos y perdones!.
Y ama entre gusanos fervorosos.

Desde ayer ese bien vecino.
¡Monedas tiene!. En lugar de sangre.
¡Intérpretes de libres muertes!.

Cada día y de... ¡Cualquier color!.
¡Ahora ya nadie lo ignora!. ¿Ó sí?.
Adoran... Cadavéricas... Estrellas.

Con
El
¡Esquelético metal!.
Y
La
¡Lengua de serpiente!.
¡En el sordo escombro del vacío!.

Es inútil. ¡Ya en paz!. Nadie reposa.
Sangrientos son los despojos.
¿Dónde?. Las monedas reptan.

Y las almas huyen entre huesos.
¡Bajo el mismo ropaje!. De carne.
¡Monstruos modernos!.
Y... Ambición. ¡Organizada!.

¡Monstruos modernos y ambición organizada!.

Billetes de inocencia podredumbre.
¡Carneros de alacranes y tinteros!.
Sembrando. Los colmillos...¡A cada paso!.
¡Nunca y nunca!. Ante iguales oponentes.

La noche en sangre y llamas. ¡Está envuelta de promesas!. De Promesas. ¡Está envuelta!.
¡Horda rubia del engaño!.
Del engaño. ¡De su mismo pueblo!.
¡Pueblo corpulento de neblina!.
¡Muchedumbre que vano vibra!.

Solemne triunfo de... ¡Tinieblas!.
¡Solo monedas, almas fantasmas!.
¡Solo cuerpos, puro polvo podrido!

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

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