Poemas :  QUERÍA VIVIR
Alejandro Guardiola
España :: 30/01/2023
QUERÍA VIVIR Y NO LA DEJARON
En una casita del bosque vivían una pareja de ancianitos, un día como tantos otros salieron a dar su paseo matutino, cuando encontraron un cestito, dentro algo se movía. Se acercaron a curiosear y vieron dentro un perrito pequeño, muy pequeñito, solo tendría unos pocos mese de edad.
Que hacemos, no podemos dejarlo abandonado, lo llevaremos con nosotros, este perrito suplirá al hijo que nunca tuvimos. El perro iba creciendo y jugaba con los ancianitos, cada mañana cuando salían a pasear se ponía delante de puerta como diciendo, yo también, yo también.
Creció, era feliz junto a sus amos a los que quería mucho, y estos le querían a el.
Tenía doce años cuando enfermó, los ancianitos lo llevaron a un hospital veterinario, allí se quedó ingresado, estaba grave. Cada mañana los ancianitos iban a verle y se pasaban largas horas con ella pues era una perrita, la perrita iba mejorando, le quitaron el suero, con un móvil, le hicieron cada día decenas de fotos, un día cambiaron la veterinaria y al día siguiente en menos de tres horas
cambió a estado muy grave, llamaron a los ancianitos que por la mañana habían estado poco rato con la perrita de que a la tarde la podrían sacar a pasear, que la perrita se estaba muriendo. Aconsejados por la veterinaria de que estaba sufriendo mucho le practicaron la eutanasia, la perrita los miraba mientras se moría. Pidieron explicaciones al hospital, le dijeron la perrita no mejoraba, no pudimos hacer nada, mostraron las fotos que demostraban lo contrario, la perrita jugando con la patita en el agua, paseando por las instalaciones, no hicieron caso, encima se burlaron, pues al solicitar el informe de su defunción el pronostico era reservado, no mortal. Todo mentira, al pedir al jefe de servicios en tono de burla les dijo, si quieren les cambio el pronostico a reservado grave y el jefe se quedó tan tranquilo
Enviaron un mensaje con las imágenes al lugar correspondiente para denunciar el hecho, la respuesta, lo tienen que enviar con una firma digital, y desecharon el informe, dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero según quién, una palabra vale más que mil imágenes.
Al poco la ancianita se moría agobiada por la pena de la perdida de la perrita, el anciano le siguió al poco tiempo, mientras que aquellos que se burlaron de ellos siguen campando a sus anchas
apoyados los unos por los otros con la conciencia muy tranquila
Poeta

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