Prosas poéticas :  Nuestro Primer Arbolito De Navidad

NUESTRO PRIMER ARBOLITO DE NAVIDAD

Mi madre era muy joven, crecía con nosotros; con mi hermano y conmigo. Ella era hija de un comerciante de campaña de posición económica bastante cómoda pero se enamoró de un labrador y confirmando la magia del amor, pasó de la abundancia a la austeridad con la misma alegría.

De chica le gustaba pintar y le hubiese gustado ser artista de circo y también violinista, pero, con natural ingenio, pintura y manualidades llegaron a constituir hasta hoy gran parte de su actividad. Jamás nos descuidaba. Nos reñía pero finalmente cedía a nuestra gracia inocente y terminaba festejando nuestras travesuras. Mamá no era mamá; era una amiguita un poco mayor. Reía con nosotros como una niña. Era nuestra gran cómplice ante la geniosa rectitud de papá; por ello eramos tres ratones sigilosos y pícaros correteando por la propiedad del gato.

En las fiestas navideñas de ese tiempo era raro ver en la campaña un árbol de Navidad; el festejo no pasaba de una buena comilona con bebidas espirituosas para los mayores, gaseosa o jugos para los chicos y algo dulce y casero como postre. Eso de "árbol y pesebre, era cosa de puebleros" más bien.

Pero mamá, la genial mamá, decidió construirnos ambos: árbol y pesebre: Una rama de eucalipto de más o menos un metro, despojada de sus hojas, se convirtió en el esqueleto del “arbolito de Navidad” que, poco a poco, con arte y paciencia lograría su forma definitiva ante nuestros ojos extasiados. Papel crepé verde cortado en flecos, fue revistiendo cada brazo de la rama, y eran varios. Algodón desmenuzado extendido sobre los mismos figuró la nieve acumulada. Pequeños envoltorios brillantes cuadrados y rectangulares simulando paquetitos de regalos encintados con moño y todo, empezaron a pender aquí y allá desde las ramas bajas hasta la punta del árbol donde, ¡oh maravilla!, se posó una magnífica estrella plateada hecha con papel aluminio de caja de cigarrillos.

Un gran pedazo de “papel roca” estrujado y moldeado en forma de montaña pedregosa con caverna y todo, completó el escenario de nuestro árbol y su pesebre: Recortadas de folletos y revistas con motivos navideños y pegadas en cartulina con un breve doblez para su apoyo al pie de cada silueta, empezaron a ubicarse las figuras de José, María, el niño Jesús, el ángel sobre la entrada de la cueva, la oveja, el buey, el burro, los pastores y los tres Reyes Magos. Tres diminutos patitos de plástico flotaron plácidamente sobre un estanque fabricado con un pequeño espejo bordeado con piedritas de la carretera y, por todos lados, especímenes de la más diversa fauna que mamá recortó o pintó para completar su obra.

¿Que si nos gustaba? ¡Por Dios! Creo que esa noche no dormí. Me levanté varias veces candelero en mano a contemplar aquel prodigio que a medida lo rodeaba, la luz de la vela iba redescubriéndole facetas y haciendo destellar brevemente sus pequeños adornos con guiños en mi fantasía como inspiradas luciérnagas de infancia.

No me acuerdo si al otro día, además de nuestro flamante árbol, había en él algún regalo más para nosotros. De no haberlo, ya que con mis idas y venidas no dí lugar a la aparición de los Reyes Magos de verdad, seguramente no nos importó porque aquella artesanía magistral a nuestro gusto, como toda artesanía de mamá, era motivo de orgullo para enseñar en nuestra zona rural. Trajimos amiguitos para admirarla: Los tres hijos del tambero: Gladys, Margarita y Luis, y todos a comer rosca con pasas y frutas secas, también elaborada por nuestra artista personal, cuidando con mi hermano que nadie metiera mano en ningún elemento de nuestro arbolito.

Unos años después, yo había empezado a retribuirle a mamá su regalo con ingenuas referencias sobre mis primeros avatares amorosos y mis "firmes" proyectos de dibujante, que por supuesto ella apoyó, impulsó y para lograr su ejecución, hasta intercedió con papá gato; variable felino que a veces, ebrio, solía arañarla con garras y palabras; dolor que tras las lágrimas, ella mitigaba con su acto de pintar hasta recuperar la magia de su sonrisa.

Con mamá logramos nuestro cometido de perfeccionar mi afición tras nuevos horizontes, pero aquel proyecto me separaría de mi amiga perfecta. Partí con el íntimo afán de rescatarla, aunque sabía que para ella el hogar era el hogar y se sentía en el deber de pintarle a su amarga realidad, esa palabrita al medio que dice: “dulce”.

Felizmente lo logró ayudada por una casi trágica experiencia de mi padre con el alcohol, que lo escarmentó y "amansó" para siempre. Entonces, más tranquilo yo, permanecí por muchos años fuera de nuestro país. Mamá también sufrió por ello como si dolor y felicidad ejercieran un constante contrapunto en su vida.

Aunque ésto me dejó la sensación de que mi gratitud acabó en ingratitud, no fue así para ella por natural tolerancia materna, creo, o por mi promesa cumplida al fin de retornar definitivamente a su lado. Mamá sabe por mí que hasta el día de hoy no hay árbol navideño, y los hay en un sinfín de bellos diseños, que supere en mi emoción al ingenioso regalo de su autoría.

Es que sin ofender el reconocido esplendor de ese abeto-icono universal, aseguro que su modelo más caro y pomposo cae desmerecido en mi sentimiento cuando me acaricia la humilde belleza y la sincera y amorosa intención familiar de mamá, puesta en aquel nuestro primer arbolito de Navidad.
Poeta

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JoelFortunato
Publicado: 24/12/2013 21:46
Incondicional
Unido: 23-6-2011
Comentarios: 7989
 Re: Nuestro Primer Arbolito De Navidad

¡ Excelente !. Tiernas descripciones cristalinas, bien permiten imaginar ese mundo y tiempo, la psicología de sus personajes, la destreza discursiva, y en varios aspectos su didáctica subliminal. Le felicito y manifiesto mis deseos de bienestar y abundancia para su vida y familia en estos tiempos y siempre. Con mi respeto y amistad. Nos seguiremos leyendo y comentando cuando sea pertinente.

Juan_Oriental
Publicado: 25/12/2013 2:44
Incondicional
Unido: 19-9-2013
De: Uruguay
Comentarios: 960
 Re: Nuestro Primer Arbolito De Navidad

Muchas gracias, estimado Joel, por su preciso y elevado concepto sobre esta sencilla obra que pretende reflejar el sincero agasajo de la humildad social a tan clásico icono como es el árbol navideño.
Le retribuyo sinceramente sus buenos deseos de ventura y provecho para usted y sus seres queridos, en este y todo tiempo.

gus_de_las_pampas
Publicado: 25/12/2013 2:10   Actualizado: 25/12/2013 2:11
Incondicional
Unido: 31-5-2013
Comentarios: 3005
 Re: Nuestro Primer Arbolito De Navidad

Excelente y conmovedor relato, Juan. Refleja claramente vivencias de las que no tienen precio en el adecuado momento, en vísperas de Navidad. Un gusto de lectura, como "anillo al dedo" para este día tan especial. El mejor de los deseos de prosperidad, sobre todo de la espiritual, te dejo por este medio.
Gus

Juan_Oriental
Publicado: 25/12/2013 2:52
Incondicional
Unido: 19-9-2013
De: Uruguay
Comentarios: 960
 Re: Nuestro Primer Arbolito De Navidad

Muchas gracias, Gus. Un gusto el de tu visita por estas horas y ameno comentario. Mis mayores deseos también de paz y prosperidad en los mejores aspectos económicos y humanos para vos y los tuyos.
José Luis