Cuentos :  LA HORMIGA Y EL OSO HORMIGUERO
Sobre la tierra, en la hoja seca de un árbol de maple, se encontraba sentada una vieja hormiga roja, que hacía tiempo había sido Reina de un hormiguero.
Era una hormiga alegre, que daba consejos y compartía su sabiduría con la comunidad de su hormiguero, y con algunos otros animalitos del bosque.
Cuando joven, su color era rojo intenso, como el fuego, ó los granates, más los años vividos, el Sol y la lluvia, habían decolorado su intenso matiz, pero no así el color de su valeroso corazón, infatigable en las batallas en que había luchado por defender su hormiguero y su trono.
Clarita, era el nombre de la hormiga, y tenía una de sus dos antenas partida a la mitad, y cuando alguien le preguntaba que le había sucedido, modestamente contestaba –es solo un mal recuerdo, nada más- y volteaba su cabeza y su mirada hacia el cielo como recordando algo importante, y siempre sonreía.
Ella nunca quiso decir lo sucedido con la antena, más algún indiscreto, contaba que una vez, un oso hormiguero, había atacado a su comunidad, y se había comido a varias hormigas obreras, y para defender su casa, de inmediato, se enfrentó Clarita al encuentro con el oso, que tenía la trompa en la entrada del hormiguero, lista para comerse a todas las hormigas que entraran o salieran, atrapándolas con su viscosa lengua.
Clarita, como era la reina, era mucho más grande y fuerte que todas las demás, valientemente se encaramó en la trompa del oso y le mordió fuertemente y cuando el oso sintió el terrible dolor de la mordida, retiró la trompa y la sacudió con sus fuertes patas, aventando a todas las hormigas, incluyendo a la reina, y la pobre llevó la peor parte, pues cayó sobre su antena y esta, no resistió partiéndose a la mitad.
Más el gran oso hormiguero, entendió la lección de no acercarse a ese hormiguero por la valentía de su reina y sus habitantes y se retiró del lugar y nunca más volvió por ahí.
La hormiga, era muy modesta y nunca quiso hablar de eso, para no aparecer como heroína de la historia. Prefería no decir nada, pues después de todo, podría haber alguien que no creyera que ella había ganado la batalla al gran oso hormiguero. Por eso, solo recordaba y cuando miraba al cielo, es que daba gracias a Dios por no haber sido comida porla lengua del oso.

Pero el tiempo pasó, y ahora ya vieja y cansada, estaba disfrutando de la vida, contemplando atardeceres y dando consejos a las hormigas más jóvenes.
Junto a ella, todas las tardes se sentaba un grillo muy joven, escuchando los relatos de viejos tiempos de la hormiga, se encontraba sentado sobre una piedra, y bajo la sombra de un gran pino, que al pasar el aire entre sus ramas, pareciera que silbaba bellas melodías. Las agujas u hojas del gran pino, habían sido curiosamente arregladas y acomodadas a la entrada del gran hormiguero, esto, con la finalidad de proteger la entrada de su guarida del frío y otras inclemencias del tiempo, pues su nido en realidad, estaba más abajo, porque siempre son subterráneos.
Joselito, el grillo, aún no aprendía a mover sus alitas, y dejar salir bellas notas musicales por las noches, por lo cual, sus padres, mientras llegaba el día en que aprendiera, le habían regalado un hermoso violín, adecuado al tamaño del grillito, para que compusiera algunas canciones, de las cuales ya llevaba varias.
La hormiga, le contaba al grillo, que las hormigas son parientas de las abejas y las avispas. Y Joselito, abría grandemente sus ojos y mandíbulas, demostrando su sorpresa.
Después el preguntaba a la hormiga Clarita, que como sabía cada hormiga, lo que debía hacer dentro del hormiguero, y Clarita, con mucha paciencia le explicó lo siguiente:
Mira hijo –le dijo con dulce voz- en el hormiguero debe existir mucha disciplina, pues si no, esto sería un caos tremendo.
Todo empieza cuando a algunas hormigas escogidas para ser reinas, les salen alas, así como a los machos que se aparearán con ellas en el vuelo nupcial.
Después del apareamiento, el macho debe morir, y a la hormiga, se le caen las alas y debe inmediatamente buscar un sitio adecuado para formar su nido, en que ella será la nueva reina.
Al principio de su reinado, los huevecillos que pone, le sirven para alimentarse, pues aún no tiene súbditos que hagan el trabajo de alimentarla. Rápidamente, pasa el tiempo y nace una que otra hormiga pequeña, y cuando ya hay varias y la Reina decide que ya la pueden alimentar ellas solas, decide poner huevecillos más grandes para que se formen larvas y por consiguiente hormigas de mayor tamaño y fuerza, para el trabajo rudo del hormiguero, pero nunca sin igualar el tamaño al de la reina.
Dentro del hormiguero –continuó Clarita- existen lo que llamamos “castas”, las cuales, desde que son pequeñas las hormigas ya se sabrá a que casta será dirigida, pues de acuerdo a la alimentación que reciba cada hormiga, es la casta a la que pertenecerá. Algunas durante toda su vida, solo cuidan de las larvas, otras defienden el hormiguero de ataques de animales, otras se encargan de alimentar y tener saludable a la hormiga Reina, para que produzca más huevecillos y la población del hormiguero crezca.
En cada hormiguero, -dijo Clarita al grillo- llegamos a vivir de 100 a 400,000 hormigas y solamente una reina, aunque hay ocasiones en que hay dos ó más reinas.
Sabes pequeño, -le dijo la sabia hormiga- nuestros orígenes datan desde hace más de cien millones de años. Formidable ¿no?
Y el grillito cada vez estaba más asombrado con lo que le contaba Clarita.
Grillito, ya casi es hora de comer, te quedarás a comer con nosotras? –le preguntó Clarita a Joselito-
y…… dígame Clarita, que es lo que ustedes comen? –preguntó el grillito para saber si le agradaría la comida o se iba para su casa-.
Pues somos carnívoras, y acompañamos nuestras comidas con jugos vegetales, sabia de las plantas y líquidos dulces que los proveen los pulgones.
Yo he visto que también llevan hojas a su hormiguero…-exclamó el grillo- yo las he visto pasar con las hojas sobre la espalda, y mucho más grandes que la hormiga que las lleva cargando.
Tienes razón –dijo la hormiga- también acarreamos hojas verdes, pero no las comemos, son especiales para que después que se descompongan, se formen hongos, entre ellas, los cuales nos sirven de alimento, sobre todo en el Invierno, cuando escaseo la comida.
Gracias, pero creo que me iré a casa, prefiero el menú que mi madre me ofrece cada día – dijo el grillito-.
Tomó su violín, y muy contento con lo aprendido ese día en casa de Clarita la hormiga, se fue tarareando una canción, al ir dando saltos rumbo a su casa.

Claudia Alhelí Castillo
16-02-13
Poeta

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Mel
Publicado: 17/2/2013 11:49
Asiduo
Unido: 31-1-2013
Comentarios: 139
 Re: LA HORMIGA Y EL OSO HORMIGUERO

Precioso tu cuento y hermosa lección de zoología.Saludos un abrazo.

JoelFortunato
Publicado: 18/2/2013 23:09
Incondicional
Unido: 23-6-2011
Comentarios: 7989
 Re: LA HORMIGA Y EL OSO HORMIGUERO

Claudia: Bello cuento. Sencillo e instructivo. Saludos.

RafaelRyan
Publicado: 20/2/2013 3:32
Asiduo
Unido: 29-12-2012
Comentarios: 100
 Re: LA HORMIGA Y EL OSO HORMIGUERO

Claudia,

tus cuentos son maravillosos; y para ellos tu talento es innegable.