El amor es como una barra de Chocolate relleno de lascivia, Cubierto de concupiscencia y Adicionado con delirio.
Es un arrebato de sangre, sudor y saliva, Es un honor ser el pecador de tan Temido y deseado impedimento.
El que no ha pecado de amor, no ha vivido, Y quien no ha vivido, no sabe lo que es Besar unos labios llenos de deseo, Exprimir la oscuridad de la imaginación Carnal y desatar lo inevitable.
Amar es no querer ser inocente, Amar es revelarse contra el miedo, Es gritar “te quiero” a los mil Demonios y esperar fiel al infierno.
Es quemarte de ganas por detener el Tiempo con tu par, es colgarte De un sueño tan irreal como el cielo, Es beberte la tentación de un sorbo Y despertar a los brazos del pecado Sin culpas ni remordimientos.
Es saciar la sed en pos del néctar De una boca que simula la gloria, Es admirar la desnudez sin un Entredicho en el alma.
Es vivir y morir al mismo tiempo Y resucitar de nuevo dejando a un lado La redención del que llaman Padre, Es blasfemar sin miedo a la justicia divina.
Si amar es pecar y Pecar es dar crédito a vivir, es un placer Estar en penitencia.
Saborear un dulce y letal veneno Sin tener miedo a las consecuencias, Porque sabemos que el antídoto Viene incluido en la adicción.
El amor es un secreto que sólo El portador puede entender, sentir, Y vivir por sí mismo; el Chocolate… es sólo un placer adicional. &
|
Poeta
|