Poemas :  LA VOZ DEL HOMBRE EN LA NOCHE
LA VOZ DEL HOMBRE EN LA NOCHE

A Antonio Cardona Jaramillo



Es la voz del hombre en la noche.
Algo que solo tiene semejanza
con la voz del hombre en la noche.

Como los sueños corpóreos clandestinamente recorre
desiguales distancias y despierta en sí misma:
en el seno de la voz del hombre en la noche.

Tiene la vigorosa identidad de los rostros análogos
y en su atmósfera ruidos acordes
que se van y regresan y se van otra vez y se mustian,
como la voz del hombre en la noche.

¡Si algo hubiera capaz de matarle su estrago!
¡Si pudiera evadirse de su idéntica asfixia!
¡Si fuera como la voz corporal de los hombres!
¡Pero sólo es igual a sí misma en el tiempo!
¡Siempre igual a la voz del hombre en la noche!

La voz de los que van a morir pudiera salvarse.
Clamar multiplicada desde silencios transitivos.
Pero la voz del hombre en la noche
no podrá liberarse de sus sordas querellas.
Es como las hojas que están en los bosques,
superpuestas,
pudriéndose exactas;
o la cal irredenta;
o la sal inocente;
o el golpe del bronce,
repitiéndose único y gris.
Y por último,

como la voz del hombre en la noche.
Algo semejante a sí mismo como los rostros análogos;
o a la voz que padece por todas las voces
y sólo se habla a sí misma
y responde
a su íntimo acento sin más esperanza
que oírse a sí misma y con sólo sus iris hablarse,
sin poder abolir sus discordias.
Poeta

Poemas :  ELEGIA DE LAS PALABRAS
ELEGIA DE LAS PALABRAS

Nos siguen voces mustias,
inconexas, lejanas,
del color de los cirios
sin la flor de la llama.
Ocultamente viven
en la tez escarlata
de los labios aéreos,
inmóviles como alas
de lentas mariposas.
De pronto se abren rápidas,
para cerrarse en climas
de misteriosa calma.
Vuelven a abrirse súbitas,
y son como parásitas
de selvas guturales,
audífonas y mágicas.
Y vuelven a cerrarse
sumisas; y traspasan
libidental orilla
de nieves y de granas.

Se alejan de los tímpanos,
envueltas en las gasas
de acentos y de músicas
y espíritus que vagan.
Sedientas de silencio,
perforan las murallas;
se van como espirales;
se desintegran, pasan
girando en las elípticas;
se tiñen de invioladas
auroras superiores;
sus números enlazan
con todo lo absoluto
de cifras y distancias.
Tal vez alumbran solas
por siglos, como brasas
de estrellas abolidas,
o púrpuras precarias,
hasta que al fin sintiéndose
remotas, inhumanas,
recuerdan longitudes,
descienden y reclaman
calor para su hielo;
raíz para su savia;
salud para el estrago
que albergan enigmáticas.
Y asedian los oídos,
insisten y taladran;
circulan como vientos;
aturden como ráfagas;
y oscuras y furtivas
y agónicas, se abrazan
a las dormidas lenguas,
y nuestros labios hablan
sin saberlo, un idioma
de vidas apagadas;
de abecedarios grises
y exangües consonancias;
de muertos que regresan,
de sombras y de nada.
Poeta

Poemas :  SITIOS
SITIOS

Allí la verde sangre de las plantas circula
por tallos cristalinos
y es invisible. Es de aire. Y las figuras son de aire,
agrupadas en círculos
innaturales.
Sitios
fuera del mundo orgánico.
Se llega allí perdidos
en fría claridad como de nieve.
Se caminan sus valles sin memoria ni olvido.
Si algún día volviéramos a verles,
no les reconoceríamos.
Los habitamos un instante. Los abandonamos para siempre.
Sabemos que estuvimos,
porque de pronto en nuestras manos consternadas,
revestidas de diferente brillo,
encontramos una esteparia rosa de transparente cera,
dislocada en lo agudo de algún bosque de vidrio.
Poeta

Poemas :  VICTORIA DE LA NOCHE
VICTORIA DE LA NOCHE

He estado combatiéndole con mi rencor de rocas
y mi odio de montañas a su abismal dominio.
El tiene los espacios y cada vez que truena
sobre mí, palidece temeroso mi océano.
Yo les grito a las piedras: defended mis llanuras
ante el hondo golpe de sus potros divinos.
Y a mis arduas violencias: deshacedle sus nubes.
Y ordené rebelión a montañas y mares.
En la sombra telúrica me oculté rencoroso
por huir del asalto de su luz posesiva.
Tronó sobre mis cumbres otra vez como nunca
y cayeron diluvios y huracanes y rayos.
Victorioso en mis nieblas solidarias estuve.
Descubrió por vencerme sus más limpios luceros
y sentí desquiciarse mi seguro basalto.
Ya voy a ser vencido. Lo sé. Contra la noche
saturada de estrellas nada puede mi cólera.
Poeta

Poemas :  ELEGIA DEL TACTO
ELEGIA DEL TACTO

Es el instante en que la sumergida flor del tacto,
la flor única,
de pétalos móviles
distribuídos en los dedos,
se inclina suavemente para soñar.
Y sueña.
El tacto
sueña
con térmicos y largos promontorios,
y con profundidad de terciopelos
a nivel de latentes superficies.
Toca las perlas que no hallamos en las bajas mares
del ser líquido.
Sepárase del cuerpo y así la flor del tacto
sostiénese en atmósferas astrales,
y danza
como la luz,
el tacto
danza
en un difuso mundo de sedas y de espinas.
La piel tiene ese ambiguo color de la hierba madura
en la sombra.
Las voces del día
duermen,
coronadas de musgos silenciarios.
Tenue respiración impulsa el pecho,
como rosada y tibia nave por mar híbrido.
Los párpados se abren y cierran lentamente
como valvas de hipnóticas conchas,
y el tacto,
la flor única
y espectral, incolora, alimentada
por honda sangre aérea,
crece.
Y su nocturna hostia multiplica
sobre el tallo de la absoluta calma.
Poeta

Poemas :  TEMPESTAD
TEMPESTAD
__Autor: German Pardo García.

A Andrés Holguin


En la dulce magnolia cotidiana
y en el candor de su simplicidad,
han tocado mis dedos muchas veces
la tempestad.

En el agua de espíritus serenos
y piedras en su limpia oscuridad,
he escuchado en las tardes más hermosas
la tempestad.

En el fresno que me abre sus maderas
como un hombre que brinda su bondad,
al ir a reclinarse he presentido
la tempestad.

En los ojos de todas las criaturas;
en toda pequeñez o inmensidad,
ha encontrado mi alma frente a frente
la tempestad.

Vendrá el silencio de absolutas formas;
descenderé a la múltiple unidad,
y todavía escucharé en el polvo
la tempestad.
Poeta