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Bello sería el río de mi canto, que arrastra por el mundo su corriente, si dicho canto no naciera en cuanto el río se separa de la fuente.
Bello sería el silencioso llanto de la estrella en la noche de mi frente si dicha estrella no distara tanto de quien le da la luz resplandeciente.
Bello sería el árbol de mi vida si la raíz de amor lo sostuviera sin estar alejada y escondida.
Bello sería el viento que me nombra si la voz que me llama no estuviera perdida en la distancia y en la sombra.
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Poeta
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Aquí donde la tierra es menos tierra, donde el agua es el agua del olvido, donde el aire es un aire sin sonido y donde el fuego ya no mueve guerra;
Aquí donde la tierra se destierra, donde el agua carece de sentido, donde el aire prefiere estar dormido y donde el fuego su pasión encierra;
el hombre de mirada pensativa substituye las cosas de su casa; la tierra, con su carne fugitiva,
el aire, con el aire de su aliento, el agua, con su propio sentimiento, el fuego, con el fuego que lo abrasa.
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Poeta
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Aquel afán de ser, árbol amigo, que me dejó grabado en tu corteza fue tan grande y de tal naturaleza que mientras vivas viviré contigo;
Pues hasta cuando el tiempo, su enemigo, me haya borrado de tu fortaleza, y estén muertas la mano y la cabeza que me han dejado aquí, como testigo,
aquel afán de vida que me inflama subirá con tu savia confundido y, en un último esfuerzo de su ardor,
se asomará al temblor de cada rama, al sagrado calor de cada nido y al silencio feliz de cada flor.
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Poeta
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Dulce como el arroyo soñoliento, mansa como la lluvia distraída, pura como la rosa florecida y próxima y lejana como el viento.
Esta mujer que siente lo que siente y está sangrando por mi propia herida tiene la forma justa de mi vida y la medida de mi pensamiento.
Cuando me quejo, es ella mi querella, y cuando callo, mi silencio es ella, y cuando canto, es ella mi canción.
Cuando confío, es ella la confianza, y cuando espero, es ella la esperanza, y cuando vivo, es ella el corazón.
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Poeta
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Ni el tiempo que al pasar me repetía que no tendría fin mi desventura será capaz con su palabra oscura de resistir la luz de mi alegría,
ni el espacio que un día y otro día convertía distancia en amargura me apartará de la persona pura que se confunde con mi poesía.
Porque para el Amor que se prolonga por encima de cada sepultura no existe tiempo donde el sol se ponga.
Porque para el Amor omnipotente, que todo lo transforma y transfigura, no existe espacio que no esté presente.
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Poeta
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Tan unidas están nuestras cabezas y tan atados nuestros corazones, ya concertadas las inclinaciones y confundidas las naturalezas,
que nuestros argumentos y razones y nuestras alegrías y tristezas están jugando al ajedrez con piezas iguales en color y proporciones.
En el tablero de la vida vemos empeñados a dos que conocemos, a pesar de que no diferenciamos,
en un juego amoroso que sabemos sin ganador, porque los dos perdemos, sin perdedor, porque los dos ganamos.
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Poeta
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Aquel entendimiento que callaba tiene toda la voz que no tenía, y aquella voluntad que estaba fría tiene todo el calor que le faltaba.
Aquel entendimiento que ignoraba tiene la ciencia de que carecía, y aquella voluntad que no quería tiene el deseo que necesitaba.
Porque para que el uno se levante del sueño en que vivía sumergido es suficiente con que yo te cante.
Porque para que aquella no se muera de la muerte que hubiera padecido es suficiente con que yo te quiera.
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Poeta
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Yo que tengo la voz desparramada, yo que tengo el afecto dividido, yo que sobre las cosas he vivido siempre con la memoria derramada;
yo que fui por la tierra desolada, yo que fui bajo el cielo prometido con el entendimiento repartido y con la voluntad multiplicada;
quiero poner ahora la energía de la memoria, del entendimiento y de la voluntad en armonía
con la Memoria que no olvida nunca con el Entendimiento siempre atento y con la Voluntad que no se trunca.
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Poeta
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Para que el alma viva en armonía, con la materia consuetudinaria y, pagando la deuda originaria, la noche humana se convierta en día;
para que a la pobreza tuya y mía suceda una riqueza extraordinaria y para que la muerte necesaria se vuelva sempiterna lozanía
lo que no tiene iniciación empieza, lo que no tiene espacio se limita, el día se transforma en noche oscura,
se convierte en pobreza la riqueza, el modelo de todo nos imita, el Creador se vuelve criatura.
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Poeta
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El sentido del tiempo se me aclara desde que te ha dejado y me has traído, y el espacio también tiene sentido desde que con sus lenguas nos separa.
El uno tiene ahora canto y cara porque vive de habernos dividido, y el otro no sería conocido si no nos escondiera y alejara.
Desde que somos de la lejanía, el espacio, que apenas existía, existe por habernos separado.
Y el tiempo que discurre hacia la muerte no existe por el tiempo que ha pasado sino por el que falta para verte.
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Poeta
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