Poemas :  Al tiempo perdido
Al tiempo perdido

El aire vio por la ventana.
El sueño de una almohada. Dulce.
La noche de un recuerdo. Salado.
El llanto de mil muertes. Volando.
El grito de cien retinas. Mordidas.
Por una ebria uva. ¡Monstruosidad!.
Corbata de baja estatura. Infame.

Al tiempo perdido. Sin remedio.
¡Qué al mismo mal asusta!.
¡Qué al mismo sol deja ciego!.
¡Qué a la muerte hizo llorar!.
¡Qué a la tierra oculta el mar!.
De la sangre. Del olvido.
De la justicia. Del tiempo.

Perdido. Perdido. Perdido.
El corazón del aliento.
La sangre del inocente.
El alma del indefenso.
La mirada del pasado.
Vive respirando de nube a nube.
Despierta con cada luna.

Al tiempo perdido. Paralítico.
Durmiendo alas. Pesadillas.
Durmiendo alas. Consciencias.
Por tener la esperanza muerta.
Donde el ahora al mismo ayer oculta.
Donde el pasado vive. Cruelmente.
Por el mismo pasado que renace sin futuro.
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Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Eco Introyectado
Eco Introyectado

Porqué mentiré con mi máscara de viento,
al corazón del mar en ésa estatua,
equilibrista del fuego sin remedio,
sin el título de ciego por el tiempo,
con la venda de relojes en la espalda.

Eco, eco, eco...
Más allá de los recuerdos inventados,
en los lirios fantasmales asustados,
en la obscuridad bañándose de sol,
en la esquina temerosa de los ojos.

Por la piel de otros ecos amarillentos,
sembrando sueños en las tormentas.
¡Porqué el eco de la prisa, la sonrisa, eriza!.
Al silencio perplejo, perdulario, perdurable,
en la raíz del insomnio de un cráter craso.

Eco, eco, eco...
Tejiendo espejos a una espina,
en el metal sudoroso de los perros,
en el sonido rojo de la espuma,
en el córneo coro corcovado.

Arrastrando grutas en las hojas,
del cristal que trepa al tren entrelazado,
en el vagón que oculta los instantes.
¡Del humo brillante, de la espiral filosa!.
Por matar con la mentira las verdades indefensas.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Loa a Asclepio
Loa a Asclepio

¡Por las tres alfas!.
¡Por el alma del amor ancestral!.
A ti, de la salud, oh dios.
¡De los remedios padre!.
¡Que otorgas bienestar a los enfermos!.

A ti, del dolor enemigo.
Y de la curación amigo.
¡Ven, da fin... A esta enfermedad!.

¡Ahuyenta la pena de mi hermano!.
De mi hermano el corazón.
¡De cada hombre y de toda nación!.

Te invoco, magnánimo y venerable.
¡Sí, sí...! Al bendito hijo de Apolo.
Al salido del vientre de Coronis.

Del Centauro Quirón.
¡Fiel discípulo y amigo!.

A tí, para mis hermanos.
¡De todos los colores y lenguas!.
¡De todas las edades y dineros!.
A tí, la salud pido, Oh, dios.

*Asclepio-Esculapio-Asclepio*

¡Qué moras ahora inmortal!.
¡Qué fuíste muerto por Zeus!.
Y qué a Hipólito... Resucitaste.
¡Cura el corazón enfermo!.
¡Cura tanto espíritu malsano!.

*Esculapio-Asclepio-Esculapio*

¡Te lo pido por Hermes, tu salvador!.
¡Por Apolo, por Coronis, por Quirón!.
¡Por el padre de todos los dioses!.
¡Por la madre de todas las diosas!.
¡Por el infinito múltiple...!
De los mil nombres.
De los diez mil seres.
¡Te imploro, te invoco!.

A ti, oh, dios...
¡Elevo mis plegarias!.
Por el antes, el hoy y todos los mañanas.

¡Oídme Asclepio, Esculapio inmortal!.
Alivia las penas de los hombres.
Aligera los dolores de mis hermanos.
¡Yo te invoco, desde el alma al hueso!.
Yo te ruego, con mi voz y mi silencio.

¡Sednos propicio!.

¡Oh, bienaventurado...!
Aligera nuestros males.
¡Te suplico nos seas propicio!.
...Recibe favorable esta plegaria!.

Y... Y... Y...
¡Devuelve la salud a todo enfermo!.
Y cura nuestro pueblo.
¡El pueblo que corre por mis venas!.

*Asclepio Esculapio Asclepio*

Te invoca y te suplica.
Este insignificante mortal.
¡Aunque no tenga paraíso!.
¡Aunque no tenga vida eterna!.
¡Aunque sólo sea dueño...!
¡De la nada!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta