Poemas :  Traslumbrarse luctuoso
Traslumbrarse luctuoso

Por esa vez que vamos,
a visitar los recuerdos,
en la vieja memoria,
cuando cierra la puerta,
y el dolor congelado fingen,
las alimañas carcomiendo cortinas,
alguna vez enredaderas al sol.

*En el mar de pan y trigo*

¡Deja para mañana todo,
ese ayer,
que no pasa,
de ser olvido recordado!.
¡Aunque oliere alfileres,
el aire,
del polvo bajo el camino!.

*En las horas ondas hondas ahora*

Porque huele el dolor que olemos,
en la sal de las colmenas.
¡De ceniza que baila,
matemática vendiendo abismos!.
¡Que ya olería adolorido sintiendo!.
¡Quebrando a la tristeza estupefacta!
Por el más allá que oía lo que olía.

*Flores, plásticas, vapores, metálicos*

Multiplicando a los elocuentes sordos,
aquéllo que hubieron olido dolidos.
¡Sí sintieran en el fondo!.
En el gesto de alfileres,
la punta acongojada,
de las noches solitarias,
del mínimo cangrejo con modestia.

*Solo, por traslumbrarse, luctuoso, luctuoso*


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Hay algo ahí
HAY ALGO AHÍ

Por el olor ovoide.
Una clara llama.
En el fondo del reflejo.
Atrapado en el tiempo.
¡Sin espejo, en la punta inmensa!.

¡Algo aovado en blanco!.

Solo el hecho ha quedado deshecho.
En la tormenta derramado.
En la majestad estéril innata.
En la noche incurable sable.
Solo ignoradas cortinas de piedra.

Hay algo en el fondo.

Al seno sagrado saboreando.
Una garra que hiere los sellos.
Lánguidos sombreros a disgusto.
Resbalando besos de mirada fija.
Ramilletes benditos y sollozos azules.

Hay algo todavía.

Con los exilios que deshojan los lirios.
Y los cabellos de madera imitan caballos.
Al pié nodriza del viejo siglo.
Una fuente turba los despojos.
¡Mientras la esencia prueba un relámpago!.

Hay algo a pesar de todo.

Buscando el tedio de memorias congelado.
Antes impasibles aguas vanas.
¡Nativo paraíso de virtud monótona!.
¡Dónde fulguran las frondas qué mecen!.
Las yertas fantasías de las ninfas.

Hay algo no obstante.

El preludio dócil suavemente mordido.
¡Quizá hurtando a las sombras la cintura!.
Y desatando granadas cenizas.
Al sucumbir el silencio transformado.
En la sangre del granito un largo bostezo.

Hay algo antes bien.

Lámparas anclas de ciega esperanza.
Mástiles jóvenes del triste jardín.
Inmortal solitario lleno el torrente.
Arrastrados metales videntes.
¡Ropajes indolentes de viejos leones!.

¡Hay, hay algo...Ahí!.

Atrapado en el tiempo.
Cosecha, sin lágrima, abstraída.
En los homónimos violines.
¡Racimos de sueños y sirenas!.
En las manos mensajeras de la ceniza.



Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta