Poemas de desamor :  Cuando Te Miro
Cuando te miro,
vos sabés que lo hago
con mi intención viril amartillada
como arma de forajido;
es lo que se espera.
Pero, ¿sabés por ejemplo,
que también te miro
con mi infancia intacta y mis ganas
de jugar con vos?
No, no lo sabés,
como tantas cosas no sabés de mí
cuando te miro.
Sensiblero, me decís...
Por eso es que mi ser tiene reservas,
silencios, escondrijos
para guardar lo que no ves;
¡que se muera conmigo!
¿Y cuánto ignoro de vos
desde tu última mirada de interés?
Escalofrío,
me da pensar que nuestra vida
se compone de lo poco que me sabés
y un algo que te adivino.
Sin embargo,
aprecio que fiel a tu indolencia,
apartes la mirada que no me ama
cuando te miro
mientras atraganto de pertrechos
desganados, las fauces
de mi valija
de salir a buscar amor.



Safe Creative: 1501203045625
Poeta

Poemas de desamor :  Tu Adiós
Allí, al final de esa calle empinada
donde se recuesta borracho de viñas el sol,
allí vi tu silueta por última vez, y a la noche
me quedé oyendo graznar los cuervos azules
de la melancolía sin poder quitar
de mi mente tu figura resuelta
a inmolarse en el ocaso
hasta desaparecer.

Yo no sé, diciéndote feliz conmigo
por tanto tiempo, qué impulso te hizo
dejar de amarme hasta quitarle
a tu desinterés, su máscara placida
y arrojarla a mis pies como una culpa mía.
Yo, que te traje a escuchar la rumba del mar
sonando sus maracas en el atolón,
yo, que te salvé de la perdición
para que me salvaras.

Cuántas veces con tus cabellos
y túnica al viento me gritaste te amo
y cuántas veces hice que mi egolatría salvaje
se arrodillara ante ti como un potro dócil.
No me alcanzan las estrellas del cielo
para contar las veces que nos narramos
la historia de cuando nos conocimos.
Historia que quedó conmigo, ambos
sin importancia para ti.

Hoy, en el estanque que es mi vida
figuro mi esperanza de lo nuestro
burbuja trémula que nace y explota.
Y aunque porfiada de tu ausencia me ande
una angustia atea de la muerte irreversible
de tus besos, así como el ahínco tenaz
de éste poema que, "tocando fondo, cava",
desde que le puse cerrojo al horizonte,
ya no me quemo los ojos en el crepúsculo
por verte regresar.

Más bien cuando el lucero tirita hecho lágrima
y heráldico el gallo me recuerda que no dormí,
sonrío triste y dulce porque te perdí
menos de lo que me perdiste
y te pido perdón.



Safe Creative: 1412172794134
Poeta