Poemas de humor :  Los Yoquis (décimas criollas 2)
(A mi tío, Toto)


Tío, usté que me acompaña
en sentimiento y vivencia
y los dos por coincidencia
tenemos esta alma extraña
que en la soledad se amaña
como tala sobre piedra,
¿verdá que no es por herencia
de raza tosca y huraña,
que el casorio no nos cuadra
sino por tener concencia?

Pasa que no hicimos penca
al amor y su artimaña
y en forma alegre y sobrada
corrimos otra carrera.
La ganamos por sincera
con la libertá por cancha
y al festejarla con caña
por fiel y por compañera,
si no hay pan sobre la mesa
no hay familia atormentada.

Hay casoriáos ganadores
que desatienden su premio:
la mujer, que medio en cueros
reparte los hijos, ¡pobre!
Otros portan rumiadores
como güeyes, ¡brutos cuernos!
Será güeno el casamiento
pero por los desconformes,
cada vez hay menos monjes
rumbo d’ese monasterio.

Usté, yo y nuestros baguales,
seguimos de corredores.
Si no somos triunfadores
pa los “bandera” sociales,
somos viento en los barriales
donde ruedan los chambones.
Pero pa verlos conformes,
vamos, tío, a confesarles
que sufrimos varios males
aunque no por desamores.

A más, pa aprontar mujer
hoy en día no hay que varear;
elije donde largar
y mansita viene al pie.
¡Justo pa nuestra vejez,
tío, esa facilidá!
¡Meno’ nos vamo’ a casar!
Pa’l hembraje aprestesé,
sin arreos vengasé
qu’en pelo vamo’ a montar.

José Martí, muy sesudo,
tres fines ha madurado:
Primero, plantar un árbol,
tener un hijo, el segundo
y si aquí no me confundo,
un libro, escribir, paisano:
Del terruño, somos Árbol.
Y el Hijo; ya saldrá alguno
de entre tanto amor montuno.
Libro: nuestros versos gauchos.

Y así, con fecha y con flores,
muertos, pero disfrutados
presente como pasado
y más que tristes, cantores,
llegaremos los dos yoquis
al santísimo juzgado.
Y si por algún pecado
el infierno nos imponen,
a cambio de unas lecciones…
¡fija!, nos indulta el Diablo.


Poeta