Y este nunca saber, de mi poesía abstrusa, sus palabras-ladrillos que en hilera versada, evaluarán en balde: nivel, metro y plomada; pues mi métrica labra prudente como ilusa.
Y este nunca saber visceral hasta conclusa, si amén de mi autocrítica cruel y razonada, soportará los vientos mi estrofa aventurada, de mentes en alianza de acometida obtusa.
Y este nunca saber ni a implícitos azores, si fulge mi atalaya con brillos de mi numen o ensueñan oropeles mis rústicos fervores.
Y este siempre saber, oteando mis tenores, los planos medulares de intrínseco resumen, del último refugio, mi esencia, donde mores.
|
Poeta
|