Poemas :  Párpados celestes
PÁRPADOS CELESTES
( Neosurrealista)

Abren los cerrojos del talón, con las monedas
comestibles, y crueles alcancías por el sol, ahí
entre las nubes, que lamen a la lluvia de violines
violetas, con el vuelo de las últimas estrellas.
Parpadeadoramente, como los sueños de los
fantasmas, que temen ser vistos, con los ojos
cerrados, por el sonámbulo que murió hace
diez siglos, entre camas hechas de arena, y
cobijas de luna desnuda, por tener el tapete
con un exceso de nubes, y haber perdido las
sandalias de telaraña dorada.

No lo imagines
si
no
lo quieres
si no deseas verlo
aguarda
espera
piensa un momento
al último
se reparan
los errores
los más
pequeños
después
y
los
otros
ya
lo
verán
si quieren.

¡Aún, y si contradijere la luna al mar!.
Hidrófoba hiedra hilando himnos hipócritas.
Como si hubiese contradicho,
el futuro al presente en la palidez empaquetada.
Y contradigas con sueños las almohadas.

En
El
Agua fecunda
El
Silencio
huele mojado
diminuto
en
la
raíz espumosa
de
las
noches ardientes.
¡Imagínalo!.
Dentro
de ti
existiendo
el
cielo
sin huir
germinando
cada día
caminando
con
tus
alas
parpadeando estelares.
¡Abierto el cerrojo!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Lentejuelo veloz
LENTEJUELO VELOZ

Ya viene
del suelo, la memoria
sepultada
en el olvido
de la esperanza
ingenua fiebre de nuez
prurito de arroyo
con alas de armario
espejos de abismo...
Con el alivio efectivo, de la farmacocinética predecible,
en cuatro meta-análisis independientes del plomo dulce,
como un tratamiento alternativo del suspiro convincente,
que se niega a que le suban la dosis, del plumaje de cisne,
con la rítmica espiral de ave de presa, de testa moribunda,
que surge en la tempestad de verdades inmoladas, en la lírica mandíbula, donde palpitan los ánimos risueños, y a lo lejos muchos enhebran las culebras incombustas, en varios lustros opacos, bajo el ciprés y del acanto estremecido,
por la suerte infiel del consuelo que da risa, flaca, paupérrima, al macilento sauce, que murmura al viento de seda tribunicia.
Con la premura pelma premiosa
en las esquinas
del crepúsculo
arquitecto
de
las
últimas
cavernas
en racimos
repletos de amenazas
del susurro con ganchos
del saludo con agujas
del dedo
con dados cargados
por la furiosa
cortina
saliendo de la noche, naranja, novia nublada novata.
Por supuesto, a la hora de la comida indispensable del silbato,
con la ayuda desinteresada de los minerales y las hierbas secas,
educadas por el collar de perlas para fumar en el salón de lectura,
que no arriesgan la garganta de las vacas, en el clima tropical de la malaria, de mayor éxito en la calle, con el diseño de los menús
bilingües del placer más ancho, original y exclusivo, en la mesa del silencio en turno. En la protesta decapitada del recurso, del
sabor de temporada, fusiones de camarón con salmón, cacahuates, cocos tímidos y pistaches inquietos, bañados con el apio cálido.
Cosas solo de cocina en bolsas de plástico, para los momentos más especiales, del arte culinario con hojitas de parra, pierna y bebida.
Y mañana
siguen igual
asesinando al aire
junto al mar
indiferente
temeroso de las bolsas
encarceladas en la tarde
de insectos indefensos
paludismos riendo
a las ballenas
hasta morirse
los hilos desangrados de fe
de metal y billete fanático
con vestido
nuevo
cíclope
minúsculo gris
de escalera
envenenada, y un buen saldo,
de sonrisas baratas.
¡Más allá del viejo cristal!.



Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Tumbado...
T.U.M.B.A.D.O.

Horizonte del sepulcro inconsciente,
de las últimas noticias desayunando,
las periódicas noticias y sus huesos,
recuerdan con su voz la última mirada,
del alcuño del espejo gris ausencia ya.

Ya un cirio de una astilla sin corola,
de un delirio de esqueleto y martirio.
¡Oh, sí!. Indivisa coincidencia laxa,
taxativa embetunada caminante ya,
por el rebuzno escolástico bramido.

Tumbado en el prefacio tempestuoso.
¡Ya sebo ya afeite ya craso ya empalago!.
En el instante menos lento, menos ataúd,
menos silencio, menos ignorado, ya puro.
Con la tarascada del siseo modoso ya ya.

Hay morlacos samarugos empanteonados,
empantanados zorroclocos cazurros ya,
acariciando triquiñuelas lapidarias luces,
en los labios del jardín de un cántaro ya,
por garsinar, por expoliar, por depredar.

Hay, hay, mil zarabandas embauladas,
resurgiendo retocadas revueltas rezagadas.
¡Manufactureras maniobras manipuladas!.
En el manantial auditor enmudecido.
En el inagotable desapercibido.

Tumbado, fabuloso factor falso fervor fértil.
¡Del crepúsculo que envenena a la cicuta!.
¡Del dolor que huye despavorido raudo!.
Por el horizonte estampado espejuelo,
en el alma tierna de una tumba frágil.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  La siembra errátil
LA SIEMBRA ERRÁTIL

Es
En la
Humanidad
El
Humo humano.... Menschlich, umano, human, humain
Rauch
Fumo... Fumée, smoke... En la humanidad errátil .

La
Siembra
Es un himno pequeño de alacranes,
Categórico,
Errátl huerto de veneno gigante y extraño,
Cosecha,
¡Que anuncia mil terrazas abandonadas!.
Intrincado,
en la noche de jinetes con espuelas de cobre,
desgarbado,
dentro del alma una aurora,
fulminante,
y serpientes cristalinas en estas,
páginas,
serpientes,
qué son de ese himno hijos,
luces que claman entre cadencias del aire
telegramas y acordeones que se dilatan,
en las voces mojadas, en las últimas sombras,
con las esquinas que quieren,
escribirle, al tiempo,
del duro siglo, del hombre traspasado ...

¡Sembrado, sembrado!.

In
Util... Mente
¡Calzado!...Schuhwerk, calzatura, footwear, chaussure.

Desgarrado,
domando el bosque rebelde, dos veces desolado,
con el acento mezquino del idioma, del ganado enajenado,
con palabras en la maravilla solitaria de un temblor vago,
que fue a un tiempo, corazón intacto, campana soñadora,
aventura de suspiros y risas,
inocencia de colores y notas.

Errátil
Es ...

Pero en vano hace piruetas,
la fortuna, la tropical cabellera del rastrillo,
qué es luchar, con la nada entre vacíos,
que no con el ruido del océano,
dónde no hay cifra de olas,
en los brazos de la tierra.

¡Por la humana siembra, equivocada, siembra, humana!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
Poeta