Prosas poéticas :  ¿Cuántos Hoy?
Hoy,
que nos juran falsamente por la madre viva
y por la madre muerta y por los hijos
y por los que vendrán y la mentira tiene
el desparpajo de extrañarse, ofenderse
y hasta desagraviarse económicamente
si topa de frente con la verdad,

hoy,
que bajo influencias económicas
la política es más interesada y marioneta
cada vez y nuestros presidentes
se abrazan en sus "Cumbres"
como si los países que representan
fuesen edenes de equidad social
y no existiese la indigencia que fomentan
sus malas artes; por citar unas, las de dejar
sin oportunidad laboral por veteranía
con cuarenta años o menos (cuestión
de imagen empresarial, suelen argumentar)
a quienes construyeron el país y hoy,
discriminados, deben adaptarse a dormir
en umbrales y veredas, o jóvenes obligados
a saber inglés para trabajar de repositores
de mercadería en algunos negocios
“de la noche al día” de dudoso origen
y prosperidad 'legalizados' a coima,

hoy,
que como el más implacable mafioso
el negocio de la medicina extorsiona
más que nunca la salud elemental
y los asilos tragan viejos y niños
y las cárceles delincuentes,
cual contenedores de basura
que no se sabe ya dónde vaciar
y menos reciclar y que no es raro
que por obvio desborde aparezcan
en nuestro patio, a nuestra puerta
como humanos 'desperdicios',
mendigando algunos y otros armados,

hoy,
que en los crímenes de lesa humanidad
la justicia adultera su balanza mientras,
inútilmente, los afectados salen cada tanto
a protestar con Biblias descreídas
de juramentos empuñando por pancartas
pálidas manos derechas estigmatizadas
con una cruz de ilusa validez; vanas
manifestaciones y “escraches” contra
el impávido cinismo de la omnipotencia
que a su vez, con sádico beneplácito
desenguanta sus ambas manos zurdas
y hasta les aporta las latas donde
las metieron y las cuales vaciaron
para que, sumadas, incentiven
las víctimas su inútil percusión
de cacerolas impotentes,

hoy,
que la miseria es orgullo y el vicio
se vanagloria mientras trepana cerebros
inocentes y la ignorancia escupe
la reseca osamenta de la cultura
y la cordura es rareza y la nobleza
estupidez y nos envilecemos
por no desentonar y nos matamos
por ser del equipo de “los más vivos”,

hoy,
que la desprovista honestidad
o la desidia valen un soborno barato
y el amor se prostituye sin miedo al desamor
y nuestros hijos, por natural adaptación
corren el riesgo de no ser ya mejores
que nosotros, sino peores,

hoy,
si no dejamos de ceder derechos
y no nos desparasitamos de corruptos
gigantografiados con muecas de sonrisa
o con sobriedad y en angelicales tomas
para televisión hasta en el cielo, parásitos,
redundo, que por cómodos e insensatos
(nosotros) fomentamos y elevamos
al poder con el simple acto de colocar
ciclo tras ciclo su nombre en una urna
electoral, para encima, hipócritas
y desentendidos, dedicarnos al banquete
en honor a su triunfo, que no es más
que el triunfo de nuestra auto-ruina social
y humana, ('no me hablen de idealismo,
justicia ni equidad, háblenme de acomodo')

hoy,
no sé cuántos hoy egoístas como éste
verán su mañana’, reflexiona sin remedio
mi conciencia. ¿Solitaria?...




Poeta

Poemas :  Derechos Vedados
Después de nacer, (sin pretenderlo)
he pretendido contar con ciertas cosas que
según mis mentados derechos humanos
parecen corresponderme: Cosas elementales
que en principio y siempre se me decomisan
y monopolizan para revendérmelas luego
como productos de primera (los de segunda
son destinados a la total indigencia).

Cosas básicas, redundo, para sustento
de mi existencia impuesta sin consulta
y que ésta se sienta satisfecha o parecido;
no muy retribuida sino un poco más a gusto
para no elevar su nivel de aforo.

Pero compruebo que aquí se viene más bien
a eludir constantemente el feroz instinto
de la raza regente y a festejar tal hecho
como golpe de suerte o buen negocio.
Instinto de mi raza del que huyen
inútilmente las demás razas y cosas.
Huye, intoxicada por nosotros, la naturaleza.
También huye el amor desbaratado
por la mala economía y la promiscuidad.
Y si en algún remanso todo lo que huye
encuentra sosiego, es transitorio porque
aquí la paz es terreno minado.

Me han echado a un mundo bellísimo
pero corrompido de mil formas;
la del servilismo es la peor de todas.
Mundo equilibrado metódicamente
con hecatombes propias y provocadas.
Se vive contribuyendo al poder de arteros
gobiernos y religiones en fusión generadores
de guerras y pruebas nucleares, y pruebas
morales y carnales inhumanas.

Me mandaron a ver cómo me las arreglo
para sobrevivir sufriendo sin represalia
tanto ataque, pues, como aquí no se admiten
más violencias que la judicial o la divina,
defenderme sería delinquir y pecar.

Dije mundo bellísimo y agrego: maravilloso,
espléndido, sublime. También dije servilismo
y defino: acatamiento, vasallaje, esclavitud.
¡Malditos sean los amos de éste edén singular
que gozan a todo poder y más que nadie,
a sabiendas que no hay otro mejor!
Poeta

Prosas poéticas :  Caudal
Ese caudal de sangre floreciente,
inmenso, rumoroso, que se derrama siempre
trazando valiosos ríos que inescrupulosos guías
mal orientan hasta formar con ellos, mares
de consumo para el poder, salido de cauce
éste, y letal por defecto a su propia naturaleza.

Ese caudal de sangre indiferente,
ingenuo, bondadoso, que se confía siempre,
y sin noción de su autoridad, es contenido
para usura con un dique de artero propósito;
como inocente majada por malicioso pastor
o como fuerza natural por pérfido sabio.

Ese caudal de sangre impotente,
sufrido, quejumbroso, que se coagula inerte,
víctima de guerras de ambición y plagas
comunes y experimentales, de una ciencia
con venia para matar ‘en bien de la salud’,
en insensible y lucrativa faena onerosa.

Ese caudal de sangre intransigente,
sentimental, conquistable, que se auto hiere,
y culpable de su propia pena, testarudo,
preso en el mismo régimen, discurre egoísta.
Río que se hunde a sí mismo sin darse cuenta.
Que no encauzará feliz, si no venera su fuente.

Ese caudal de sangre inteligente,
sensitivo, generoso, que se falla inútilmente;
es río que debe confiar en sí y en sus iguales,
y ahogando sanguijuelas y facultando peces,
libre de egoísmos, aun gateando rebalsado,
debe aprender a transitar y gobernarse solo.

Ese caudal de sangre negligente,
incrédulo, que no acredita ‘utopías’ como ésta
ni congéneres, debe reparar en los genocidios
que sufre: los de tiempo y oportunidad vitales
a su ÚNICA E IRREPETIBLE EXISTENCIA; la cual,
redundo, les es malograda con política argucia.

Ese caudal de sangre independiente
y dueño propio, ya es tiempo que amartille su ola.

Poeta

Prosas poéticas :  Se Equivocó El Hombre
Equivocado como la paloma de Alberti,
un hombre desprevenido sobre viles
propósitos humanos, ya está mostrando
canutos y pellejo de su buena fe:

Creyó que el lucro era amor,
que el negocio caridad,
que el embuste simpatía,
que la injusticia equidad, y,
como la cuenta es cuenta
que da lo mismo al revés;
pues hay amor lucrativo,
caridad que es vil negocio,
simpatía que es puro embuste
e injusticia equitativa,
sórdidamente trampeado y atemperado
por artimañas preestablecidas,
el hombre se equivocaba.

Pero así, tozudo y grave,
sin ver cada vez más alta,
la “cúspide (fraterna) de la rama” humana,
además, se le ha dado en confundir
desazón con esperanza
(es que sin altruismo, enfermaría
de realidad súbita). Y para colmo,
el vicario, siempre lucrando con Dios,
ya casi lo ha convencido
que muerte es eternidad.

Éste hombre-paloma mío,
que equivocaba el amor,
la caridad, la simpatía
y la equidad universal,
es, sin duda, uno de los desplumados
nuncios del bien que mueren dos por tres
a la sombra de nuestra indiferencia.
Total, la mayoría de nosotros,
somos más astutos y transamos
con la realidad; o sea,
con la corruptela existencial.

Y morimos lo mismo y más;
pero sin temor a equivocarnos,
porque ya prostituimos
nuestra realidad y la vendimos, ¿verdad?
Mas si te sientes tocado y eres íntegro,
puro, una paloma blanca, recalco
que dije: la mayoría; no generalizo.

Pero por tu bien, revísate,
a ver si te encuentras algo
que no te excluya o erradique
de nuestra sociedad de gavilanes,
y así, por 'desubicado', no te mueras
de miseria antes de tiempo, o en la cruz
impuesta a las palomas 'equivocadas'.
Poeta

Poemas :  Temple Íntimo
Ante el arribo infalible de la noche,
frente al ojo solar en declinada,
guerrero en defensa de mi ánimo,
el entejado de mi alero grana,
serrucha vanamente ensangrentado
la pertinaz musculación serrana.

Intenta ilusamente, como yo,
procurarme una fuga a nueva alba.
Evitarme por noctívaga amargura,
tu odiada lobreguez, igual amada.
Mas el ojo candente ya se obtura
y mi pena ya despliega negra ala.

¡Inútil todo ha sido!, pues, artero,
con instinto soez de quien profana,
arrancando telarañas cual suspiros
a mis últimos vigores de oda arcana,
enfatizado tu nombre, por martirio,
¡ominoso!, tu recuerdo se rearma.

Y carente de piedades y consuelos;
mohosa, contra él: esgrimo mi alma.

Poeta

Prosas poéticas :  Nochecita De Buenos Aires

Nueve pisos a lo alto del ocaso y un ascensor
que enjaula y eleva conmigo la carga
emocional de tanta calle.

Regresado, mi espíritu evalúa aquí lo necesario,
lo poco todo que guarda mi cuarto.
Cosas despreciadas de tan mías (como el amor
de esa alguien que desespera
en un retrato y un día decidirá faltarme).

Pero esta influencia sonora, ciudadana, jamás
abandonará mi cuarto: Más tarde, inspirados
como yo por mi musa, despertarán con ametralladora sinfonía los sones de mi teclado; esa piel
de sapo verrugosa y seca que acoso y hago croar
noche a noche hasta la madrugada en este
mi cubículo sombrío en medio del jardín
fluorescente del florecido Buenos Aires.

Y así, hasta la madrugada me arrullará el rugido
pausado y violento de las ráfagas de marcha,
frenada y marcha de huracanados colectivos
y otros vientos: ¡Un grito! ¡Un suspiro!
Una rabiosa sirena policial tras cruel suceso,
y otra de ambulancia tras la vida.
Descarga de casilleros con queja de vidrios.
¡Carcajada! Comunión de amigos borrachos, tiempo…
Todo sonido y consecuencia treparán
con escalera propia a vibrar en mi ventana
para entrar, para estrujar y dispersar mis versos
sobre mi lecho, diciéndome entre bostezos
y ebriedad: ‘¡No sirven para nada!’

Un día me iré quién sabe a qué sitio perdido, arcano, indescriptible, inubicable,
pero definitivamente de esta ciudad. ¡Ya verán!
Poeta

Prosas poéticas :  El Camión Azul
Estoy tendido de espaldas en la nada.
Hay un camión azul de mi infancia
entre las piedras. En su caja amarilla,
retira las piedras que cubren mi corazón.
Las piedras del derrumbe de mi fe.
Mi corazón sepulto no se queja; si por él fuera
seguiría enterrado de por vida.
Pero el camión azul trabaja con ahínco:
¡patina, lucha! Para impulsarse,
afirma su culata en mi mentón,
y sus rueditas traseras arañan
suavemente mi garganta,
recordándome las cosquillas
que de niño, me hacía mi madre.

Cargado de piedras hasta el tope,
arranca pecho abajo. Me deja su olor
a plástico en las narices, mixturado
con el de ciertas cosas que yo, cuando
la fantasía me hacía su invicto conductor,
le cargaba a él: tierrita suelta, piñas de pino
de la playa, botones de semilla de eucalipto,
gramilla fresca... Pero por sobre todo,
le cargaba ilusiones. ¡Ah, el aroma de la ilusión!

A pesar que ya no le doy voz
con mi boca a su silente motor,
nunca a contra mano, el camión azul
toma por mi pierna derecha, sube y baja
cuidadosamente mi rodilla, se descuelga
a un lado del obstáculo que le significa
el empeine de mi pie, y se aleja
a volcar su carga quién sabe dónde.
Ya volverá a mi pecho, sobre mi corazón.
Es que él aún confía en mí;
cree firmemente que algún día,
aunque más no sea a mis setenta o cien años,
yo tendré un camión azul de verdad; es decir,
un buen proyecto cumplido. En fin,
habrá que hacer algo al respecto entonces;
pues, por más desengaño que conlleve
el mucho existir, jamás debe uno defraudar
el cándido propósito de un juguete.

Ahí viene otra vez...
Poeta

Poemas :  De Tu Lado
Cuando te vas busco tu lado de la cama,
allí todo es más dulce, más suave, más seguro.
Si acaso me atormentan presente o porvenir,
me abrazo mansamente al aroma de tu piel
y le doy a tu almohada el beso que me salva.

Tu lado de la cama me dota de certezas,
sé que allí dejas mucho de lo que das y no
y yo, sin ofender lo 'todo' que sabes sobre mí,
recuesto allí el instinto que ni siquiera intuyes
y que hasta mi conciencia rehúsa develar.

Tu lado de la cama, sumiso, me consiente,
libero fantasías que vienen inconclusas
desde que tuve uso de mi razón sensual;
pasiones que no muestro contigo por pudor
o porque tengo miedo de vértelas cumplir.

Tu lado de la cama promete tu retorno.
Tu férrea compañía de bellos predominios,
se abraza a mis prejuicios jurando devoción,
así, como tú dices, para “envejecer juntos”.
Y yo lo creo, vida... más allá de dudar.



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Poeta

Poemas :  Tu Tren De Las Seis
Está bien que te vayas.
Vuela, mejor, si puedes.
¿Qué nos quedaba ya?
¿Un macetón raído
con dos pasiones secas?

Corre con tu ansiedad
tras lo mejor que anheles.
No importa si tu logro
resulta otro fracaso;
al menos será nuevo.

Corre con tu creencia
de “haber perdido sueños
encadenada a mí”.
¡Corre, debes correr!
No pierdas más fortuna
ni el amor de tu albur
ni tu tren de las seis.

Ni me pierdo el capítulo
donde mi ocaso y noche,
mis grillos y mi luna,
dan entierro a tu nombre
bajo la Cruz del Sur.

Poeta

Poemas :  Ser Horizonte
-Qué alegre debe ser, ser horizonte…

Ser horizonte debe ser, me lo imagino,
partir el sentimiento en despedida,
confiado uno que en un futuro habrá,
tiempo y lugar de rehacerlo.

-No, ser horizonte es:
pecado sentimental de despedida
y autoengaño de que en un futuro habrá,
tiempo y lugar a redención.

-Ser horizonte debe ser, entonces,
sabia nostalgia de quien queda
en bien de la ventura de quien parte
regocijado por quimeras de su albur.

-No, ser horizonte es:
Fina nostalgia de algún día,
triste noción del alma derrochada,
chasco, de olla vacía del íntimo arco iris.

-Ser horizonte debe ser, seguro,
severo apremio de la esperanza
que sortea la modestia del terruño
justificando el porqué del horizonte.

-Sí, ser horizonte es:
el ‘puede ser’ de la esperanza
y el “nada como el terruño” del fracaso
de quien se hizo horizonte sin querer…

Pues, triste me es, ser horizonte.
Poeta