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En el mayor frío, desolador.
El la miró.
El la sintió.
Buscando calor uno del otro.
El tiempo se congelo
en aquel sucio firmamento,
en un vacío
bajo la lluvia.
Sin nada que decir, el la miró.
Sus ojos se fundieron en uno solo.
Las sombras se convirtieron en luz.
Dos extraños bajo la lluvia a lo lejos.
Dos extraños bajo la lluvia a lo lejos.
Sin pasado, espacio, ni futuro.
La noche se hizo luz,
entre la ciudad del corazón
sus manos se entrelazaron a sus cuerpos.
Buscando amor.
Buscando amor.
Sin nada que decir, él la miró.
Sus labios se fundieron en uno solo.
Las sombras se convirtieron en luz.
Dos extraños bajo la lluvia a lo lejos.
Dos extraños bajo la lluvia a lo lejos.
Sin pasado, espacio, ni futuro.
Y los mire.
Y los mire.
Repara el daño, hay poca luz.
Repara el daño, hay poca luz.
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Poeta
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Los campos verdes
no son verdes por siempre,
como nada lo es para mí.
Cierro las puertas de casa,
nada puede entrar ni salir.
Memorizar el momento y borrarlo después,
como si nada hubiese ocurrido,
llorar una lagrima y secarla después.
Pero sabes que no soy fuerte,
que no soy como el resto,
que estoy roto por dentro.
Perdón perdido,
momento perdido.
Solo soy un ángel caído.
He caminado por losas,
que han cubierto mi nombre
bajo la arena.
Y aunque llevo una cruz en el pecho,
he perdido la fe.
Sin tocar el cielo
he abrazado el infierno.
Siento el calor de tu pecho,
siento el calor de tu cuerpo,
pero no sientes el mío.
Disolver y perderme en tu vientre.
Busco tu sonrisa envuelta entre sábanas.
Y si el amor alimentase al planeta
no habría hambre en el mundo.
Y no hace falta abrir los ojos,
para sentir el dolor que sufre el mundo.
Memorizar el momento y borrarlo después,
como si nada hubiese ocurrido,
llorar una lagrima y secarla después.
Pero sabes que no soy fuerte,
que no soy como el resto,
que estoy roto por dentro.
Perdón perdido,
momento perdido.
Solo soy un ángel caído.
La pluma lastima más que los golpes
y atormentarse después.
Herir y ser herido.
Clavo la tinta en tu lecho.
Mis muñecas lloran a chorros.
Creer querer lo que no eres
y tener que ver lo que eres.
Memorizar el momento y borrarlo después,
como si nada hubiese ocurrido,
llorar una lagrima y secarla después.
Pero sabes que no soy fuerte,
que no soy como el resto,
que estoy roto por dentro.
Perdón perdido,
momento perdido.
Solo soy un ángel caído.
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Poeta
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¿Qué es el hombre? Si no una esencia de emociones en sí. Algunas veces las emociones vienen de lo más profundo de nuestro corazón; pero en algunas otras fluyen del pozo de la inconciencia turbia, que te hace perder la razón y termina por convertirte en una bestia. ¿Pero acaso no somos bestias infernales la mayor parte del tiempo? Bestias que buscan entre sus profundos subconscientes, entre sus gargantas, cerrar los ojos y verse reflejados en los ojos de alguien más. Alguien, ese alguien que te libere de ese infierno, que te aleje lo más posible de él. De tu propio infierno.
Oh, pero despiertas y te das cuenta de que sigues inmerso en la pesadilla, en la dura prueba de la vida; que de vez en cuando de entre su espesa niebla permite el paso de un reflejo de luz, de esa tan ansiada paz eterna.
Oh, vida mía, busco un consuelo, busco un reflejo; donde poder sentirme vivo, ese espejismo donde pueda tocar tus manos, sentir tu boca, besar tus labios. Y sí, aunque sé que el espejismo no durara eternamente, él se quedara refractado en nuestra memoria, por más falso que sea.
La vida, transcurso de elementos, transcurso de sueños sin cumplir, de pesadillas hechas realidad, y aunque el viento sopla en mis mejillas y la brisa, ese ligero llanto de mar se derrama por mi rostro, no puedo sentir nada; soy insensible, soy un fantasma, que aguarda frustrado, pero paciente, dormir en la pesadilla y verse convertir en lo que todo soñador sueña; en polvo, encontrando paz eterna.
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Poeta
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¿Quiero despertar?
Aléjate,
mis lágrimas son esquirlas,
no te quiero lastimar.
Sólo,
bajo la noche azul,
la lluvia proyecta su sombra.
Un cero a la izquierda,
como el frío acero de Nueva York.
Ella susurra:
Tú cuerpo no será la tumba
de mí alma.
Si tan solo pudiera decirte,
todo lo que tengo que decirte,
te lo agradecería.
Realidad es pesadilla,
el sueño es ilusión.
Aguja entra en mi torrente,
al paraíso voy.
Y no busco ser feliz,
solo ser un poco más feliz
de lo que soy ahora. (Nada.)
Si no fuera un fantasma,
siempre tan frío,
quizás me escucharías.
Las líneas de nuestras manos
han marcado distancias
y no vale la pena escuchar nuestros motivos.
Miento,
atado a cadenas,
dudo que alguien me entienda.
Corrector,
para borra su nombre
y olvidarme de ella.
Por un momento fui feliz y desperté.
Espíritus,
sombras que se tragan el sol;
con una rosa entre sus manos
ella se marchó.
Realidad es pesadilla,
el sueño es ilusión.
Aguja entra en mi torrente,
al paraíso voy.
Y no busco ser feliz,
solo ser un poco más feliz
de lo que soy ahora. (Nada.)
Y si al menos una vez
brillara el sol entre mí rostro,
podría sentir su calor,
podría sentir su abrigo.
Pero soy un extraño para mí.
¡Ayúdame!
¿Que no vez que me asfixio
entre polvos blanquecinos?
Una razón para seguir,
para existir,
para vivir.
Ausente de mí,
pienso saltar,
pierdo el valor.
Fuera de mí,
de cualquier realidad,
parece dar vueltas,
parece no acabar.
Realidad es pesadilla,
el sueño es ilusión.
Aguja entra en mi torrente,
al paraíso voy.
Y no busco ser feliz,
solo ser un poco más feliz
de lo que soy ahora. (Nada.)
Aléjate,
mis lágrimas son esquirlas,
no te quiero lastimar.
Y al final.........
Quizás no quiero despertar.
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Poeta
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Lento,
parece ir tan despacio,
parece detenerse.
Suprime y reprime,
esas emociones.
Pensando en ti.
Tiempo,
que importancia tiene el tiempo,
cuando ya te has hecho viejo.
Cuerpo joven,
alma vieja.
Tiempo,
ha dejado de importarme
hace tiempo.
Pensando en ti,
pensando en ti.
El péndulo
parece a verse detenido.
Y el reloj marca distancias.
Pasado y futuro
parecen no mezclarse,
cuando solo existe
es el presente.
Pensando en ti,
pensando en ti.
Perdiendo el tiempo
pensando en ti.
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Poeta
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Camina como los mutilados,
como los débiles de mente,
caminan con Dios por bastón.
Consumiendo vino por sangre
y cuerpo por pan.
Cuchillos, crucifijos y fe
para los idiotas.
Que nunca he sido,
creyente empedernido.
Luchando guerras,
por tierras baldías,
asesinando inocentes,
por falsos profetas.
Que murieron,
hace más de dos mil años.
Y no resucitaron.
Algunos son pederastas,
otros son políticos,
algunos más fanáticos enloquecidos.
Cuchillos, crucifijos y fe
para los idiotas.
Que nunca he sido,
creyente empedernido.
Ponen al pueblo a sus pies,
como corderos.
Dicen rezarle a un Dios inexistente,
cuando el Dios que han creado,
es la limosna y el mendigo.
A cambio dan palabras,
ilusiones y esperanzas falsas.
Cuchillos, crucifijos y fe
para los idiotas.
Que nunca he sido,
Creyente empedernido.
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Poeta
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Una noche en la ciudad.
Prostitutas por doquier,
cuerpos buscando calor en otros cuerpos,
desalmados.
Bohemia perversión de los hombres,
Esclavitud de las mujeres.
Una noche en la ciudad.
Jóvenes con drogas por doquier,
imaginando un mundo inexistente.
Una noche en la ciudad.
Delincuentes con almas sinceras,
asesinando a personas sinceras,
por un pedazo de pan.
Una noche en la ciudad.
Alcohólicos estrellando las estrellas,
siendo atropellados,
dejando victimas en ambos bandos.
Una noche en la ciudad.
Los fumadores,
cargan la muerte a sus espaldas.
Una noche en la ciudad.
Violadores consumiendo carne
de la virgen que nunca han tenido.
Una noche en la ciudad.
Terroristas y bandidos
traficando con almas de fuego,
a cambio de creyentes,
a cambio de monedas.
Una noche en la ciudad.
Cuatro hombres con alas y trajes negros,
miran todo lo que ocurre y lloran.
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Poeta
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Censuraste mi voz.
Hay nostalgia en mis ojos.
Lastímame, necesito inspiración.
Di que me odias, que no soy nada.
Castígame, no me des ni la mirada.
Cuéntame una historia que me rompa el corazón.
Desmantela mis huesos,
entierra mis restos en un baúl y
arrójalo al mar.
Ahora que la corriente me alejo,
vendrá la nostalgia,
tratare de inventar, tratare de moldear,
el beso que nunca existió.
Pintare tu sonrisa,
buscare los ojos, que dieron la espalda.
Así, cuando éste en el pantano
y mis lágrimas se mezclen con el lodo,
pensare en ti y surgirá la inspiración.
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Poeta
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Comprensiblemente incomprensible,
lo que parecía tan simple,
ahora es tan complicado.
Remediablemente irremediable,
Lo que parecía paz,
ahora son solo problemas.
La gente dice cosas sin sentido,
difíciles de interpretar.
Y yo, solo escribo,
líneas fuera de contexto.
La gente dice: todos los problemas
tienen arreglo.
Cuando yo pienso: ni ellos lo creen.
Y los te quiero,
como respuesta de un te quiero,
siempre han sido
un mero acto de hipocresía,
cuando nadie siente nada por nadie.
Comprensiblemente incomprensible,
Lo que parecía tan simple,
ahora es tan complicado.
Remediablemente irremediable,
lo que parecía paz,
ahora son solo problemas.
Claramente tan confuso,
es el poder entender a los demás,
cuando uno mismo ,
no acaba de entenderse.
Y de que sirve,
tener el don de la palabra,
cuando no salen de tu boca
y terminan por agolparse en el papel.
Comprensiblemente incomprensible,
lo que parecía tan simple,
ahora es tan complicado.
Remediablemente irremediable,
lo que parecía paz,
ahora son solo problemas.
Lo superficial, puede ser tan profundo,
sin pasar por lo intermedio.
Lo profundo, puede no significar nada.
Desafortunadamente para mí ,
como para mis antecesores,
nunca seremos entendidos,
en un mundo tan superfluo.
Comprensiblemente incomprensible,
Remediablemente irremediable.
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Poeta
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Insomnio,
me acosa, me hostiga.
Déjenme dormir.
Lagrimas mezcladas con sangre,
pastillas para olvidarte,
para poder dormir.
Espejo,
reflejo del ser que detesto,
sáquenlo de mí.
Espejismos, hologramas,
caricias innatas.
Déjenme dormir.
Rechazos, alas rotas,
gigantes pisoteando.
Déjenme dormir.
Ciudades ocultas,
el humo, la gente,
cuerpos, buscando calor en otros cuerpos,
tan fríos, tan solos.
Me miran,
mi miedo, su rencor.
El tiempo susurra:
estás soló, te odias.
Déjenme dormir.
Solo alégate y déjame dormir.
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Poeta
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