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Las berrionderas y las viudas de la soga
Una noche oscura y escalofriante, llena de miedos y confusiones En una choza humilde, triste y abandonada, de espantos y revelaciones Se escuchaban alaridos, carcajadas y berríos de llantos burlones Cerca de un gigantesco árbol, con sus brazos y ramas de rezos y maldiciones La surcaba una quebrada de aguas rojizas, llenas de espumas de sus ejecuciones De historias, de mitos y leyendas, de sombras maléficas, de sueños e imaginaciones Volaban muy bajo, las almas en pena de las berrionderas, en sus agitadas desesperaciones Las atormentaba el pecado espeluznante, del engendro de sus confesiones
De aquel caserío y villorrio, de tierras y ganados y de hogares amorosos Se notaba el verdor y la alegría en las labores del campo, de sus campesinos sudorosos Las mujeres reunidas en aquella choza humilde, maquinaban algo siniestro y horroroso El demonio se apoderó de sus mentes siniestras, del fango estruendoso Lo que pensaban hacer, era escalofriante y terrorífico, atemorizante y espantoso Convencieron a sus esposos y maridos, de pasar una noche de amaneceres maravillosos Las endemoniadas mujeres, se enrollaron los lazos en sus cuerpos, apasionados preciosos Y los terratenientes, campesinos y jornaleros, con sus moyas de bebidas fermentadas de olores fuertes y deliciosos Partieron esa noche hacía la choza, entonando melodías de acordes pegajosos Marchaban abrazados, alegres a la cita de amores y pasiones deseosos Y allí debajo de aquel árbol inmenso de ramas y sombras de miedos asombrosos Empezó la danza macabra, con aires de pánicos tenebrosos Todo era alborozo, risas y carcajadas, de tabacos, cigarrillos y bebidas, que tomaban agitados y presurosos El egoísmo y la ambición a la riqueza mal habida, las llenó de fobia y odio pecaminosos Querían para ellas solas las tierras, los cultivos y el ganado de tesoros codiciosos Emborracharon a sus esposos, idos de tumbo en tumbo, sin alientos y ojerosos Y allí debajo de aquel árbol, desenvainaron los siniestros lazos de sus cuerpos vanidosos Y una a una fueron colgando con la soga, ahorcando siniestramente a sus queridos esposos
Amaneció y en el árbol del ahorcado, estaban colgados los esposos, rodeados de moscas y el aire, que los mecía en sus soledades Las viudas en medio de su berríos, los enterraron con miedos atroces, ocultando sus barbaridades La última noche del velorio, en aquella choza desolada y triste, presagiaba aires de fatalidades Un ventarrón huaracado, en medio de relámpagos, rayos y centellas, con la fuerza de sus tempestades Azotaba con furia la choza, a las viudas y a las sogas colgantes, llenas de perversidades Las azotó en remolino y las elevó por los aires, con hojarascas a grandes velocidades Lanzándolas al lecho de la quebrada, hundiéndolas en las terribles profundidades Se calmó la tormenta y el árbol del ahorcado con las sogas moviéndose, se llenó de miedos, de espantos, de berríos y ansiedades
Cuenta la historia en medio de sus mitos, leyendas y testamentos Que por allí han visto merodear a las berrionderas, padeciendo el lánguido de sus sufrimientos Son las viudas de la soga, que atemorizan con sus gritos escalofriantes y espavientos En noches oscuras y tormentosas, se escuchan sus berríos, con alaridos violentos Son almas en pena, que vagan llorando, pagando el pecado de sus sufrimientos Vuelan alrededor del árbol frondoso, atizando la soberbia y el pánico de sus remordimientos Las berrionderas piden perdón y paz para sus crueles y agitados tormentos Son las viudas de la soga, que piden con sus berríos y gritos desesperados, que las ayuden Con el engendro, del peso de sus cargamentos La soledad invade a estancia, al árbol del ahorcado y a la quebrada, con lastimeros berríos, que salen de bien adentro de sus abatimientos
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga mayo 22-2022
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Poeta
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Déjame seducirte
Déjame tocarte con suavidad Y abrazarte con cariño y dulzura Déjame rozar tu piel con fina delicadeza Y adentrarme en el interior de tu bella figura Déjame expresarte todos mis afectos Y recitarte un precioso verso, a la belleza de tu hermosura Déjame ver tu amabilidad y la alegría de tu simpatía Volar con Tigo y tener una plácida aventura Déjame demostrarte mi caballerosidad e hidalguía Y te haré soñar, alejándote de la soledad y de la amargura Déjame ver en el interior, tu corazón radiante y palpitante Te empaparé en sudor y calor y te elevaré la temperatura Déjame revisar el candado de tu apasionado corazón ardiente Y encontrar la llave que abra tu hermosa cerradura
Déjame apreciar y ver tus lindos ojos Y ver en ellos, fantásticas y soñadores visiones Déjame besar tus labios rojos carnudos, apasionados y sensuales Adentrarme en tu garganta y volar en imaginaciones Déjame contemplar y subir al cráter de tus rozagantes volcanes Chupar el néctar y perderme en el paraíso de las emociones Déjame extraviar en la selva virgen, que rodean tu exuberante hermosura Penetrar el triángulo, agotando el elixir de las ardientes pasiones Déjame contemplar en silencio, tu exquisito cuerpo maravilloso desnudo Ver la naturaleza, tu belleza llena de sonrisas y satisfacciones Déjame arroparte y cuidar tu placentero sueño Ver el apego y la nobleza, en el amor de mis reflexiones Déjame ver tu alma buena y pura Y alejar de mis pensamientos, el pecado y sus adorables tentaciones Déjame atizar el pabilo de tu ardiente llamarada Seducirte con ímpetu y arrebato, al extremo de mis excitaciones Déjame participar en tu erotismo y ser parte de tu lujuria Quemarme en tu llama ardiente, la fogosidad de tus bellas atracciones Deja que al ardor y el rubor te llenen el cuerpo y el alma de frenesí Y yo te llevaré como mi reina encantadora, al jardín florecido de mis mansiones
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga mayo 18-2022
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Poeta
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Tumba olvidada
Tumba vacía, sin doliente, triste y olvidada Por nadie visitada y sin eco de la montaña, sus quejidos escuchada Tumba vacía, lóbrega, llena de maleza, de hierbas y matorrales rodeada Desconocida y sin nombre, del silencio lúgubre callada Tumba vacía de espiritualidad, de aquel cuerpo afanoso deseada Relegada al olvido, sin lápida y del sepulcro arrinconada Tumba vacía de soledad y tristeza, sin lágrimas, ni llantos, llorada Lugar silencioso donde descansa el difunto, que la vida lo llenó de recuerdos, soñada Tumba vacía, cámara de tierra suelta y de sangre manchada Donde yace de la catacumba, su galería triste y abandonada Tumba vacía, llena de incertidumbre, de fosa y sarcófago inclinada
Tumba sagrada de las sepulturas escalofriantes, en noches de espantos y oscuridades Causa miedo y pánico ver una tumba vacía, relegada y abandonada en sus soledades Ser que no le dieron importancia, sin mausoleo, el ego maldito de las sociedades Tumba vacía y tristemente olvidada, sin credos, sin rezos, sin letreros, ni identidades En un cementerio relegado y abandonado, lejos de sus bondades Tumba olvidada, del pobre miserable, sin arreglos, ni vanidades Sin mausoleo, sin jardines, sin flores y vacía en sus solemnidades Tumba olvidada, que no mereció que su inquilino fuera en ataúd, ni cajón mortuorio, para que alojara sus calamidades Panteón sin nombre, bóveda solitaria y vacía, llena de espantos y frialdades Tumba olvidada, donde el alma voló rauda hacia el infinito de las eternidades Donde anida el cuerpo hecho polvo, sin pobreza, ni riqueza, ni alarde de sus mezquindades
Tumba olvidada y vacía, sin lápida, sin sepultura, sin nombre, ni reflexiones Sin cripta, ni mausoleo suntuoso, sin guardar cupo para otras generaciones Sin cruces, ni agua bendita, solo una tumba hueca y vacía, sin riquezas, ni posesiones Desmantelada, fría y raída, llena de roedores, pecados y maldiciones Tumba olvidada, sin parientes, sin coros de oraciones Descuidada y desprotegida, sin barrotes, ni gritos, ni llantos, ni explicaciones Abandonada, solitaria y triste, sin orgullos, sin devociones, ni humillaciones El cuerpo hecho polvo, lo arrastró el viento, dispersándolo por doquier en las vegetaciones Solo quedó allí la tumba fría, lóbrega y vacía, sin dolor, sin miedos, ni desolaciones El tiempo pasa y la historia olvida, hasta la tumba olvidada, llena de espantos y supersticiones En las noches oscuras y tempestuosas, se escuchan voces de ultratumba, que salen de la tumba hueca, olvidada y vacía, llena de pavores, terrores y alucinaciones
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga mayo 17-2022
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Poeta
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Luna de sangre
Qué tierra la que nos dio Dios, tan bella, placentera y hermosa Nos dio el sol incandescente de luz y vida, con energías y luces poderosas Y en las oscuridades, nos regaló la luna, delicada y silenciosa Para que nos iluminara con sus rayos suaves y de encantos maravillosa Qué bonita se ve la luna, placentera y agradable, con aires refrescantes luminosa Iluminando caminos, alejando las penumbras y oscuridades tenebrosas Despertando en las parejas de enamorados, la pasión en los corazones, amorosas Qué bonita se ve la encantadora luna, con sus rayos en las alturas majestuosas Qué bella noche iluminada de luna llena, de lazos de amor afectuosa Surcando la atmosfera en su infinito, que aceleran sus pasos agitada y presurosa
¿Por qué está triste la luna, rodeada de miedos y espeluznantes oscuridades? Llora desconsolada, porque la ha cubierto una sombra, en sus terribles soledades No le llega la luz de su amado sol, oscureciéndola en las penumbras fantasmales de sus profundidades Derrama sangre roja, llorando en la pesadumbre de nostalgias y ansiedades Luna de sangre, triste, perdiendo su belleza y encanto como reina bella de sus majestades Luna roja, cubierta por la sombra de la tierra, perdiendo la intimidad de sus suavidades Llora la hermosa luna, porque se ha opacado su luz inmensa, el ego de sus vanidades Desaparece de la vista de la placentera tierra, el amor de sus fidelidades Su color blanco de la bóveda celeste, se ha perdido y ha entrado en debilidades Llora apesadumbrada gotas de sangre, perdiendo su atractivo y sus bellas facultades Se torna de un color cobrizo de miedos fantasmales, agonizando sus amables generosidades La tierra también está triste, porque su fantástica novia, oscurece, languideciendo sus vitalidades Luna de sangre, sus rayos luminosos se han ido por un instante, pero parecen eternidades Eclipse total de luna, opacando su belleza y en la tierra, sus ardientes sensualidades La tierra se ha movido entre la luna y el sol, perdiendo la brillantez y el color bello de sus tonalidades Su color blanco pasa a rojo, derramando sangre por las heridas de sus cavidades Fenómeno natural de la vía láctea, con su galaxia espiral, que sucede en instantes de sus brevedades
Nuevamente sale airosa, vestida toda de blanco, la hermosa luna, iluminando con su elegante presencia Sus luminosos rayos brillan esplendorosamente en lo alto, vigorosa y bella, con sus enaguas blancas y sus transparencias Luces, encantadora y alucínate, atrayente y vanidosa con su porte y embrujadora elegancia Regresan sus bellos encantos y las noches seductoras, que lloraron su interminable ausencia Qué cautivadora y fascinante se ve la agradable y hermosa luna, dejando ver su belleza y los rayos luminosos de su evidencia
“Joreman” Jorge Enrique mantilla – Bucaramanga mayo 15-2022 Noche de luna de sangre- noche de eclipse total de luna Noche roja de sangre y llantos por su belleza y su interminable ausencia
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Poeta
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Me voy de estas tierras
Me voy de estas tierras, que un día me vieron nacer Ríos y montañas hermosas, que me dieron sus frutos de comer Jardines florecidos de rosas, que me regalaron un querer Caminos inolvidables, que guiaron mi horizonte por doquier
Me llevo las ondas de mis mares, que avivaron mis sentimientos Olas inmensas con las que jugaba al atardecer Burbujas que impregnaban mi cuerpo, aliviando mis padecimientos Playas blanquecinas, que reflejan el amor al anochecer
Me voy de mi pueblo, caserío tranquilo y esplendoroso Calles coloniales, que vieron de mis juegos, correr sudoroso Casas antiguas con tejas de barro, de sus aposentos el eco escuchar El chirriar de sus puertas, retumba en mi memoria, poder recordar
Parto raudo de mi terruño, dejando amigos en las noches poder desaparecer Vecinos y familiares, de saludos algún día poder comprender Oscurece y el llanto se hace largo hasta el amanecer El silencio carcome mi alma, la palidez me hace estremecer
Me voy, dejando a la mujer de mis amores queridos La pasionaria de fragancias y perfúmenos, de olores permanecidos Amante de fulgores y deleites, de gritos divertidos Mujer maravillosa, me diste su cuerpo y su alma de abrazos y besos correspondidos
Me voy sin resquemores, sin lágrimas, ni llantos Ni huyéndole a enemigos, que persiguen sus espantos Ni a las enfermedades, padecimientos de sus quebrantos Me voy de mi terruño, que le dio vida a mis encantos
Me voy buscando otros horizontes, que iluminen otros luceros Amores que perduren y sean por siempre verdaderos Encontrar por el camino, la huella de otros viajeros El paraíso o la muerte de forastero, de sueños aventureros
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga mayo- 14-2022
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Poeta
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Curva macabra y peligrosa
Viajando por una carretera angosta, se me apareció de pronto, una curva peligrosa El vehículo se detuvo en forma estrepitosa, apagándose con chirridos caprichosa Un escalofrío inundo el cuerpo, con mirada desviada, desorbitada, oscura y brumosa La curva la cubría el horizonte, de naturaleza verde, esplendorosa y frondosa El cuerpo empezó a sudar a borbotones con estremecimientos angustiantes, nerviosa y muy copiosa De pronto una neblina densa, lentamente avanzaba, temblorosa y miedosa Se elevaba sobre la curva con un esplendor de una tarde miedosa y temerosa Una ráfaga de aire la envolvía, de celos raros maliciosa Avanzaba danzando sobre la vía angosta, silenciosa y algo misteriosa Rodeó el vehículo con su danza y baile, moviéndose como bailarina majestuosa Se enardecía el ambiente, con una cautela rara maléfica y espantosa La neblina se fue aclarando, dejando ver una figura brillante y luminosa Con vestimenta de enaguas de nieve, desfilando en silencio con ademanes ceremoniosa Daba vueltas en remolino, despaciosa con ritmo melodiosa La tarde caía en su ocaso con arreboles de colores, anaranjados borrascosa La curva peligrosa se tornaba en delirios, de gritos sin ecos, dolorosa La enagua blanca y transparente femenina, cubría aquel cuerpo con temores de llantos angustiosa Su cabellera larga y negra arropaba su rostro siniestro, cadavérico y horrorosa Hacía señas con sus largas y huesudas manos, como sombra en penumbras sigilosa En aquella curva peligrosa, de aquella carretera solitaria, el ambiente era de miedos escalofriantes y de pavores azarosa Salían olores a flores negras y marchitas, de conjuros y pócimas macabras, fantasiosas El ambiente se tornaba en espeluznante y macabro, de adefesios, de espantos contagiosa Un ventarrón en remolino arreciaba con fuerza, levantando aquella figura esquelética fantasmal, como burbujas espumosas Se acercó demasiado al vehículo y abrió con sus huesudas manos la puerta, con un ruido en demoníaco estrepitosa Me saco del cuello, estrujándome como muñeco en forma feroz, estruendosa y tempestuosa Abrazó y arropó mi lánguido y agonizante cuerpo, danzando en vueltas con pánico horroroso y parsimonioso Y allí en medio de la claridad del ardiente ocaso, me clavó sus afilados colmillos de su calavera fantasmagórica, luctuosa Su engendra y esquelética figura, era siniestra, escalofriante, pavorosa, de humores y olores apestosos, infecciosa Sus enaguas blancas se tiñeron de sangre manchada, del puñal traicionero facinerosa La densa neblina se fue esfumando lentamente con sus enaguas, dejando ver su esquelética y maléfica figura, despaciosa Y allí quedó abandonado con la puerta abierta el vehículo, en la curva demoníaca vertiginosa Sólo se notaban vestigios de gotas de sangre, de aquella espeluznante muerte, sin sepultura macabra y de estupores escandalosa
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla- Bucaramanga, marzo 06-2022
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Poeta
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Déjame ver su alma
Mujer, déjame ver sus ojos y apreciar en ellos el cerebro de su conciencia Déjame ver su alma y contagiarme de sus energías, la vida de mi existencia Dame sus labios y saborear en ellos, la dulzura de su hermosa presencia Palpar su pecho y escuchar los latidos de su corazón, el pálpito de su esencia Deja que su espíritu me arrope con su bondad y el respeto de su obediencia Deja en sus manos, el saludo con su delicada y bella inocencia Tocar su precioso cuerpo y adentrarme en sus fragancias, los aromas de sus esencias Chupar el néctar de sus volcanes, el pecado y la confesión de mis indulgencias Adentrarme en su selva virgen con pasión y emoción, el elixir de la supervivencia Acariciar su cabellera que arrastra la suavidad y las caricias de su resistencia Déjame caminar sobre sus pasos, que dejan la huella hacia su residencia Y descolgar las tiras de su bata transparente y dar rienda suelta a la pasión con insistencia Deja que los rayos de la luna alumbren la noche mágica, con brillantes y vehemencia Y los cuerpos húmedos y sedientos, suden acalorados de emoción al fragor de las urgencias Déjame susurrarle al oído mis poemas a la musa preciosa de mis anhelos y única referencia Y los rayos del sol mañanero, calienten la cama y destapen con su calor, las sábanas arrugadas, dejando ver la calidez de su evidencia Deja que el pabilo siga encendido y la llama de la emoción continúe con su exigencia Déjame idolatrar y venerar su ardiente cuerpo y sea el infierno de mi penitencia No dejes que el arrebato y el rubor deje espacio para el contrincante y su competencia Deja que el frenesí y la lujuria hagan su excitación, una adorable emergencia Déjame ver su alma buena y pura y me contagie con su felicidad, el bálsamo de su asistencia Déjame beber la pócima de su amor en el sopor del brebaje en el vendaval de su turbulencia Deja que me empape con su lluvia torrencial y salpique mi rostro con su inagotable efervescencia Y nadar en su riachuelo nítido y transparente y llegar hasta su nacimiento sin escrudiñar su procedencia Déjame subir a su barca, ser su barquero y navegante en el mar embravecido de su paciencia Llegar a viejo y contemplarme a su lado como el primer día y descubrir los aromas de su inocencia Déjame querer y amar su adorado corazón, sin ataduras, sin amenazas, ni advertencias Qué la vida siga rodando y la naturaleza arrope los secretos íntimos de la confidencia Déjame ver su alma y su ferviente corazón, sin pedir permiso, ni firmas, ni secretos para su audiencia Deja que emanen sus perfúmenos y las fragancias de su loción y me impregnen los olores de su cuerpo y tener en ellos su dulce y agradable presencia
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga mayo 10-2022
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Poeta
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Madre hermosa Día universal de la madre, día de alegrías, de saludos y homenajes Día para conmemorar y recordar a esta hermosa mujer, con besos y abrazos llenos de felicidades Día para celebrar y brindar por la vida de este bello ser, de pundonor, amor y coraje Y qué siempre luzcas bonita, bella y elegante, con sus preciosos vestidos, que adornan a este adorable personaje
Qué grandiosa y esplendorosa, es la agradable y encantadora naturaleza Rodeada de jardines florecidos, de pétalos que irradian fragancias de perfúmenos de delicadeza Qué preciosa es la madre adorada, con su don de amor y nobleza Esparciendo valores y cariños desde el interior de su alma buena y pura, llena de grandeza Verla siempre alegre y sonriente, pregonando en el hogar toda su ardiente belleza Eres la reina, eres el palacio y del trono, la adorada y encantadora alteza No tiene precio su amor, sólo su corazón, que irradia alegría y la única riqueza
Madre santa y de su alma, que llena el cuerpo todos los días de aire para las respiraciones De consejos y bendiciones, que acumula su espíritu de amables y consideradas razones Madre bella, de rezos y creencias, que suplica a Dios por el bienestar de sus hijos en todas las ocasiones De abrazos y besos en las despedidas, con la cruz en sus esperadas bendiciones Madre primorosa, que se asoma sonriente, saludando desde los balcones Es el abrigo cálido y único, que soporta las adversidades y las inclemencias de las estaciones Madre grandiosa, oírla cantar en el hogar, retumba alegre el eco de sus bellas canciones Madre linda, reciba todas las rosas, orquídeas, margaritas y tulipanes, en ramos floridos por montones Madre agradable, que vigila los sueños, los descansos, los amores y las imaginaciones Sus órdenes no tienen discusión, ni alegatos, ni subidas de tono, ni explicaciones Madre encantadora, eres el centro y la líder de admiración en las alegres reuniones Sus palabras y consejos vuelan, llevando alegrías y anécdotas llenas de ilusiones Madre primorosa, en el calor de su regazo, se alejan enfermedades, caos y preocupaciones Dios la creo hermosa y bella para llevar a cabo, la creación y la vida, en sus nobles misiones Madre guapa, en su cuerpo también anidan tristezas, que la afligen en sus desesperaciones Rodeada de sus hijos, hacen que su amor se llene de orgullo, con felicidad de satisfacciones
Madre santa y bendita, en la tierra la mujer más bella y bonita y de todos los seres, la única maravillosa Verla descansar en su silla, en su hamaca y en su poltrona como toda una reina, la hacen ver encantadora y preciosa Se desvela por el bienestar de sus hijos, irradiando cariños desde su alma prodigiosa y amorosa No hay amor más grande que el de una madre, querida y cariñosa Va y viene en el hogar con sus quehaceres, revoleteando como mariposa vigorosa Sus mandatos son órdenes, inculcando valores para la vida recta prodigiosa Donde hay una mujer, hay una encantadora madre, que irradia energías fervientes calurosas Cuando Dios creó la tierra, creó la humanidad, al hombre y a la mujer con su cajita mágica de vida milagrosa Madre afectuosa, mujer amada y querida, creadora de luz y caminos de vida victoriosa Madre predilecta y preciosa del corazón, como el árbol que extiende sus ramas y sus brazos, para prodigar a sus hijos sombra fresca y asombrosa Estar siempre a su lado y seas el alma y el espíritu alegre, madre querida y vanidosa Que Dios la cuide, la guarde y la bendiga con su adorable bendición, poderosa y misericordiosa “Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga mayo 08-2022
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Poeta
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Madre de jardines florecidos
Qué bonitas son las orquídeas y las fantásticas rosas Qué bonitos son los tulipanes, margaritas y azucenas esplendorosas Qué bonitos son los girasoles, los claveles y camelias con sus pétalos, preciosas Qué bonitos son los jardines florecidos, que emanan perfúmenos y aromas, asombrosas Qué bonito regalárselas a la madre bella, corajuda, valerosa y majestuosa A la mujer que da luz y vida con alegrías de felicidad y sonrisas dichosas A la mamita linda, que se roba de sus hijos los suspiros de aires vigorosas Para la madre querida todos los jardines florecidos de bálsamos y fragancias fabulosas Todas las poesías de amores para la mujer más placentera, grandiosa y de su ser maravillosa Una flor, un beso y un abrazo, para la mamita que hoy brilla como una divina diosa Un querer y un amor para la madre más bonita, esplendorosa y hermosa Una sonrisa y un te quiero para la mamita que saca pecho de sus hijos orgullosa Un agasajo y un brindis por la linda madre con su abrigo y de su espíritu amorosa Un regalo y un sueño en su regazo, con imaginaciones de besos cariñosa Una vida y una lucha de nunca acabar para esta guapa mujer, valiente y valerosa Un hogar y una familia para esta bella madre, que luces como mariposa vigorosa Un castillo y un enorme palacio para la mamita encantadora y majestuosa Un adiós y una bendición de Creador, para la madre del sustento prodigiosa El paraíso de la naturaleza, para la mamá laboriosa y de su fuerza grandiosa Los rayos luminosos de Dios, sigan protegiendo su vida y su cajita mágica milagrosa Y en las noches de luna llena, brilles tan bella y elegante de sus aires armoniosos vanidosa Pedirle a Dios, para todas las madres del mundo su bendición Todopoderosa y de la Virgen Milagrosa
“Joreman” Jorge Enrique mantilla – Bucaramanga mayo 08-2022
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Poeta
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Adiós madre querida
Se ha ido un precioso ser, se ha marchado mi madre y el día se llena de neblinas y oscuridades Nos queda su recuerdo y la hermosa vida que nos dio llena de amor, de claridad y verdades Se ha ido un ángel, se marchitó una esperanza, que acariciaba cariños y voluntades Nunca se borrará de nuestra memoria a pesar del miedo y el espanto de las soledades Sus consejos y sus valores, perduraran por siempre en nuestras diarias actividades De día, la llevaremos en el trabajo y en el pensamiento con sus nobles bondades Y en la noche, la llevaremos en los sueños con la imaginación de sus profundidades Se murieron sus besos, pero quedó su aroma que anidó en mi corazón con intensidades Se esfumaron sus bendiciones, pero quedó allí en la puerta, su figura para las eternidades Se marchitó su alegría, su voz melodiosa y el escondite de sus complicidades Se marchó para siempre la madre protectora y se llevó su amor y sinceridades Sólo quedaron sus hijos, sus anécdotas, sus cuentos y sus leyendas llenas de curiosidades En este día tan especial cierro los ojos y veo a mi madre en el cielo con las divinidades Se ha ido una flor, se marchitó un jardín, dejando el abono con sus vitalidades Sus pétalos cayeron sobre mi cuerpo adolorido, llenándolo de pesares, de angustias y calamidades Se siente su ausencia, se siente su partida, se siente el silencio, se siente la brisa que acecha temeridades Su cuerpo se volvió cenizas y polvo, sólo quedó el recuerdo para las posteridades Su alma buena y pura voló hacia el infinito y del cielo sus espiritualidades
Día de la madre para recordar, que el tiempo pasa y jamás a este ser se olvida Agradecerle por darnos el ser, el cuerpo, la hermosa y preciosa vida Son lazos de amor y sangre que quedan intrínsecos por siempre permanecida Queda una herida sangrante y profunda por la encantadora madre perdida Con pena y dolor se lleva en las entrañas a la madre adorada y querida Dios nos dio su bella naturaleza y a la madre esplendorosamente ofrecida De todas las mujeres fuiste la madre delicada y primorosa, la única maravillosa preferida
Se marchaste el día menos esperado, dejando el corazón agobiado y sangrante Me amaste tanto que dio su cuerpo, su alma y su valor que es lo más importante La amé con la fuerza de mi espíritu y con el infinito amor y querer abundante Su partida dejó arrugado el cuerpo, el pensamiento con la palidez de mi afligido semblante Fue mi riqueza, mi sol y mi luna brillante, mi oro deslumbrante y mi anhelado diamante Ver partir la madre encantadora, es ver morir un jardín florecido de pétalos fascínate Seguir sus pasos, sus incalculables valores y sus consejos que repetía en su lecho agonizante Pedirle a Dios que reciba en su gloria, el alma buena y pura de mi madre, con fe y esperanza reconfortante.
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga mayo 08-2022
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