Poemas surrealistas :  Apalabradas tintas
APALABRADAS TINTAS

Conmovidas las palabras por sus sílabas
¡La voz de los arroyos orquideaba!
Arrobadora, dulce cada letra.
Indistintamente, cristalina, fresca...
La mañana
El amor a nuestras muertes
Entre
¡La humedad desierta!.

Pluma, lágrima.
¡Lágrimas de pluma, lágrimas!.
Lágrimas sólo de palabra
Palabra teñida de campanas
¡Campanas de solo vacíos!.
Tintas teñidas.

Pluma lágrima teñida de campanas,
haciendo señales,
de cobre y granito.
¡Escritura profunda y magnánima tierra!.
Las palabras, las palabras.
¡Vendidas, vendidas con su consciencia!... ¡Sólo descendían!.

¡Apalabradas tintas vendidas!.
A los lejos,
en la profundidad se escuchaba.
Me lo dices tú, alfabeto sordo,
sordo, cómo los renglones,
del que por ahora lleva el cuaderno.

¡Apalabradas tintas!.
Óseas,
térmicas
¡Musculares!.
Alojando corpulentos monolitos,
en sílabas tempestuosas y lujosas,
vergüenza, del papel de la vida.

Tempestuosas y lujosas
Letras de lustre y pacotilla
¡Sílabas, sólo sílabas vanas!.
Sacrificando letras en cada renglón.
¡Hojas frenéticas, volúmenes abstractos!... Pobres extractos.

¡Palabras vendidas!

Apalabradas tintas,
escombros en hombros y dorados...
¡Combustibles!.
Así, se desgranó la tinta sonámbula.
El vidrio en las pestañas.
Y los corales en diálogos perplejos.

Conmovidas las colmenas,
fueron... ¡Fueron falsos!
Los islotes y libertad en puntas
Las letras... Las letras.
¡Callaron sus mañanas!
Entre..
¡Entre desintegrados rostros!

Y
Conmovidas
¡Las verdaderas palabras!.
Se perdieron en las tintas
En
Las Tintas apalabradas...
¡De todas las apalabradas tintas!.


Autor: Jel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Invencible lucidez
Invencible lucidez

Desplazado el camello,
en su colmena de arroyos,
ya se despeña, encima del puente.

Reposa el pulso de tus cabellos,
y nada por su falda el volcán,
bañado de negra nieve.

¡Descúbrenos!.
Lúcido, lúcido, lúcido.
Invencible.
¡Como ninguno!.

Te aceitunamos la brisa,
atrás del pelo curvo,
salado en las ramas,
y en las avispas de hielo.

Cautivo el aroma,
en su charla de cordeles,
ya se disfraza danzando la ruta.

Travieso el barco de sus rodillas,
y todo el día por etapas,
alejado de vidrios muebles.

¡Desengáñate!.
Lúcido, lúcido, lúcido.
Invencible... ¡Como ninguno!.

Les cauterizamos la risa,
debajo del mísero gusano,
enrollado en las astillas.

Y...
En
las prédicas... ¡De hormigas!.

Ya merecemos,
despertar convencidos.
¡Limpios manzanos!.

Huertos de flores,
con las facciones...¡Claras!.
Y en paz... ¡Vivir!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta