Frases y pensamientos : UNA MUSICA ES TODO |
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La música tocando bajito un poco triste, aquellas, que entran bien fondo y nos humedece los ojos, es en estos momentos, que sin darnos cuenta, vamos para lejos, tan lejos como si fuéramos junto a Dios. Sentimos una levedad en nuestro cuerpo, un alivio en el pecho, nos sentimos levitar, olvidamos nuestro entorno, somos espirito, sin materia. Por la mañana, después de levantarme, mirando hacia fuera, para una flor, una hoja, una gota de lluvia deslizando por el cable del teléfono, soy eso todo, menos yo, con mis problemas, mis afanes, mis dudas, mis incómodas decisiones, que tendré que tomar, todo la música, absorbe, pienso en todo que no conozco, pero que existe. Una lágrima resbala por mi cara tras otra, no de tristeza, de paz y de añoranzas.
Es como limpiar mi interior, recuperar fuerzas, agradecer lo que tengo, mirando para el cielo, entro en él y traspaso el infinito. Para otro sitio marcho sin salir de mi ventana, me deshago en aire, puro limpio etéreo. Cuanto tiempo, pasa no sé, si son minutos, son eternos, terminan cuando un suspiro me sale del fondo y me siento otra vez en mi habitación, sin darme cuenta otra música había empezado. Lo raro es que estos instantes, me hacen falta, de que soy hecha, no sé. Me gusta ser así, me gusta sentir, ser normal y al mismo tiempo, distinta, de otros. Quisiera que ellos, pudieran tener, momentos, como los míos, para eso, tienen qué no tener vergüenza de creer , que hay algo mas para allá del cuerpo y dejar que los otros lo sepan. Todas las noches, hago un examen de consciencia, hago un recorrido, por todo el día y se pienso, que fui indelicada, o que he pensado mal, de alguien, seguro que al día siguiente, le pediré disculpa. Mismo siendo así, soy imperfecta, muy imperfecta, mismo un poco mala, lo sé. Nada puedo hacer, soy un desperfecto lleno de virtudes, que no compensan, el lado peor de mí. Quizá la música sea mi confesionario, así pido perdón si he ofendido sin querer a alguien, sin intención. Ofendida, nunca quedo, si me lastiman, su consciencia ya se encargará de hacerlos arrepentir. Así, me quedo con mi música, mi sentir, mi amor, mi vivir sencillo, en mi mundo, donde muchos están y los quiero. Fuera, es una guerra, de emociones, de celos, de venganza, de odio y obsesión. Yo no quiero hacer parte del. Y en lo mío no tienen entrada, eso seguro, aunque piensen el contrario. Oporto, 4 de Noviembre de 2011 Carminha Nieves |
Poeta
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la música nos relaja el alma. nos permite mirarnos por dentro y vernos como somos en realidad, un placer leerte, saludos.