Poemas : Mi septiembre en México |
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Nací en México como guerrero poético sobre suelo mítico de pasado mágico, de ascendencia azteca, quizás tolteca o zapoteca pero de gente que tenía ideas concretas, nací en un lugar de dioses varios y de constantes cambios donde del sol era la luz que enriquecía al alma y donde no había un Jesús que te ofreciera calma, de un lugar donde no importa si salgo del estado o del país regreso y me siento de nuevo feliz, un lugar donde puedo escribir y decir , Oh de los caídos, de aquellos exhalaron su último aliento en esta tierra mágica y la hicieron mágica, que en su intento de repulsión sin rendición al invasor perdieron parte de su cultura pero nada de su valor, pues lo plasmaron en bellas escrituras junto a la expresión de su dolor, quedaron sus pirámides y sus códices como testimonio de su grandeza, quedaron también en los corazones de sus descendientes algunas de sus costumbres que aun no sucumben ante el olvido del tiempo ni a la indiferencia del conquistador, que no sucumben al yugo español que nos trajo el mestizaje y que prohibió a los hijos de aztecas el aprendizaje, de aquellos que nuestros bosques quemaron y nuestro oro robaron, pero que nunca cayeron en cuenta que la riqueza que importaba era la de la naturaleza, y asi fue como vivimos casi trescientos años como los esclavos de aquellos que ni siquiera nos consideraban seres humanos, mas la paciencia apremia y seguro lo hizo para todos aquellos que sabían que la libertad llegaría en las manos de aquellos que no podían sentarse a observar a la gente oprimida y a esta cultura destruida, mas nada volvería a ser igual, pues los días de leer los versos de Netzahualcóyotl ya no volverían pues habían curado nuestra supuesta ignorancia y poco a poco nos convirtieron en católicos y a otros en alcohólicos tras olvidar lo sagrado que era el pulque, o el del cacao que fue convertido en un simple dulce, al lado de nuestra lengua madre olvidada y nuestra paz hurtada al lado de nuestros reyes demacrados, pero como estar triste en estas fiestas que patrioteros celebran eufóricos para después quejarse de nuevo del gobierno y los políticos, y todo lo que en este país creen mal, hasta que la selección vuelva a jugar a nivel mundial y es esta la ironía que impide mi alegría que sangra por la herida que me ha sido infligida por aquellos que aman a México el 15 de septiembre o el 20 de noviembre pero que lo maldicen en los días más cotidianos sin perdonar en ninguno de los horarios.
A los mexicanos que me lleguen a leer les pido que no malentiendan pero odio la hipocresía que estos días evocan en mucha de nuestra población |
Poeta
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Tienes razón, es mala la hipocresía, creo que el festejo es solo porque no iran a trabajar, y porque se podran juntar las familias, (que eso es bueno) pero no en si por el gusto de las fiestas de Independencia. Saludos. Claudia Alhelí Castillo