Cartas :  CARTA PARA UNA MADRE EN EL CIELO.
Te escribo madre querida, sabiendo que mi carta llegará al cielo y que allí la leerás. En un día tan especial como el de hoy, en que se celebra el día de la madre en todo el mundo, no pude sustraerme a la tentación de escribirte, ya que nunca antes lo hice.
Quiero decirte en esta carta, que te estoy muy agradecido por todo lo que me diste, especialmente: la vida. Yo siempre recuerdo con cariño los gestos de amor que tuviste para conmigo, tu bondad y tu paciencia.
Ahora que yo también soy padre, sé que cuesta mucho sacrificio criar y educar a los hijos, por eso bendigo madre, toda la fuerza que pusiste para hacerme una persona de bien. Tus sabios consejos, dichos en dulces y poéticas metáforas, fueron doblegando mi alma rebelde de adolescente, para hacerte mi Diosa. Nadie mejor que tú sabía escuchar mis inquietudes para darme después, un buen consejo.
Como reza la frase: “Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde”, esa es una gran verdad sobre todo tratándose de los padres. Como ellos, nadie; no hay gente en la vida que nos atienda sin esperar ninguna recompensa, no hay ni hijos ni esposa que te esperen con una comida caliente cuando llegas de trabajar y te la ofrezcan sin que la pidas. Eso, sólo lo puede hacer una madre. Lamentablemente llegamos la madurez y ya creemos que lo sabemos todo, olvidamos los consejos de los padres, el cariño, el inmenso amor que tienen para nosotros.
Parte del dolor del aprendizaje de la vida, es dar más importancia a la “compañera de vida”, que a la madre que es la única que nos acompañará toda la vida. A hombres y mujeres nos suele pasar lo mismo.
Por eso madre, en esta carta, yo quiero pedirte perdón por todos los errores que cometí y que de alguna forma pudieron mortificarte. Ahora, cuando los años de la soledad me están alcanzando, me doy cuenta que el dinero no es más importante, que el poco de cariño que te hubiese podido dar.
Yo siento pena por eso y hasta me avergüenzo, porque muchas veces huía de tus abrazos porque ya me parecían melosos. Torpeza mía.
Y mira madre, lo que es la vida, hoy la gente que se quiere tanto, no se podrá dar un abrazo de encuentro por culpa de un virus maldito que se filtró en nuestras vidas.
Espero madre que me perdones por todos los sinsabores que te hice tener, así como también espero volverte a escribir el próximo año, si es que aún estoy por estos lares, si no, ya estaremos juntos de nuevo.
Recibe un fuerte abrazo y un millón de besos a la distancia, madre querida y que Dios te siga consintiendo a su lado por toda la eternidad.
Hasta pronto
Tu hijo que te ama y nunca te olvida
Delalma
10/05/2020
Poeta

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