Poemas :  Cinco Poemas sobre el Tema de Salomé y los Pavos.
Cabeza de Juan Bautista con Alambre de Oro en la Boca sobre Bandeja de Plata con Cuatro Repugnantes Cabezas de Guajolotes o Pavos Domésticos Cortadas.

Cuatro espantosas cabezas de Meleagris gallopavo
Recién ejecutadas con una cuchillita, ensangrentadas
Con sus verrugas repugnantes y su aspecto deforme
Para guarnición de la apostólica testa sacratísima.

San Juan masca flores de oro, flores de alambrada,
Y la agónica boca traga alambre de espino,
Dorada la impostura del éxtasis Bautista, divino,
Mientras sus ojos verdes ven a Salomé desnuda.

La hembra perniciosa mueve sus caderas, irascible,
Y danza para un Herodes ocupado en mirarla,
En la mesa la bandeja con las cabezas cortada

Como en un holocausto de aves y de ríos.
San Juan, ¡¡¡¡¡qué horrible verte entre los guajolotes,
Entre tanta verruga mascando zarzas de oro¡¡¡¡¡¡¡.

Y en la oscura celda el cuerpo sin cabeza del Santo cercenado
Se adorna con las mil plumas de los pavos comunes.
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Francisco Antonio Ruiz Caballero.

Cabeza de Juan Bautista con Alambre de Oro en la Boca sobre Bandeja de Plata con Cuatro Cabezas de Pavos Reales Arrancadas de Cuajo.

Pero qué cruel y maligna Salomé la bailaora
Que embruja a Herodes rey mientras Judea duerme.
El Palacio de Herodes se adorna con antorchas
Y Juan semidesnudo sueña con mariposas.

Ella pide la muerte del profeta cautivo
Mientras se quita el velo que le cubre los senos.
Y el hacha busca a Juan que sueña mariposas
Inachis Io con los ocelos verdes.

En la bandeja siniestra está ya la cabeza
Y los ojos del Santo, los ojos esmeraldas
Contemplan el aspecto de cuatro cuellos turquesas

Recién decapitados de cuatro pavos reales.
Y el Festín en el Palacio comienza con la danza. Magnífica.
Y Pavo real al Horno en salsa de frambuesas.

Pero Juan sólo come áureas zarzas de espanto.

Los esclavos de Herodes beben tinto y almíbar.
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Francisco Antonio Ruiz Caballero.


Cabeza de Juan Bautista con Alambre de Oro en la Boca, sobre Bandeja de Plata con Cangrejos Marinos Verdes Vivos.

Salomé malvada y bella contonea sus piernas.
El hacha deliciosa corta el pescuezo al cisne.
La Eva maravillosa desnuda queda en el acto.
Ha caído en la tierra el arcoíris de los velos.

La cabeza del cisne tiene los ojos verdes.
Y en sus labios nenúfar el alambre de oro
Como una maraña de seda elegantísima
Le silencia la boca que destila amargura.

En la tosca bandeja de plata repujada
La cabeza reposa transidamente grácil,
Y los cangrejos verdes agitan sus pinzas fieras.

Y un cielo de cangrejos criminales y abyectos
Quisiera devorar las verdes esmeraldas.
Y Salomé baila totalmente en pelotas.
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Francisco Antonio Ruiz Caballero.

Cabeza de Juan Bautista con Alambre de Oro en la Boca, Sobre Bandeja de Plata con Cangrejos Marinos totalmente Cocidos y Rojos.

El Verdugo lascivo corta el Hibisco salvaje.
Salomé baila ebria y las copas de vino
Se escancian deliciosas llenas de tinto negro.
Ella tiene los senos como dulces campanas

Que suenan en las Iglesias si la tarde es perfecta.
El pescuezo del gallo recién decapitado
Enseña la cabeza con la cresta purpúrea.
Salomé, baila, baila, para que todos te veamos.

Desnuda es una golfa, sobre la música puta,
Sobre la música puta, y el vino es delicado,
Y el alambre de oro que saborea el Bautista

Le araña los labios carmesíes benditos.
Un panorama de rojos cangrejos quisiera sajar los ojos
Verdes como esmeraldas de Juan asesinado.
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Francisco Antonio Ruiz Caballero.

Cabeza de Juan Bautista con Alambre de Oro en la Boca, sobre Bandeja de Plata con Hibiscos. Y Hormigas.

La gacela que es loba, que es tigre y prostituta,
De Salomé perfecta que su cadera contonea,
Ha pedido la Cabeza del gallo de Judea,
Que se apresura a beber un vino muy muy negro.

En las copas de oro, en los cálices de vino,
Los esclavos de Herodes saborean la vida.
Al Bautista le ponen alambres en la boca,
Agónica y extasiada de tanto anochecer rojo.

El oro premia al muchacho que condenaba a Herodías.
Los Hibiscos naranjas de pistilo amarillo
Compiten con los hibiscos de pistilo naranja.

Y Herodes devorado por diez hormigas rojas
Huye a sus aposentos con siete esclavos negros
Para drogarse con hachís, con mirra y con incienso.
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Francisco Antonio Ruiz Caballero.
Poeta

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