Textos :  Para mi que todo esto es una pesadilla surrealista
Para mi que todo esto es una pesadilla surrealista.

Llevo ocho años recibiendo un pinchazo en el culo cada catorce días. Me podrían pinchar en el deltoides pero las enfermeras no saben pinchar en el Deltoides, no les es cómodo. Les es más fácil pincharme en el culo. Que es una cosa superhumillante, preferiría que me pinchasen en la polla. Cada catorce días revivo el trauma una y otra vez. Porque a mi nunca me ha gustado enseñar el culo.
Y resulta que cuando yo tenía 24 años era anarquista e hicimos mis compañeros de partido, aunque yo nunca llegué a ingresar en el partido, una protesta pacifista contra el ejército. La protesta consistió en pintarme una letra en la espalda y enseñar el culo con la espalda con la letra que formaba parte de una frase: “El Ejército va de culo”.
Y todo parece la venganza de un fascista, como yo enseñé el culo contra el ejército es como si los fascistas me hubiesen condenado a enseñar el culo cada catorce días y recibir el correspondiente pinchazo. O sea, una pesadilla surrealista. Como si yo hubiese caído en las manos de un policía asesino. Que se regodease en hacerme daño. Ya os digo, cuando era joven simpatizaba con la Liga Comunista Revolucionaria, con el PST, y con el Movimiento de Objeción de Conciencia, el MOC, e hicimos esa protesta, nos desnudamos y enseñamos el culo con la espalda pintada, y resulta que llevo ocho años yendo yo de culo. Como si me hubiesen echado una maldición o como si estuviera en la cárcel y cada catorce días me violaran. Cada catorce días revivo una y otra vez el mismo trauma, y toda Sevilla se ríe de mi. Y resulta que el psiquiatra de mierda no se da ni cuenta. Yo creo que mi psiquiatra es un torturador fascista asqueroso. Porque me pueden pinchar en el Deltoides pero me pinchan en el culo, como si hubiese yo caído en manos de un hijo de puta vengativo asqueroso.
EL EJERCITO VA DE CULO. Y resulta que el que va de culo soy yo. Parece una represión fascista contra un militante anarquista. Toda Sevilla se ríe de mi cada catorce días. Podría antes de que la enfermera me pinchara el culo enseñarle la polla a la enfermera, para que luego en los dibujos animados de los Simpson Homer Simpson enseñara la polla, y así Sevilla no se reiría de mi, pero eso sería prueba inequívoca de que estoy loco y además le tengo tanto respeto a las enfermeras que soy incapaz de humillar a una mujer y hacerle eso a la enfermera. No soy capaz de enseñarle la polla a la enfermera y la enfermera me humilla cada catorce días pinchándome en el culo. Es un trauma que revivo una y otra vez cada catorce días. Pero no sé lo que puede pasar si le enseño la polla a la enfermera. Lo cual sería prueba inequívoca de mi locura. Pero no me atrevo. Es miedo y es respeto, ellas no tienen porqué ver mi polla de improviso, pero me humillan haciéndome que les enseñe el culo cada catorce días pudiendo pincharme en el deltoides. O sea que cada catorce días toda Sevilla se ríe de mi porque soy muy respetuoso con las mujeres, con las enfermeras. Podría enseñarles la polla antes de que me pinchasen en el culo, pero no tengo huevos para hacerle eso a una enfermera. Sería prueba inequívoca de que estoy loco. O sea que me llevo los dolores y encima las enfermeras se creen que me estoy haciendo el loco. Una pesadilla surrealista, como si un maricón asqueroso, comunista o fascista , se hubiese enamorado de mi culo y cada catorce días me lo violase. O sea que me están utilizando a base de bien.
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Francisco Antonio Ruiz Caballero.
Poeta

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