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Poemas, frases y mensajes de gatodeazote

Selección de poemas, frases y mensajes mais populares de gatodeazote


♥♥♥ De tu camino.

Creer que no hay caminos
en la náufraga travesía de la vida,
vagar con la autómata soledad de la muerte
y ser en la mirada
la inclemente ínsula de mis pasos,

creer en el sueño despeñado de una aurora
y negarse a tus ojos, a tus manos,
a los vívidos senderos de tus labios;
viajar por tus estigmas zurcando incertidumbres,

creer que no hay trayecto
en la herida que socava las distancias,
que no me infundes el amor,la brecha,los retornos,
la ardiente liviandad de tu plegaria,

dudar de que persigo mi trasunto
en tu lógico denuedo de horizontes,
es errar en las riberas mis impulsos
y luego claudicar si no te amara.

♥♥♥ Mi soledad.

Si mi Soledad quiere cantar, yo la dejo; pero su voz jamás se escucha en mis oídos, se apena un poco mi niña silenciosa, pero me toca con sus labios y se queda a dormir entre mis brazos. Yo le canto una canción de amor y le rezo una plegaria.

♥♥♥ Hay días... -Para MIO-

Hay días que te conozco tanto y se casi de ti
todo lo que amo cuando te vas y te adivino,
hay horas y minutos y trazos de la luz
que, como hoy, se desplazan como una onda de agua intemporal
y discurren como una sonrisa en el líquido cosmos de mi soledad.
Veo tu lozanía de pétalo celeste impresa en en los iris- paraísos
y cada sombra citadina pendiente de tu pelo es el cauce de otras urbes no bullentes ni tan bellas como tu lluviosa Bogotá.
Veo en tu cuello la arrogancia de alabastro, aire erigido en albas tersas en donde un lunar de encriptados signos borra el enlutado borde de tu blusa.
La tarde desabotona el cielo sin pudores de tu cuerpo, encendido entre el tierno arrebol de tu respiro.
Y te conozco en los frutales precipicios donde navega mi corazón buscando el palpitar de mi recompensa: un latido de binario lenguaje acariciado por el viento de tu deseo.
Hay dias que te conozco tanto, tanto como el dia de hoy sin fechas, sin jardines ni capullos de impaciencia,
el viento es una flor de ademanes veleidosos ataviado entre tus manos por la luz
prendados al diluvio de tus lábiles mareas.
¿Acaso hay una ciudad mas diáfana que tu metrópoli tatuada en la altísima ventana de un atardecer?
te conozco toda, primaveral e íntima, veraniega y pluvial, con tus piernas de danzante mansedumbre, con los pasos más livianos que un poema sin retórica, te conozco entre los cuatro muros de una habitación acosada por la luna nunca conformista.
A veces te conozco tanto como al sentido de las aprendidas manecillas, como a mis propias manos quebradizas, casi endebles en su partitura de lineal destino.
Eres una aguja punzante y siempre amable, amante, amada por la entramada de mi lenguaje, por mis palabras bordadas en los cuatro ángulos del cuerpo y de mi ritmo.
Hay dias que te conozco tanto y se casi de ti
todo lo que amo en las huellas ocultas de tus ojos, en las imágenes marcadas a mis miedos, a mi júbilo cuando estás conmigo, a tu mundo de poéticos relámpagos que jamás adivino,
pero hay otras ciudades sin encanto que no conozco nunca,
ni mirándo entre tus ojos mi locura, la ilusión de no ser nada en mi urbe tan baldía
porque sólo me traduces la corteza del reflejo, la externa sensación de luz apenas, los íntimos paisajes vedados por mi fé.

♥♥♥ Música.

Llegas tú: música,
relámpago
lluvia de armonías
como gota de gestos
interpretas la vida

tu concierto de indicios
enmudece las horas
y en el lento interludio
de tus ecos-espirales
infinitas caracolas
me lamen las heridas

me dejan sumergido
en la mar de tu pecho
binaria partitura
donde acallas mis himnos

donde rasgan tus odas
umbrosas escrituras
y una daga de hechizos
cercena mi garganta.

♥♥♥ Centella.

Diluído
en la postrera
estrella
desciendo al centro
humedecido
de la noche
fluyo
hacia el terso
manantial
de íntimas mareas


reflejo
de vibrantes centellas
tu cuerpo se abre
al lampo tórrido
del alba

descubre
en mi lascivia
la llama
del último lucero
el flujo
más lácteo
bullente
en tus blanduras.

♥♥♥ Húmida nostalgia.

Hay una sábana de melancolía
atrapada
por la fárfara nocturna de tu respiración
un cobertor de líquenes suspirantes
amoldado
al influjo remolino de ondas lúbricas

Ceñido bajo el limo fragante de una túnica
tu cuerpo
destila la tersura de un pulsar malherido
decanta en el cedazo acrisolado de tu sexo
los néctares
de luz en las ráfagas del tacto pendular.

Hay sobre tu albura de equinoccio cósmico
la nostalgia
del insomnio cautivado por tus hálitos
la noche extendida en alcores baldíos
el cálido gemido
prendado a tu floresta de astro líquido.