maiteia

Poemas, frases y mensajes de maiteia

Selección de poemas, frases y mensajes mais populares de maiteia


Poemas para el mar

RISAS DEL MAR

El mar era azul, era plata, era verde, era añil.
Era el soliloquio de la luz
reverberando en el silencio.

El mar reía gaviotas,
reía cuerpos desnudos zambulléndose,
reía su gozosa brisa en los oídos.

El mar era la palma de Dios
abriéndose en eternidades de espuma.

LLANTO DEL MAR

Aquella mañana el mar sufría.
Agitaba con ira su cuerpo.
Sangraba su espuma suicida por las rocas.

Y los peces lloraron sal.

El mar quebró su llanto en millones de gotas
que aún resbalan por mis brazos.

LA OLA

La ola se acerca con sus brazos de plata,
y mientras viene se va
dejando un húmedo beso
de eternidad.

Maite Sánchez Romero

Del libro "La naturaleza en el corazón", ilustrado y gratuito en pdf: La naturaleza en el corazón

Pinceladas naturales

GRAZNIDOS

Mientras juegan las gaviotas con la brisa del océano,
mis ojos viajan, impregnados de horizonte,
donde los caminos no terminan nunca.
Y las olas se acercan a mis pies,
y los graznidos ensordecen de lluvia fresca mi alma.

ARMONÍA

La sombra de los niños juega
con la sombra de los árboles.
Los gritos de los niños bailan
al son de los vencejos.
Las estrellas mueren en paz.

MÚSICA

Por los bajos de las puertas se cuela una música especial:
El lento aroma de los jazmines.

CREPÚSCULO

Pasó una bandada de gorriones
piando toda la fiebre roja de la tarde.

Maite Sánchez Romero

Del libro "La naturaleza en el corazón". Prosa poética de la naturaleza. Ilustrado. Gratuito en pdf:
La naturaleza en el corazón

Ciega de ti

CIEGA DE TI

Me has cerrado los ojos. No puedo ya verte a través de la espesura incendiada que nos separa. No. No. No puedo.

Lejanía de tarde rota. Gris de bombilla enceguecida. Tus pasos resuenan como granizo en mis oídos de loba herida, huérfana de manada.

Aulladora de soledad quemada, espiro hielo que hiende mis recuerdos. Perdida en mi colina, lanzada al espacio sideral y sordo, doy vueltas y vueltas. Pero no puedo...

Te has ido. No. ¡Mis pasos sin sonido! No. No. Ciega de ti, envuelta en humo, detenida, deshecha, como ceniza arrastrada de ola en ola… No. Desde la boca de un pez, encallada en la arena te grito: ¡Estoy aquí! Óyeme. Te amo. Aquí. No puedo.

Maite Sánchez Romero (De mi libro ilustrado "Madera y miel". Descárgalo gratis en
www.maiteia.wordpress.com

Y en el río tú

Por la corteza lisa de la adelfa suben y suben las hormigas como un rosario fervoroso de pasos diminutos. Tu pensamiento también escala, hasta mirarse en el raudo espejo de las golondrinas. Y sus destellos abren tu mente más y más…
Juega la brisa en verde, haciéndole cosquillas al río; la llama de un chopo viaja por el agua mientras contempla tu reflejo. Y son tus ojos dos pinzones azules que pían el viaje de las ondas.
Y tus pies acaban de descubrir el tacto turquesa de la calma.
Una cascada tersa de paz rodea tus hombros.
El río está escalando por tu alma.
Te susurra con frescor cómo teñirte de todos los cielos, cómo extender tus plumas por todos los valles; cómo descubrir caminos de plata que acaban en la contemplación del misterio; cómo tamizar con tu luz el colibrí del instante.
El río te conoce. Dice tu nombre al pasar, y lo va cubriendo de hojas y latidos larvarios. Él te siente, y desea llevar tu suave peso de loto sobre sus grandes manos ancestrales. Él te cura suavemente con sus burbujas lunares. Te sumerges entre sus piedras redondas hasta hacerte espejo de la eternidad... Y todos los seres pasan y se miran... y se sumergen en ti...

Maite Sánchez Romero

De "La naturaleza en el corazón·. Libro ilustrado y gratuito en pdf:
La naturaleza en el corazón